Es uno de los accesorios más versátiles y sentadores, para el tiempo libre e incluso, para una fiesta.
Ya llevamos una buena temporada viendo cómo las diademas se cuelan poco a poco en nuestros looks, bien sea en esos más del día a día, como en aquellos otros que son más festivos o arreglados.
Diademas con recogidos
Comenzamos con una opción perfecta para cualquier momento del día. Y es que si nos hacemos un recogido, con la forma que sea, podemos incluir una diadema, dándole un twist completo a nuestro look.
Así, bien nos hagamos un rodete, un recogido bajo de fiesta, incluso usemos el efecto wet, cualquier opción es buena. De hecho, puede dar un toque más formal o «de fiesta».

Diademas con cabello suelto y liso
Quizá, la forma por antonomasia de lucir una diadema (y que más nos recuerda a nuestros años de colegio) es con el pelo liso, raya al medio (a un lado en algunos casos) y apartando por completo el cabello de la cara, de manera que no solo se convierte en un accesorio perfecto, sino que también nos ayuda a tener prolijo el cabello.
Con cabello suelto y ondulado
Y es que el efecto es diferente al anterior, no es lo mismo ese look un poco más naif que nos da con el pelo liso, al que conseguimos con el pelo ondulado, bien con ondas más ligeras o más marcadas. Hay dos opciones para este tipo de pelo, bien sea apartando todo el cabello de la cara, o colocándola a la mitad del cabello, creando dos secciones perfectamente definidas gracias a la diadema.

Diademas con coletas
Y, sobre todo, con coletas bajas y con raya al medio, ya sea más o menos pulida, cualquier opción es perfecta para incluir una diadema y aquí tenéis ejemplos de lo más variados en los que encontrar la inspiración definitiva.
Para sacar la Blair Waldorf que hay en vos.