Club de Lectura


Esta semana venimos con uno de los pensadores más brillantes de nuestro tiempo, que poco antes de morir dejó un libro lleno de pequeñas joyas. Imperdible.

 

Por Romina Santopietro.

Cuando se habla de Umberto Eco, casi todo el mundo lo relaciona con su novela “El nombre de la Rosa”.

 

Pero además de novelista, este genial pensador fue uno de los ensayistas más lúcidos de nuestro tiempo. Como semiólogo, todos los que nos aventuramos en las lides del periodismo y la comunicación lo tuvimos como “profesor” a través de sus textos.

 

Y a mí particularmente, estudiarlo y leerlo me abrió la cabeza. Uno le toma cariño a sus autores preferidos. No me crean nerd porque yo le tenía aprecio al autor de los libros de texto de la facu. En descargo aclaro que a Saussure no lo quiero tanto. Mmmm, está bien: ni un poquito.

 

El libro póstumo de Eco, “De la estupidez a la locura. Crónica para el futuro que nos espera”, publicado recientemente por Lumen, es una serie de artículos que el propio autor seleccionó poco antes de morir. Son ensayos y textos de opinión que aparecieron en la prensa de todo el mundo a lo largo de 15 años, sobre temas variadísimos, siempre bajo la mirada atenta de Umberto. Es un libro cargado de pequeños placeres intelectuales.

 

“Cuando yo era joven, había una diferencia importante entre ser famosos y estar en boca de todos. La mayoría querían ser famosos por ser el mejor deportista o la mejor bailarina. Pero a nadie le gustaba estar en boca de todos por ser el cornudo del pueblo o una puta de poca monta. En el futuro esta diferencia ya no existirá: con tal de que alguien nos mire y hable de nosotros, estaremos dispuestos a todo”. Esta es la contratapa del libro y describe acertadamente el contenido… y muchas aristas de nuestra sociedad actual.

 

Podemos encontrar entre sus páginas la nostalgia por el pasado, la reflexión irónica sobre diversos temas y la crítica a un consumismo voraz que nos deja llenos de objetos de dudosa utilidad real y vacíos de ideas. Y muchas veces insatisfechos.
Después de leer “Número Cero” estuve enojada con Eco. Me decepcioné al leerlo y aunque él nunca se enteró, yo le guardaba inquina. Qué exigentes somos con los que queremos. Llegamos a ser insoportables, ¿no?

 

Este libro, que se lee muy rápido porque sus artículos tienen la extensión de relatos periodísticos, permite una libertad que no se tiene con una novela. Uno puede ir y venir a su antojo por las páginas, e incluso mecharlo con otra lectura.

 

Si nunca leyeron sus ensayos, este es el libro ideal para conocer su faceta de pensador. Si ya la conocen, es insoslayable su lectura. Es un dignísimo broche de oro a su obra. Una despedida a la altura del maestro.

 

Para cuando necesitemos un poquito de ayuda para leer la realidad. Y para mirarnos como sociedad a través de una lectura inteligente.

 

 

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