Esta semana les traigo un libro con yapa. El combo suma dos discos compactos para que el disfrute sea mayor.
Por Romina Santopietro.
Hace unas semanas les contaba que me encanta Alejandro Dolina desde La Venganza será Terrible. Por eso, cuando editó Radiocine, una colección de obras cortas realizadas en formato de radioteatro supe que lo tenía que tener.
«Radiocine» es una serie de comedias musicales breves compuestas e interpretadas por Alejandro Dolina, publicadas en forma de libro en 2002, por editorial Planeta.
Luego de grabar su opereta Lo que me costó el amor de Laura, Dolina reescribió y grabó cuatro obras originalmente realizadas en su programa radial La venganza será terrible. El resultado fue Radiocine, un libro acompañado de dos CD donde Dolina, Gabriel Rolón y otros colaboradores habituales interactuaron con artistas invitados.
El resultado es una obra desopilante que incluye cuatro comedias: El inspector Bouvard contra el rey de los disfraces, Que Dios se lo abone, Blancanieves, la leyenda continúa, y finalmente, El inspector Bouvard contra el lacrón de belleza.
El libro en sí es una edición lujosa de los guiones de estas obritas de radioteatro. El formato de libro más dos CDs, sumado al contenido, lo convierten en presa de coleccionistas. Pero no del que lo compra para nunca sacarlo de la vitrina. Es para ojearlo, escucharlo, cargarlo en el auto, en la compu y en el mp3 y llevarlo en el bolsillo del caballero o en la cartera de la dama. Y en la mochila del resto de los mortales.
Hay versiones para descargar en mp3 para escuchar directamente y en PDF para leer en la compu. Pero ya saben cuál es mi máxima: ¡el libro siempre es mejor!
Si están familiarizados con el radioteatro, estos son imperdibles, además de divertidos. Si no, no se pierdan la oportunidad de recrear un formato clásico de los inicios de la radio. Y con elencos de lujo.
Si lo van a “llevar puestos” en el mp3, prepárense para que la gente los mire extrañada cuando larguen una carcajada en el medio de la calle.
Para leer y reproducir en cualquier momento. O un domingo a la tarde, con mate y torta para disfrutar.