Cancelan el Nobel de Literatura de este año


La confianza está destrozada y su reputación dañada. ¿Un jurado así puede conceder de forma fiable uno de los premios más importandes? La Academia Sueca cree que no, por eso decidió hoy cancelar el Nobel de Literatura de este año tras un escándalo de acusaciones de acoso sexual y corrupción.

La Academia Sueca, de las tres instituciones que entregan los Premios Nobel, siempre fue la que más valor le dio a la dignidad y al honor. Se trata de un grupo tradicional, inaccesible, a menudo algo rígido, con estatutos centenarios y un aura misteriosa. Cuando la secretaria permanente Sara Danius apareció en octubre tras la gran puerta decorada con motivos dorados con expresión severa y la espalda recta, el mundo de la literatura contuvo el aliento a la espera de conocer el nombre del galardonado.

Sin embargo, en los últimos meses se ha visto que tras aquella puerta la situación era muy diferente. Un total de 18 mujeres acusaron al marido de la integrante de la Academia Katarina Frostenson de acoso sexual y una investigación de la institución confirmó que hubo “un comportamiento inaceptable en forma de intimidad no buscada”.

Los medios suecos aseguran que el hombre en cuestión, Jean-Claude Arnault, incluso llegó a tocarle el trasero a la princesa heredera Victoria durante un evento.

Pero eso no es todo: Frostenson consiguió fondos de la Academia para un club literario llamado Forum que gestionaba con su marido y se cree que la pareja filtró los nombres de siete galardonados antes del anuncio oficial.

Varios miembros del jurado renunciaron a su puesto por no estar de acuerdo con la forma en la que la Academia manejó el escándalo y tanto Frostenson como Danius acabaron abandonándola también. De los 18 miembros, de pronto solo quedaban 10, tan pocos que el rey Caros XVI Gustavo de Suecia expresó su “gran preocupación” por la capacidad de trabajo de la institución.

También los responsables de la herencia del fundador Alfred Nobel consideraron que se había cruzado la raya: el Premio Nobel ha resultado dañado, dijo hoy el presidente de la Fundación Nobel, Carl-Henrik Heldin. Además señaló que espera que la reservada Academia se dé cuenta de que en el futuro deberá demostrar una “mayor apertura hacia el mundo exterior”.

La institución no podrá hacer caso omiso de la advertencia, como hace con las críticas por sus, en ocasiones, atrevidas decisiones, como al conceder en 2016 el Nobel de Literatura al cantautor Bob Dylan.

“Como institución debemos ser fiables”, destacó el experto en literatura Anders Olsson, presidente interino del jurado.

“Consideramos que es necesario invertir tiempo en restablecer la confianza de la opinión pública en la Academia antes de poder anunciar al próximo galardonado”, agregó.

Pese a todo, el trabajo en el Nobel de Literatura continúa. El jueves mismo los miembros del jurado anunciaron que tenían preparada la lista con los cinco candidatos. En realidad no hay ninguna razón para aplazar la entrega, señaló la Academia, pero considera que la difícil decisión de a quién conceder el premio no debe ser tomada solo por diez miembros. Tampoco cuando su reputación y su confianza están dañadas.

Por esta razón, el Nobel de Literatura de 2018 será anunciado un año después, junto al de 2019. No es la primear vez que ocurre. El estadounidense William Faulkner, por ejemplo, recibió su premio de 1949 un año después.

En realidad, los estatutos contemplan un aplazamiento, sobre todo en caso de que no exista ningún candidato adecuado. “Si ninguno de los trabajos tomados en cuenta se considera de la importancia indicada en el primer párrafo, la cuantía del premio se reservará para el año siguiente”, se indica en el documento.

Los miembros tanto activos como inactivos se mostraron hoy satisfechos con la decisión, que proporciona a la Academia la oportunidad de reorganizarse. El rey Carlos XVI Gustavo comunicó: “Respeto la decisión de la Academia Sueca. Muestra que la Academia ahora se quiere concentrar en restablecer su imagen”.

Sin embargo, el editor sueco Svante Weyler advirtió que la institución centenaria podría haber perdido su legitimidad como jurado del Nobel para siempre. “Es una decisión muy arriesgada‘, dijo a medios suecos.

El jefe de Gobierno sueco, Stefan Lüfven, tampoco se mostró convencido, pues considera que todo esto no es “nada bueno” para la imagen de Suecia en el mundo.

 

Renuncias por escándalo dejan numerosas vacantes en la Academia Sueca

Los integrantes de la Academia Sueca solían serlo de por vida, pero eso cambió en las últimas semanas después de que un escándalo de acoso sexual azotara al grupo responsable de nombrar todos los años al laureado con el Nobel de Literatura.

Hasta esta semana no era posible renunciar, pero eso cambió cuando el rey Carlos XVI Gustavo, el actual padrino de la institución, aprobó la modificación de los estatutos. Varios miembros ya habían renunciado por su repulsa y decepción por el escándalo.

Pero ahora el grupo, que solo cuenta con diez miembros activos de los 18 totales, necesita sustitutos. Anders Olsson, el secretario permanente interino, dijo que se harán nuevos nombramientos. “Necesitamos miembros que sean buenos en lectura y que nos ayuden con nuestro trabajo del Premio (Nobel)”, explicó. “Necesitamos aptitudes legales y aptitudes lingüísticas, es parte de nuestro futuro trabajo”.

La Academia Sueca fue creada en 1786 por el rey Gustavo III. La institución es completamente independiente y se enorgullece de su larga historia. En Suecia se la conoce como “los dieciocho”, refiriéndose al número de miembros.

Tiene un importante papel en la vida cultural sueca ya que financia proyectos de arte con subvenciones y becas, y fomenta la lengua sueca. No obstante, es más conocida por conceder el Nobel de Literatura desde 1901, no sin alguna que otra polémica. En 2016, sorprendió a muchos críticos literarios al elegir al cantautor estadounidense Bob Dylan.

Entre los autores que se quedaron sin el galardón se encuentran Leo Tolstoi, James Joyce y Émile Zola.

En un primer momento, sus miembros eran solo importantes funcionarios, pero pronto aceptaron también a escritores y poetas. Asimismo se ha elegido como miembros a expertos de otros campos, como lingüistas e historiadores, juristas, teólogos y académicos de la literatura.

Los integrantes son admitidos por votación secreta y el resultado debe ser transmitido al rey para que dé su aprobación antes de ser anunciado.

El secretario permanente sirve de portavoz. Hasta ahora han sido admitidas 11 mujeres y solo una, Sara Danius, ha ocupado el puesto de secretaria permanente. Esta, sin embargo, abandonó la Academia recientemente.

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