Cuál es la diferencia entre esmaltado tradicional, semipermanente y esculpidas


Muchas mujeres buscan arreglar sus manos y verlas prolijas pero no saben que tratamiento elegir. Por este motivo, Revista Nosotros te cuenta a continuación la diferencia entre estos tres procedimientos.

 Soledad Vittori

Para nadie es un secreto el hecho de que la manicura se está volviendo un cuidado básico y esencial para la mujer de hoy en día. Ya no sólo por el simple hecho de que es una buena tarjeta de presentación en lo laboral sino simplemente porque nos apetece.

Su objetivo siempre es el mismo, conseguir una manicura perfecta y con una apariencia natural que sea lo más duradera posible. Existen tres tipos de tratamientos a la hora de elegir hacerte las manos: esmaltado tradicional, semipermanente y esculpidas de gel o acrílico.

Cuando se habla de que un tratamiento es permanente no se debe tomar el nombre de manera absolutamente literal puesto que las las uñas no paran nunca de crecer. Esta calificación se debe a su larga durabilidad y calidad cuando se comparan con los esmaltes tradicionales.

Las fórmulas y aplicaciones entre el esmaltado tradicional y el semipermanente son similares aunque existen pequeñas diferencias entre ellos que pueden ser suficientes para que una mujer pueda preferir uno en vez del otro.

El esmalte normal, el que se utilizó toda la vida, se pone y se quita a voluntad y se puede cambiar tantas veces como apetezca. Eso sí, utilizando productos de calidad y siempre anteponiendo una base para proteger la uña natural y al mismo tiempo para que el producto adhiera mejor y dure más.

Ahora bien, la nueva versión de esta aplicación tradicional son los esmaltes de larga duración que por su composición, base y top coat específicos están diseñados para durar algo más que un esmalte tradicional.

El esmalte semipermanente, que ha irrumpido hace poco más de 3 años, es todo un éxito. Si bien, se aplica exactamente igual que un esmaltado tradicional: una capa de base, dos de color y un top coat.; la diferencia radica en su composición y secado. Las semipermanentes obligatoriamente necesitan secarse con la ayuda de una lámpara de UVA donde al final del proceso las uñas están literalmente listas para llevar a cualquier lado, a diferencia del esmaltado tradicional donde uno tiene que cuidarse de no mover las manos para no correr la pintura. No hay tiempo suplementario de espera para su secado y por su fórmula el esmalte dura mucho más sobre la uña que el tradicional.

Al exponerse bajo esta luz UV, el acrílico o gel presente en la fórmula de estos esmaltes se funde con la uña natural, garantizando que la pintura no se suelte de la uña. Reduciendo el riesgo de que la uña natural se rompa.

El esmalte semipermanente combina lo mejor de los dos mundos, de un esmalte normal y de las uñas falsas. Su viscosidad y textura es muy similar al primero, lo que hace que su aplicación sea familiar y sencilla pero su durabilidad y perfección se asocia más al segundo. En este tipo de tratamientos, la manicura puede durar entre 15 y 20 días perfecta.

Todo depende siempre del objetivo que se desee lograr. Si lo que se desea conseguir son unas uñas largas que duren incluso meses, las esculpidas son la mejor opción puesto que una vez por mes se van rellenando y limando para lograr un acabado perfecto y duradero. Pero si lo que se busca es cambiar constantemente de diseño entonces se debe optar por las semipermanentes.

Así mismo, si el problema viene por el lado de que sueles ser de las chicas que se muerde las uñas y que por eso las tienes cortitas, las de gel son perfectas para lucir unas uñas largas y finas durante largo tiempo. Mientras que, si eres de las que tiene las uñas débiles y quieres de vez en cuando dejarlas respirar entre manicura y manicura, el esmalte semipermanente es perfecto para protegerlas durante unas semanas.

La principal diferencia entre la manicura semipermanente y las esculpidas es que, con estas últimas, tendrás unas uñas intactas hasta que decidas quitarlas mientras que la manicura semipermanente solo te durará de 2 a 3 semanas.

Las uñas postizas son menos naturales puesto que se nota que no pertenecen a la uña del dedo. Son un poquito más gruesas pero se mantienen impecables hasta el último día. Por su parte, la manicura semipermanente tiene un acabado que se asemeja más al tradicional. La elección es tuya.

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