Por Soledad Adjad.
Al podar se estimula el crecimiento de la planta. Se trata de una tarea que se debe hacer con tijeras de podar afiladas, eliminando las partes feas de la planta para que esta crezca linda y con mucha fuerza. Se tienen que eliminar también las partes que no colaboren con la forma deseada que queramos que nuestra planta mantenga, como por ejemplo, ramas excesivamente largas.
Es importante que los elementos con los que realicemos la poda estén desinfectados, de lo contrario, podemos contagiar las plantas infectando el corte y dejándolas expuestas a cualquier tipo de enfermedades y/o plagas que podrían provocarle la muerte.
Las plantas de interior sin floración aparente pueden ser podadas al final del invierno, las de flor podrán ser podadas siempre que la floración haya terminado.
El corte a realizar se aconseja realizarlo de manera sesgada.
Se deben eliminar hojas, flores, ramas completas, etc. que se encuentren en feo estado, esto favorece que las hojas y flores que queden en la planta, crezcan más lindas y fuertes, además se generan otras nuevas.
Se pueden podar las ramas más bajas que salen de la rama principal, o eliminar la cantidad de follaje superior, siempre cortando se manera sesgada con cuidado de no eliminar las yemas/nudos, que es desde donde nacerán las hojas y flores nuevas.
Cuando se eliminan las ramas excesivamente largas, además de mantener la forma deseada, se favorece el crecimiento más denso del ejemplar, más tupido y lleno de verde.
Eliminar entre el 10 y el 20 por ciento del follaje total cada vez que se pode y si se tienen dudas, podar solo lo necesario y en la menor cantidad posible.
Una vez terminada esta etapa, continuar la fertilización, para la cual se deben seguir las indicaciones del fertilizante utilizado y que se puede comprar en cualquier vivero cercano.
Otro cuidado a tener en cuenta es el de limpiar con mucha atención las hojas. Para quitarles el polvo y dejarlas brillantes y lindas, se recomienda utilizar un algodón humedecido. Para cada planta usar un algodón nuevo, así se evita contagiar unas con otras.
Para finalizar, hay que tener cuidado de nunca regarlas en exceso. El sustrato debe mantenerse siempre húmedo, pero no con agua estancada. Introducir un dedo a unos 2 o 3 cm. de profundidad, si se observa que está húmedo… no regar. Es importante que la base de la maceta tenga las perforaciones correspondientes para poder drenar el liquido que la planta no necesite. Si las flores y/o hojas se caen de manera temprana, puede tratarse de exceso de agua, las raíces blandas también son signo del mismo problema.