El boom del bordado


Elaborado con mix de hilos o en combinación con canutillos, perlas y piedras preciosas, el bordado engalana con variedad de flores y dibujos de animales las prendas del invierno 2017, en una vuelta a la moda renacentista y barroca para el día a día.
Textos. Georgina Lacube.

Las tendencias no aparecen de la nada. El comienzo de esta predisposición a lo recargado surgió con el arribo de Alessandro Michele como responsable del departamento de accesorios de Gucci en el año 2006.

Para aquel entonces, el genial diseñador ya se animaba a bordar las solapas de sus icónicos bolsos con abejas, mariposas e incluso serpientes. Tras la partida de Frida Giannini en el 2015, Michele asumió el cargo de director creativo de las colecciones tanto masculinas como femeninas, aportando un halo de modernidad a la tradicional firma de la “doble G”. Poco conocido por el público, rápidamente se convirtió en el favorito de celebrities como Lady Gaga, Jared Leto y Charlotte Casiraghi, así como también de los millennials (generación nacida entre 1985 y el 2000) gracias a sus revolucionarios diseños. Esos que se vieron en su tan alabada colección presentada en la última semana de la moda de Milán, donde el leitmotiv de su show partía del interrogante What are we going to do with all this future? (¿Qué vamos a hacer con todo este futuro?). La respuesta se fue “escribiendo” sobre la pasarela al ritmo de su variopinta propuesta: barrocos abrigos bordados con cristales combinados con vaporosos vestidos floreados, monos-pijama estampados con el logo de la casa, trajes tiroleses con cabezas de animales cosidas en la espalda, batas japonesas, pantalones Oxford, modelos con mallas metálicas que cubrían todo su cuerpo (cabeza incluida) y sobre ellas shorts de jeans y remera.

El fervor por el bordado también se hizo presente en la colección primavera-verano 2016 de la casa Valentino. En una oda al minimalismo oriental más puro, representado con diseños en tonos claros y tejidos sedosos, se vieron lujosos kimonos con dragones bordados, piezas elaboradas en diferentes texturas como el tul y el terciopelo y diseños muy ligeros con estampados orientales híper delicados. Entre ellos se destacó un vestido de color blanco con pétalos verdes de terciopelo y mariposas bordadas que insumió 1.300 horas de trabajo a mano, entre otros modelos de estilo años ‘20 con tul, lentejuelas y bordados glitter.

Otro exponente del “exceso” es Dolce & Gabbana. Trópico Italiano es el nombre con el que Domenico Dolce y Stefano Gabbana bautizaron a su primavera-verano 2017 presentada en Milán, una antítesis del minimalismo. Valiéndose de su máxima “más es siempre mejor”, sumaron a sus ya tradicionales estampados de flores, lunares y el encaje negro, prendas en denim recubiertas de abalorios y pasamanería; chaquetas que llevaban la palabra “jazz” bordada en lentejuelas; tops ajustados con jeans ceñidos al muslo y estampados que abrazaban todo cliché imaginable del sur de Italia, desde rosas encendidas hasta girasoles gigantes, tomates brillantes, peces, platos de espagueti y siluetas de melón alrededor de los pechos. Flores trenzadas, piedras preciosas, galones y perlas también sumaron texturas en toreras y abrigos de inspiración circense combinadas con mini faldas y trajes sastre de pantalones baggy. Por supuesto, los detalles refulgentes invadieron también novedosos bolsos tipo tambores y coronas llenas de flores y brillos.

TENDENCIA VIRAL
Hoy en día, nadie se resiste a esta nueva manera de estampar y texturizar los géneros. Vestidos, jeans, camisas, camperas e incluso zapatos y botas se intervienen con todo tipo de bordados. Cuanto más cargados, mejor. Así lo entienden las marcas low cost, que también se subieron a esta consigna. Zara, por ejemplo, lanzó una camisa con rayas verticales azul y blanca bordada con flores trenzadas en la parte delantera que fue replicada por firmas de todo el mundo. También incorporó bombers, blazers y pantalones enriquecidos con la milenaria técnica. A su vez, H&M diseñó un top bordó con arabescos bordados, la marca Pull and Bear sumó una campera de jeans con un flamenco rosado y palmeras bordadas en la espalda, y la firma Stradivarius una minifalda adornada con pequeñas rosas. Por su parte, en nuestro país, ricas propuestas han llegado a las vidrieras, lookbooks y producciones de moda con el afán de llenarlas con lo mejor que la industria tiene para ofrecer.

EL USO DEL BORDADO
Esta es una tendencia que tiene como premisa mezclar texturas intervenidas y animarse a combinar distintas estampas con diseños florales bordados en colores vibrantes o pasteles. Estas son las prendas en las que más se ven los bordados. Adoptalas de ¡lunes a domingo!

* La camisa es un básico que se reinventa en cada estación. En una oda al mix and match, este invierno mezcla sin tupé rayas, animal print y cuadros con bordados florales que recorren el frente, el cuello, la espalda y hasta las mangas en géneros que van desde el algodón y la seda al denim. Otras lo incluyen de manera más sutil, por ejemplo a modo de pequeño detalle en un bolsillo con fondo liso. Si bien la camisa impacta por sí sola, el secreto para lograr un look neo-barroco radica en saber combinarla con las prendas o accesorios adecuados, como ser una cartera o unas zapatillas también bordadas. En cambio, las menos arriesgadas la pueden adoptar con un blazer negro o un buen par de skinny jeans.

* Furor denim. La versatilidad de esta textura que enamora a las fanáticas de la moda se vuelve mucho más atractiva y original gracias a esta labor que se nutre de la madre naturaleza para engalanar pantalones, camperas, mini faldas y camisas. ¿Jean con Jean? ¡Claro! La opción que se juega por el monocromo en tono denim incorpora su distintivo en los dibujos de una de las prendas.

* La campera bomber. Es el abrigo que domina las películas de los ‘90. La propuesta más cómoda para las que prefieren un look más sporty llega con bordados japoneses que admiten pájaros, flores orientales y hasta dragones. Sinónimo de una apuesta casual, fresca y juvenil, sigue siendo la favorita de las it girls para protegerse del frío y sumar actitud. Se pueden usar con shorts, jeans, faldas o vestidos y unas zapatillas blancas… ¡Una combinación que no puede fallar!

* Adorados accesorios. Mocasines, slippers, sobres, bolsos y bandoleras bordadas se imponen como una buena opción para hacer una declaración de estilo, así como de originalidad. Con jeans, blusas de oficina e incluso con chaquetas rockeras son protagonistas.

* Chaquetas: Una prenda que sin duda debemos tener. Abundan en jean, terciopelo e incluso cuero. Con esta prenda no hay límite: entre más bordados tenga -sean de flores o animales-, ¡mucho mejor! Incorporalas con un pantalón de color neutro y una blusa o remera básica para que le dé un toque sobrio a tu atuendo. Los zapatos, entre menos texturas y detalles tengan, mejor. ¿El tip? Con el bordado de la chaqueta es suficiente como para que le agreguemos uno más.

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