Vestir de blanco no implica alejarse de las tendencias de la temporada. Por este motivo, Revista Nosotros te revela tres trucos para actualizar el color más amado del verano.
Lucir prendas blancas en verano es un clásico que nunca falla. No obstante es importante decidir cómo hacerlo. Es hora de dejar de lado el look demasiado tradicional. Si atendemos a las tendencias de la temporada, las prendas de color blanco llevadas en alguna de las formas que te mencionamos a continuación pueden resultar de todo, menos aburridas.
La clave está en darle una oportunidad al tejido más deseado del verano, invertir en la silueta que viene triunfando las últimas temporadas o apostar por esos detalles estratégicos que hacen que un diseño resulte más moderno que nunca. ¿La buena noticia? En todos los casos hablamos de grandes inversiones para tu armario puesto que las tres tendencias de las que vamos a hablar seguirán triunfando la próxima temporada otoño-invierno.
Tejidos plisados
Tal y como ocurre con todos los looks monocromáticos de tonos neutros, en el caso del total white la textura de las prendas entra en juego y se convierte en un foco de atención. De ahí que decantar por tejidos carismáticos sea una apuesta segura para dar fuerza a esta tonalidad. Los tejidos plisados o de efecto arrugado, tendencia clave de la temporada, darán un toque más sofisticado e interesante a tu look. Las faldas plisadas por debajo de la rodilla son las más aclamadas. Si además hacés como la insider Katarina Petrovic y lo llevas a modo de conjunto, el impacto será todavía mayor.
Recurrir al juego de volúmenes
Ahora que las mangas abullonadas han dejado de ser la novedad para convertirse en una tendencia estable, es cuando toca experimentar con sus volúmenes y sus muchos beneficios estéticos. De ahí que un look de color blanco que podría resultar aburrido gane en sofisticación con un top de mangas XL. Los pantalones anchos cropped acampanados también ayudan a poner énfasis en la silueta.
Apostar a las aberturas
Los vestidos de color blanco parecen la prenda más sencilla del mundo pero no siempre son fáciles de llevar o resultan favorecedores. Por eso es clave invertir en un diseño que incluya un detalle de tendencia, como son las aberturas estratégicas. Los recortes laterales serán un must del próximo otoño. Es una manera muy 2020 de actualizar un clásico del armario estival. Otro apunte: enseñar centímetros de piel de una manera diferente evita el temido «efecto saco» cuando las prendas son amplias.