Cómo cuidar los electrodomésticos


Teniendo en cuenta algunas claves, se pueden identificar a tiempo las fallas de los aparatos que más se usan en cuarentena.

Desde marzo los hogares de todos los argentinos se convirtieron en el único escenario posible para pasar los días y las noches de esta larga cuarentena. Esto trajo un sin fin de cambios en las rutinas y una de ellas fue el aumento en el uso de los electrodomésticos en el hogar. Esto incrementó más los cambios de hábitos en casa, comenzaron a evidenciarse algunas de las fallas más frecuentes en estos artefactos de uso doméstico. Para evitar llegar al punto de quedarse sin alguno de ellos, no sólo es clave el mantenimiento y el uso correcto de los dispositivos, sino que debemos estar atentos a las señales que indican que algo está fallando y así poder resolverlo a tiempo.

¿Qué podemos hacer para cuidarlos?

Para alguna de las fallas más comunes, especialistas nos brindan algunos consejos para alargar su vida hábil y alcanzar un funcionamiento óptimo.

Lavarropas ruidoso: Si un lavarropas tiembla y camina por el piso puede ser que esté desnivelado. Por ende, durante el secado, las vibraciones harán que el lavarropas se mueva. También alguna prenda atascada o desbalanceada en el tambor o alguna falla en el motor podría causar que tu lavarropas sea más ruidoso de lo habitual.

¿Cómo hacer para cuidarlo? En principio, nunca sobrecargar la capacidad de lavado, verificar que las prendas se encuentren balanceadas dentro del tambor y controlar que no haya objetos metálicos pequeños que puedan trabarse en el tambor. Para evitarlo, ese tipo de prendas (zapatillas, prendas íntimas con alambre, o ropa con mostacillas) debe ser colocada dentro de una funda para su limpieza.

El horno tarda en prender. La ignición retrasada, es decir, que el horno tarde más de lo esperado en prender, puede ser causada por los elementos de encendido bloqueados. Es mejor que un técnico calificado examine el horno de gas. Podrán determinar si hay obstrucciones y solucionar el problema . El encendido retardado puede provocar un incendio o una explosión, lo que podría dañar el cristal del horno y otras partes internas.

La tapa del horno se cae. El continuo uso del horno puede causar que las bisagras de la puerta se gasten y el horno no pueda cerrarse bien, haciendo que el aire caliente se escape y cocine más lentamente, lo que lleva a un consumo extra de gas o electricidad y el daño de otras piezas externas del horno. Para garantizar que esto no suceda, la tapa del horno debe tratarse delicadamente, sin apoyar nada en su superficie cuando está abierta ni dejarla abierta sin motivo. En caso de que haya que reemplazar las bisagras siempre es recomendable llamar a un profesional. 

Problemas con la temperatura del agua. Los termotanques mantienen constante la temperatura del agua. Cuando se consume parte del agua caliente ingresa agua fría al artefacto bajando la temperatura del mismo. Es allí cuando el termostato, al tomar la temperatura del agua, enciende el equipo para volver a calentarla. Si el termostato está dañado este proceso no se realiza correctamente. De igual modo si la zona donde se encuentra instalado es de agua dura, el sarro que ésta genera retrasará el calentamiento del agua y dañara la resistencia si el termotanque es eléctrico, para ello es necesario purgar periódicamente el tanque, vaciando una parte del agua contenida hasta ver que la misma sale transparente, eso permitirá eliminar el sarro que aún no se solidificó en su interior y extenderá la vida útil del termotanque, así como ayudará al ahorro de energía del hogar.

Es importante mantenerse alerta para identificar fallas, así como estar bien asesorados al momento de reemplazar o elegir artefactos para el hogar, en caso de que sea necesario. 

Fuente. Longvie.

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