Esta semana venimos con una novela que no puede clasificarse en un solo género. Tiene aventuras, terror, misterio, intriga, romance y ¿vampiros? “La historiadora”, de Elizabeth Kostova.
Por: Romina Santopietro.
Durante años, Paul fue incapaz de contarle a su hija la verdad sobre la obsesión que ha guiado su vida. Ahora, entre sus papeles, ella descubre una historia que comenzó con la extraña desaparición del mentor de Paul, el profesor Rossi.
Tras las huellas de su querido maestro, Paul recorrió antiguas bibliotecas en Estambul, monasterios en ruinas en Rumania, remotas aldeas en Bulgaria… Cuanto más se acerca a Rossi, más se aproxima también a un misterio que aterrorizó incluso a los poderosos sultanes otomanos, y que aún hace temblar a los campesinos de Europa del Este. Un misterio que ha dejado un rastro sangriento en manuscritos, viejos libros y canciones susurradas al oído. Para Paul y su hija llegar al final de la búsqueda puede significar un destino mucho peor que la muerte. Porque a cada paso que dan, se convencen más de que él les está esperando. Y en sus corazones, retumba una pregunta angustiosa… ¿Es posible que la tumba de Vlad El Empalador esconda algo más que el cuerpo de un asesino legendario?
Esta es la contratapa de “La historiadora”, de Elizabeth Kostova, publicada por Umbriel.
Kostova ha realizado un magnífico esfuerzo de documentación erudita sobre el personaje que recorre, invisible, como una presencia ausente e inquietante: Drácula. Esta novela es el resultado de diez años de investigación.
Difundido por la literatura y las leyendas populares, y en el siglo XX por el cine, nuestra autora indaga y divulga todo rastro del mito a través de las investigaciones de los personajes de la novela, centrándose en el personaje histórico: Vlad III Tepes, Drakul, rey de Valaquia, llamado El Empalador. Su vida es un episodio sangriento de la historia del siglo XV. Ambientada en tres períodos distintos, la década de los 30, mediados de los 50, en plena Guerra Fría y el Telón de Acero, y a inicios de los 70, tres generaciones interrelacionadas por el amor a la historia y una conexiones inquietantes irán tras el rastro de Drácula, el Dragón. De esta manera, la investigación histórica se convierte en detectivesca y deviene en novela casi de terror.
La destreza de Kostova en introducir subgéneros narrativos es un ejercicio notable de pericia y ambición: es novela epistolar, y también policíaca, cuyos protagonistas son profesores universitarios de Historia. “El pasado es muy útil, pero sólo cuando puede enseñarnos algo acerca del presente. El presente es lo que cuenta” dice el propio Drácula.
Un ser al que temían tanto antiguos sultanes otomanos como los actuales servicios secretos. Paul y su hija saben que él está cada vez más cerca. Y en sus corazones retumba una pregunta angustiosa… ¿Es posible que exista realmente Drácula?
“La historiadora” es una novela muy entretenida, mezcla historia, fantasía, aventura y terror.
Los lectores nos contagiamos del deseo de participar en esta indagación sobre el paradero del Empalador, que, según cuentan las crónicas, cayó abatido en una emboscada turca. Quizás, cuando el sol empieza a dormir en las montañas y la negrura de la noche colorea el cielo, se pueda percibir la sombra de Vlad Tepes en el aislado monasterio.
Para leer envueltos en una mantita, con las recetas de la familia que contengan mucho ajo en mente. Y si no nos da miedo ser dramáticos, con un collar de dientitos de ajo, por las dudas.