Esta semana venimos con varias propuestas diferentes para disfrutar en vacaciones, tirados en una reposera o hamaca paraguaya, ya sea en las montañas, frente a una playa o junto a la pile. O encerrados con el aire a full y tomando tereré.
Por Romina Santopietro.
Generalmente durante el período de vacaciones uno planifica hacer una limpieza general, realizar -o terminar- algún arreglo o proyecto en el hogar (desde pintar sillas hasta modificar el patio), o dedicar todo el tiempo posible a la vagancia. Una de las formas más lindas de disfrutar de esta etapa de contemplación del propio ombligo incluye leer de corrido uno o varios libros. Si ya armaste la valija pero todavía no sabés qué libro llevarte, acá van algunas sugerencias.
Hay dos tipos de lecturas para las vacaciones: los libros livianos, que se pueden leer rápido y no necesitan análisis sesudos, y los elegimos porque venimos con media neurona después de un año laboral sin respiro, o los libros gordos que dejamos justamente para leer en vacaciones, porque demandan más atención.
Humor y absurdo
Arrancamos con los libros con humor, que te hacen pasar un buen rato y ayudan a desenchufarte de la rutina apretada de laburo.
Casciari, el Negro Fontanarrosa, la inefable Mafalda o Inodoro Pereyra, el Renegaú, los libros de Tute o Liniers son opciones perfectamente válidas para las vacaciones. El humor gráfico puede acompañar al lado de la pileta o el mar, y ni hablar de unas vacaciones en las sierras, tirados al lado de un arroyito en la reposera.
En su desopilante bestseller “El Proyecto Esposa”, Graeme Simsion dio vida a un personaje difícil de olvidar: Don Tillman, un profesor de Genética australiano tan inteligente como inepto para el trato social. Y vuelve Don -recargado- en El proyecto matrimonio, que también publica Salamandra. Todo parece ir viento en popa hasta que Rosie le comunica que… está embarazada. El caos se desata. Don es un excéntrico investigador obsesionado con analizar todo matemáticamente y, al intentar aprender sobre la paternidad, se mete en problemas debido a su incapacidad de entender las sutilezas de las relaciones y convenciones sociales. Simsion reconoció que Don puede ser comparable de alguna manera con el personaje de Sheldon Cooper de la serie The Big Bang Theory, aunque acotó que es “mucho más complejo”. Son dos libritos para reirse y disfrutar.
Wilt esconde un enorme secreto. Es sumamente inteligente. Pero desarrolló una extraordinaria forma de hacerse el bobo para lograr el sueño de todo hombre: que no lo jodan. El tipo sólo quiere vivir tranquilo. Pero tiene una mujer cuya finalidad en la vida es hacerlo miserable a él (para eso se casó con Wilt) sólo siendo ella misma. Y Wilt sólo quiere paz. Paz que por supuesto, no va a conseguir en ninguno de sus cinco libros: “Wilt”, “Las tribulaciones de Wilt”, ¡Ánimo, Wilt”, “Wilt no se aclara” y finalmente “La herencia de Wilt”. El pobre Wilt es una víctima de las circunstancias. También es un experto en la Ley de Murphy: él sabe que todo lo que pueda salir mal, va a salir horrible y va a empeorar. No es fatalista, es realista. Para él, un optimista es el que espera lo peor. Él se prepara siempre para la hecatombe. Sólo tiene de su lado su inteligencia para sortear todo lo que el destino le tira encima. De Tom Sharpe.
Con leve aire romántico
Para las románticas, aunque no sea mi fuerte, puedo sugerir tres autoras: Cecelia Ahern con “Postdata: te amo”, “Un lugar llamado aquí”, “Donde termina el arco iris” y “Si pudieras verme ahora”. Esta joven escritora consigue reflejar la semblanza de un amor real, profundo y muy humano.
En un perfil más histórico, María Dueñas y su “Tiempo entre costuras” es una lectura maravillosa.
Y finalmente, aunque ya se desprende del aura romántica, Muriel Barbery con “La elegancia del erizo” y “La vida de los elfos” son dos novelas infinitamente bellas. La prosa de Barbery es delicada y elegante, inteligente y atrapante.
Inclasificable
Una joyita que descubrí hace poco es el libro póstumo de Umberto Eco “De la estupidez a la locura”, una compilación de artículos seleccionados por el propio Eco, publicados en distintos medios de prensa durante 15 años. Son artículos cortos, lúcidos, sobre variadísimos temas actuales. Volví a admirarlo y es una reconciliación con el autor después del fiasco de “Número Cero”. Recomendadísimo.
Sagas y trilogías
Y las vacaciones también permiten leer en bloque… bueno, ¡yo las uso para eso!
Ahora que todos los autores se mandan trilogías o sagas enteras, podemos animarnos a esos títulos que sabemos que vienen en patota.
De las sagas de novela negra, si no leyeron Millenium, por favor, háganlo. Los títulos son “Los hombres que no amaban a las mujeres” (2005), “La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina” (2006) , y “La reina en el palacio de las corrientes de aire” (2007).
Hay una cuarta entrega, “Lo que no te mata te hace más fuerte”, pero fue escrita por un autor contratado por la familia del difunto Stieg Larsson para continuar la historia… y ya desde el título se muestra como otra cosa. Como trilogía la historia de Lisbeth Salander funciona. Con este cuarto libro se adivina una franquicia que seguramente será muy redituable, pero no promete estar a la altura de los primeros tres. También hay dos versiones de películas: una escandinava y otra norteamericana. Pero acá vale la pena no vaguear y leer.
En el género de fantasía épica, tenemos la Profecía de Merlín, de M. K. Hume: “Batalla de reyes”, “Muerte de un Imperio” y “Red de traiciones”, que nos llevan por los años jóvenes del mago Merlín, su adolescencia y su formación en las artes mágicas y políticas. Todo transcurre previamente al mito artúrico, por lo que se puede conocer al personaje de Merlín antes de ganar su mote de El Magnífico, cuando era un humano sumamente dotado para la ciencia, la medicina y la diplomacia. Esta trilogía no tiene peli ni serie, así que ¡a leer!
La saga literaria Juego de Tronos de George R. R. Martin, ha generado una legión de fanáticos, ya sea por la serie o por los libros. Hasta el momento son cinco los libros publicados: “Juego de Tronos”; “Choque de reyes”, “Tormenta de espadas”, “Festín de cuervos” y “Danza de dragones”. También hay precuela en tres relatos cortos: “El Caballero Errante”, “La espada leal” y “El caballero misterioso”. Aquello de “en la guerra y en el amor todo vale” es la esencia del relato, sólo que aquí prima el amor por el poder, para alcanzarlo o conservarlo, a cualquier precio. Y además hay dragones, lobos huargos, muertos helados y de los comunes, reinas bellas, reinas locas, asesinos, caballeros, paladines, mucha intriga y traición y mucha valentía desesperada. Si no querés llevar 10 kilos de más en la valija cargando con los cinco libracos, están en versión digital y en cómic.
Dolores Redondo tenía una historia que contar y quería crear en torno a ella una trilogía policíaca. Solo faltaba un escenario para ambientarla y encontró en Elizondo, la capital del valle del Baztán, el lugar perfecto. Así nacieron primero “El guardián invisible”, luego “Legado en los huesos” y, por último, “Ofrenda a la tormenta”, de editorial Destino. La Trilogía del Baztán se inició con el regreso de Amaia a Elizondo, su pueblo, el lugar donde había pasado su infancia, y del que siempre había querido huir, para investigar una serie de crímenes que estaban ocurriendo en torno al río. La autora ha sabido combinar a la perfección elementos de intriga, suspenso, novela negra, mitología, un halo sobrenatural que lo cubre todo y el lado más íntimo de las relaciones humanas. Y es que justamente, esta trilogía, además de suspenso policial, es una excelente historia de brujas. De las malas y de las buenas. Porque que las hay, las hay y de ambos bandos. A mí no me miren, yo suelo ser de las buenas… bue, ¡a veces!
Si te vas lejos y no tenés mucho lugar en la valija o en la mochila, una opción son los e-books. Vienen en tres formatos: mobi (para Kindle), e-pub y pdf para tablets o notebooks. De todas maneras, nada sustituye el libro físico de papel, con su olorcito a tinta.
Me quedaron afuera los policiales, de espionaje, históricos, terror y suspenso. Semana que viene -para el recambio- la segunda parte.