¿Ácido Hialurónico o Toxina Botulínica?


Cada una de las sustancias se usa de una manera aunque ambas consiguen el mismo efecto: eliminar la arruga.

Es frecuente confundir la toxina botulínica con el ácido hialurónico. Muchas personas piensan que tienen el mismo efecto, pero no es del todo así.


El ácido hialurónico se encarga de mantener la piel hidratada, siendo su principal función la de retener el líquido, rellenando la dermis desde adentro. Con el paso de los años disminuye su concentración y van apareciendo las arrugas. Su aplicación se hace en el tercio inferior del rostro, incluyendo surcos nasogenianos, labios, líneas de marioneta, etc.


La toxina botulínica (más conocida comercialmente como Botox®), tiene como objetivo paralizar los músculos temporalmente. Al paralizar la musculatura facial no se realizan movimientos que causan las arrugas, tales como las de alrededor de los ojos o el entrecejo. De ahí que se inyecte en pequeñas dosis allí donde existen arrugas, para eliminarlas o atenuarlas, y prevenir la aparición de nuevas líneas de expresión. No se trata de un material que rellene, por lo que no las elimina aportando volumen, sino que actúa en los músculos de la cara y los relaja, devolviendo tersura y luminosidad con una expresión natural.


¿Qué zonas se pueden tratar con toxina botulínica y cuáles con ácido hialurónico?


La toxina botulínica se indica para atenuar las arrugas de la frente, el entrecejo y las patas de gallo. Sin embargo también permite modificar ligeramente la posición de las cejas, elevando su posición, aportando luminosidad y haciendo más atractiva la mirada. A la vez, otras de las indicaciones del Botox® es el tratamiento de la excesiva sudoración o hiperhidrosis en las palmas de las manos y pies, o en las axilas.


Los usos del ácido hialurónico son similares, pero no iguales. Al ser un tratamiento de relleno permite atenuar las arrugas del rostro y rellenar otras zonas, como los labios. Está especialmente indicado para relleno y perfilado de labios, surcos nasogenianos, rinomodelación, relleno de ojeras.


En Michelle Farr, siempre buscamos lo mejor para vos, ambos tratamientos mencionados se realizan con asesoramiento y seguridad médica, brindándole a los pacientes óptimos resultados y sesiones cómodas sin generar dolor.

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