Descanso confortable en siete pasos


Con algunas pequeñas modificaciones podemos hacer de nuestro dormitorio un espacio que invite al relax.

UN BUEN COLCHÓN. La base de un buen descanso es la cama y su respectivo colchón. Elegir estos elementos de forma adecuada es el primer e imprescindible paso para diseñar un dormitorio que invite al relax. El colchón debe adecuarse a las necesidades del cuerpo, no debe ser ni demasiado duro ni demasiado blando. Asimismo, es importante la elección de las almohadas correctas y la ropa de cama suave, que resulte confortable.

LA TEMPERATURA JUSTA. A la hora de diseñar esta habitación es conveniente considerar de qué forma se va a calefaccionar durante los meses fríos y cómo se va a mantener fresca en verano. La temperatura influye directamente en la calidad del sueño.

CORRECTA VENTILACIÓN. Las ventanas son parte fundamental de todo dormitorio. Es importante que puedan abrirse todos los días y permitir que el ambiente se ventile para mantener el aire limpio y fresco.

LOS RUIDOS, AFUERA. Nada interrumpe más el descanso que los ruidos fuertes y molestos. Por eso es fundamental generar un espacio aislado y silencioso. Los vidrios dobles en las ventanas, las cortinas gruesas -de terciopelo, por ejemplo- la ropa de cama, los almohadones y las alfombra colaboran en este sentido y logran ambientes agradables.

LA IMPORTANCIA DE LA LUZ. Es importante detenerse a pensar la iluminación del cuarto para elegir la correcta y gozar de sus beneficios. No pueden faltar veladores así como una buena luz central que ilumine perfectamente pero sin encandilar. En lo posible, optar por lámparas que emitan luz indirecta o difusa.

TODO EN ORDEN. No es novedad que el orden favorece el descanso. Una habitación recargada de elementos y estímulos visuales puede ser un obstáculo a la hora de conciliar el sueño. ¿Cómo mantener el orden? Optando por muebles útiles, funcionales y con gran capacidad de guardado como cajoneras, cómodas o bibliotecas. Un toque deco en este sentido pueden darlo los canastos o cestas grandes en las que guardar mantas y almohadones.

UN ESPACIO PERSONAL. El dormitorio debería ser la habitación más personal de la casa. Por esto es que tanto los muebles, los colores y los diferentes elementos que se elijan para decorarlo deben ser muy bien pensados. Los objetos como fotos, recuerdos o libros son ideales para dar el toque perfecto de intimidad.

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