La bañoterapia es una técnica cada vez más utilizada con fines terapéuticos y en tratamientos de belleza. En ella se combinan el agua caliente, los aceites esenciales y la creación de un ambiente recogido, íntimo, que consigue equilibrar cuerpo y mente. Estas son algunas de las claves para hacer de la propia casa un spa y disfrutar de un momento relajante y reparador
Temperatura y tiempo
En el baño ideal, la temperatura del agua no debe ser superior a 38 grados, y el tiempo de inmersión, entre 15 y 20 minutos, a fin de conseguir el efecto relajante deseado y la penetración eficaz de los aceites sin que se reseque la piel.
Los aceites esenciales
Se trata de aceites extraídos de las plantas que ayudan a calmar los nervios, tonificar y revitalizar la piel, siendo el ingrediente estrella de la bañoterapia.
Para disfrutar de un relajante baño, se recomienda muy especialmente el aceite de lavanda, que posee un efecto tonificante y relajante. Son suficientes unas gotas de aceite en la bañera de agua caliente para recuperar la energía y obtener el efecto relajante deseado. Si se añade un tapón de aceite de almendras, se refuerza el efecto hidratante.
Ambiente relajante
Crear un ambiente que invite a la calma es necesario para entrar en un estado de máxima relajación y bienestar. Colocar algunas velas en lugares estratégicos para obtener una luz cálida y tenue. Si lo deseas, también puedes poner algo de música melódica, muy suave.
Tras el baño
Finalizado el baño, cubrirse con una toalla o envolverse en una bata suave y costarse durante cinco minutos hasta que el cuerpo recupere su temperatura. Después aplicar una loción hidratante corporal mediante un suave masaje.
Consejo: no es aconsejable someter la piel a esta práctica todos los días debido a que podría resecarse y perder firmeza. Un día por semana es la frecuencia ideal.
Fuente: Mujer de Elite.