Cómo incluir el color naranja en tu armario este 2020


Durante la primavera-verano el amarillo, en sus muchas versiones, fue uno de los colores más demandados por las fashionistas. Pero, desde comienzos de año, el naranja ha ido tomando preponderancia hasta que logró posicionarse en el nuevo objeto de deseo de las influencers.

Textos. Soledad Vittori

El 2020 ha empezado pisando fuerte, y nos ha regalado toda la inspiración que se necesita para dar color y vida a tus atuendos. Las sucesivas alfombras rojas de las entregas de premios más anheladas del mundo y sus invitadas han dado la clave para acertar en este nuevo año.

Laura Dern, Rachel Brosnahan, Alison Brie, Gwyneth Paltrow, Blake Lively, Beyoncé, Gigi Hadid, Kendall Jenner, entre otras, han apostado al unísono por la misma tonalidad: el naranja.

Algunas en la alfombra roja y otras en la vida cotidiana han implementando esta movida con vestidos largos, cortos, ajustados, con escotes, en camisas, pantalones y hasta faldas plisadas.

Y es que la tendencia ha saltado a la calle en un santiamén. Tanto así que las firmas low cost como Zara y Mango han hecho eco de este color para consagrar sus colecciones. Las cuales no tardaron en arribar al street style.

Vale recordar que para este año Pantone, la autoridad máxima en lo que respecta al color, había previsto como tono del 2020 al Classic Blue. La realidad es que el naranja se ha robado todo el protagonismo. Lo llamativo de esto es que ambas tonalidades se complementan para combinar a la perfección. Y es que, si se observa un círculo cromático, el naranja y el azul son colores de contraste. Un ejemplo claro y sencillo de esta mezcla es un outfit que incluya jean con una remera de este color.

Volviendo al tema de base, dentro de los tonos naranjas existe uno en particular que está poblando Instagram y que se encuentra a medio camino entre el amarillo y el anaranjado. El mismo es bautizado con el nombre «amarillo indio» en pinturas al óleo o como «tangerine» (mandarina) en varias tiendas de ropa dada su reminiscencia con el color de la piel de esta fruta que es de un naranja algo más suave y con tintes amarillos. Así y todo, la reconocida firma Mango no se anduvo con vueltas y llamó a este color liso y llanamente como «naranja» a la hora de teñir su colección. Por lo que, concluyendo, aunque la mezcla parece estar clara, el nombre con el que se bautiza a este color no lo está tanto.

Aún así, volviendo a la idea del párrafo anterior, si bien el color más deseado por las influencers es el anaranjado claro, la realidad es que toda la gama del naranja es tendencia. Este color vibrante y apetecible tiene las mismas propiedades que el fucsia, su variedad completa de tonos incluye una gama cromática que favorece a todos los tipos de piel. El secreto está en saber cuál, del más butano al más suave, es el que te sienta mejor.

Una forma de apreciar esta corriente que viene con fuerza es ingresar a Instagram, la plataforma se ha teñido de esta moda precisamente para realzar cualquier tono de piel. Ahora bien, la elección de este color a la hora de vestirnos tiene una explicación psicológica asociada a él. El naranja se vincula a valores particulares, su tono tan vivaz lo lleva a traducirse en emociones relacionadas con el positivismo y la alegría. Quizás por eso ahondar en él puede traer gratas sorpresas.

Basta con echar un vistazo rápido al universo de la cromoterapia (terapia del color) para saber que el naranja es un color energético, estimulante, audaz, aventurero, que activa la creatividad y el entusiasmo.

Continuando con la explicación, incluir este color en nuestro armario no implica bajo ningún motivo dejar de lado los tonos básicos y neutros que integran el fondo de cualquier placard. Más bien, se trata de dejar entrar este el color a tu vida para jugar con él y dar luz y creatividad a tus atuendos.

Cómo combinarlo

La forma más sencilla de vestir de naranja es apostar precisamente por la prenda fetiche del buen tiempo: el vestido. Un total look de este color es la forma más fácil de incorporarlo si se tiene en cuenta que es un tono tremendamente complicado de combinar.

Si no se animan a un total look, lo mejor es ir incorporándolo de a poco, de manera parcial. El naranja puede compartir protagonismo con tonalidades neutras como el negro, el blanco y el nude. Una opción ideal es que se incluya en un estampado y se le agreguen prendas básicas como un jean y sandalias de colores neutros. El naranja siempre va a ser el color predominante del look.

Los tonos neón continúan siendo una de las grandes tendencias de este otoño-invierno, y el anaranjado en clave flúor sin dudas será irresistible tanto para looks de día como de noche, ya sea en cazadoras y remeras o en vestidos de fiesta. Será un auténtico must al que recurrir esta estación.

Otra opción es incluirlo solo en los accesorios. Una alternativa sencilla sin arriesgar el look es adoptarlo en los detalles. Aros, collares, bolsos y zapatos roban suspiros a la hora de crear un outfit y si lo introducimos a modo de esencia retro será verdaderamente perfecto.

No hace falta poner toda la carne en el asador. Un pequeño toque de color es más que suficiente cuando se trata de tonalidades tan vibrantes y llamativas como esta. Una prenda negra o blanca con algún detalle en naranja llama mucho la atención. Añadir unas sandalias de color naranja a la ecuación o un bolso tejido en esta tonalidad no solo es la manera más sencilla de apuntarse a la tendencia, sino que además incluirá ese toque de riesgo que eleva tu look al terreno de lo deseado por muy discreto que sea.

Y, para terminar, una última forma de incluir este pequeño gesto es en clave beauty. Para las que no quieren teñir su armario con el color de la temporada pero sí que quieren hacerle un pequeño guiño estético, la solución son las uñas. Dado que la manicura amarilla es tendencia, llevar las uñas teñidas con esta tonalidad cítrica puede ser la mejor y más discreta de las ideas ya que sin dudas cuenta con cierta capacidad de atracción visual.

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