La verdadera gurú del Orden Marie Kondo desembarcó este 1° de enero de 2019 en Netflix con una serie estilo “Makeover Show” que nos muestra distintos casos de familias con problemas de acumulación, desborde de cosas y caos.
Textos: Nadia Novillo.
Intagram: @locaporelorden
Rápidamente en los días posteriores al estreno de este reality su nombre se convirtió en trending topic en Twitter, Instagram, blogs y foros de redes sociales, enseguida se hicieron virales infinitos memes muy graciosos y ocurrentes.
En todo tipo de ámbitos sociales y laborales, entre adultos y niños se comenta acerca de este fenómeno y boom de Marie, que provocó que muchísimas personas comenzaran a compartir en sus cuentas personales imágenes de sus espacios con sus “Antes” y “Después”, y no tardaron en aparecer videos y tutoriales q muestran a los más pequeños de la casa enseñando a doblar prendas, ordenando, limpiando y guardando.
No es casualidad que el día elegido para el estreno haya sido el primer día del año, todo indica y evidencia que la estrategia es motivar, incentivar, entusiasmar y contagiar a llevar orden y organización a todos los rincones de nuestro hogar y qué mejor que comenzar a hacerlo a partir del nuevo año.
Para quienes aún no la conocen y no saben de quién estamos hablando, les cuento que Marie Kondo es una joven empresaria japonesa de 34 años, mamá de dos pequeñas niñas, responsable de este gran auge del orden generado y provocado a nivel mundial hace unos años.
Ella es la autora de los libros “La Magia del Orden” y “La Felicidad después del Orden” ambos best seller, con más de 8 millones de copias vendidas en 33 países y traducido a múltiples idiomas. La revista Time la eligió entre las 100 personas más influyentes del mundo en el año 2015.
Actualmente realiza seminarios de capacitación y formación para futuros Organizadores.
Es a ella es a quienes todas las organizadoras debemos dar las gracias por estar hoy dedicadas a la asesoría y el servicio de organizar y ordenar espacios.
Ella es quien generó esta revolución del orden y hoy con su serie logra que todos estén hablando de este tema, de alguna manera hace visible, reivindica y legítima nuestro oficio/profesión y cuenta al mundo en qué consiste la tarea que brinda un organizador profesional.
Distintos son los motivos e intereses que mueven a las personas a ordenar de acuerdo a su lugar de origen y residencia, en Japón surge como una necesidad debido a que los espacios son muy reducidos y deben ser optimizados, en Estados Unidos en cambio aparecen para poner un freno al consumo desmedido y terminar con la acumulación y el descontrol de cosas.
La premisa fundamental de Marie es conservar todo aquello que genere, produzca y despierte felicidad, el resto debería descartarse.
Su método, registrado, patentado y conocido como “KonMari” establece organizar en cinco categorías y no por ubicación.
1)Ropa.
2)Libros.
3)Papel.
4) Una categoría que ella llama Komono en la que se incluye cocina, baño, cochera, objetos variados.
5) Todo lo que represente un valor sentimental (esto debe ser dejado para lo último).
Sin intenciones de spoilear, les resumo que la serie cuenta con 8 capítulos de 45 minutos aproximadamente cada uno, donde se muestran en cada episodio distintos casos reales de familias que por diversas circunstancias -la llegada de un bebé, una mujer que enviudó, los hijos que están grandes y se fueron de la vivienda familiar, etc.- tienen la necesidad de poner fin al desorden en sus casas.
Marie al llegar a cada nuevo hogar con su asistente y traductora, se presenta con sus dueños, recorre la propiedad, y lejos de horrorizarse con el caos expresa “me encanta el desorden porque amo ordenar”, toda su persona transmite armonía, serenidad, tranquilidad, paz y alegría con una actitud aniñada y angelical, hace un ritual de saludo y agradecimiento a la casa, y luego como el gran problema y denominador común en todos los casos es la acumulación y el exceso de objetos invita a sus dueños a comenzar a vaciar sus roperos o armarios e ir poniendo todo sobre la cama, para que puedan visualizar y dimensionar la gran cantidad de cosas que tienen.
Esta idea tiene la intención de que puedan empezar y terminar en el día ya que llegada la noche su cama deberá estar vacía para poder acostarse a dormir en ella.
El paso siguiente es comenzar a tomar cada prenda con ambas manos, acercarla al pecho y descubrir qué nos genera o provoca , si nos hace sentir “felicidad”, si al verla nos despierta chispas de alegría -sparkjoy- debemos conservarla, de lo contrario debemos darle las gracias y separarla para regalar o donar.
Es sorprendente el descarte y limpieza que van logrando, cómo se van despejando los ambientes, luego van avanzando en las siguientes categorías, Marie propone dar una sacudida para “despertar los libros” y sugiere que la cantidad ideal seria conservar solo unos 30 lo cual ha generado debates y críticas negativas, aunque esto solo sea un numero estimativo, personalmente no creo conveniente poner un número limitado o determinado en cuanto a lo que se puede tener y lo que no ya que eso dependerá de intereses personales.
A quienes se estén preguntando si así trabajamos todas las organizadoras quiero aclararles que no, en primer lugar debemos entender que la cultura oriental, sus costumbres, creencias, rituales religiosos y espirituales, y su estilo de vida son muy distintos a los nuestros.
Por lo tanto tomamos de su método el concepto de conservar todo aquello que nos gusta y hace felices ver y tener pero también todo lo que usamos y necesitamos, aplicamos su técnica de doblado vertical, al estilo fichero, que es una genialidad para maximizar los espacios de guardado y poder visualizar todo lo que tenemos, coincidimos con su teoría que el orden exterior se refleja en un orden interior, y que un hogar limpio, organizado y ordenado genera bienestar y felicidad.
Ahora bien, ¿cómo adaptamos este método a nuestra cultura y costumbres occidentales? Les cuento que en mis organizaciones trabajo en forma conjunta con el cliente, les enseño los criterios para organizar y ordenar, técnicas de doblado y guardado, les doy las herramientas para que puedan aplicar y avanzar en otros espacios y sostenerlo en el tiempo, yo soy la que organiza, ordena, dobla y guarda, el dueño de casa es quien decide qué se va y qué se queda, son jornadas de trabajo intensas pero súper dinámicas, divertidas, terapéuticas y liberadoras para mis clientes.
En toda tarea de organización se provoca un nuevo caos, el cual es momentáneo sin llegar a generar esa montaña gigante sobre la cama ya que considero que eso frustraría a la persona y no sería posible finalizar la actividad en un solo día, a medida que vamos sacando, vamos agrupando, clasificando, categorizando, y realizando el proceso de descarte, que es mucho más simple, ágil y dinámico, que el ritual que propone Marie. Yo como organizadora hago el trabajo, acompaño, contengo y asesoro a la persona, quien a medida que van a apareciendo prendas decide qué quiere hacer con ellas.
Lo explico con ejemplos para que sea fácil de comprender: aparece un pijama que uso al estar enferma o internada, una camisa que le regaló una ex pareja, un conjunto deportivo que usaba en sus épocas de estudiante, todas esas prendas traen recuerdos pasados, que no son lindos o simplemente que ya no quiere, y de repente aparece un vestido que usó durante sus embarazos que si bien la remontan a una etapa feliz ya no lo volvería a usar, y decide igualmente descartarlo. También aparecen prendas que generan dudas en cuanto a conservarlas o no y la guío haciéndole algunas preguntas, le sugiero que se las pruebe, le ayudo a ver si tiene otras similares o más nuevas, más modernas o que le sienten mejor.
Luego como organizadora trabajo respondiendo a las necesidades del cliente, según sus gustos, preferencias, hábitos y rutinas, adaptándome al volumen de cosas y al espacio disponible, intentando optimizarlos, buscando las mejores alternativas para que resulten lo más práctico y cómodo posible, logrando un equilibrio entre estética y funcionalidad.
Jamás impongo o decido qué debe eliminar un cliente, y nunca juzgo la cantidad de cosas ni el grado de desorden.
Los valores que caracterizan mi actitud y accionar como organizadora son el respeto, la discreción y la reserva, el trabajo realizado es confidencial, aunque no haga juramento, implícitamente debo guardar secreto profesional tal como lo hace un abogado, médico, psicólogo, sacerdote.
Personalmente como espectadora y organizadora tenía grandes expectativas con respecto a la serie, lo cierto es que no me encantó, me resultó aburrida y muy reiterativa, me hubiera gustado que se la presente a ella y se cuente más acerca de su vida y sus comienzos, que se muestre más el proceso de la organización, verla a ella en acción, acomodando, doblando, los cambios son sorprendentes pero los resultados a mi criterio se ven un tanto desprolijos, descuidados y no muy estéticos.
De todas maneras entiendo que esta serie/documental responde a intereses y fines comerciales, a un formato de reality extranjero que más allá de las pretensiones del público en general y los anhelos de los organizadores no deja de ser una invitación motivadora y contagiosa para iniciarse en el camino del orden, que seguramente generará resultados muy positivos, beneficiosos y satisfactorios para todos quienes la vean y decidan poner en práctica sus consejos.
A quienes aún no lo hicieron los invito a ver la serie de Marie, a tomar todo lo que pueda servirles y a seguir ordenando junto a LocaPorElOrden.