El orden de nacimiento es uno de los factores que ha captado la atención de los psicólogos durante décadas. La idea de que la posición que un individuo ocupa en la familia puede influir en su personalidad y su comportamiento ha sido objeto de numerosos estudios científicos. Aunque algunos estudios sugieren que el orden de nacimiento no tiene ningún efecto en la personalidad, otros investigadores han encontrado evidencia de que el orden de nacimiento puede influir en varios aspectos de la personalidad.
Según un estudio de 2015 publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, el orden de nacimiento puede influir en la personalidad de una persona. El estudio encontró que los primeros hijos tienden a ser más extrovertidos, ambiciosos y líderes naturales, mientras que los hijos más jóvenes son más propensos a ser creativos y a tomar riesgos.
«Los resultados sugieren que el orden de nacimiento puede influir en la personalidad de una persona a través de las experiencias únicas que experimenta en relación con sus hermanos y a través de la forma en que la familia trata a cada uno de sus hijos», explica Frank Sulloway, autor del estudio y psicólogo de la Universidad de California en Berkeley.
Otro estudio de 2017, publicado en la revista Frontiers in Psychology, encontró que los primeros hijos son más propensos a tener una personalidad orientada hacia el logro, mientras que los hijos más jóvenes son más propensos a tener una personalidad orientada hacia la creatividad y la innovación.
«Los primeros hijos tienen más probabilidades de ser responsables y orientados al éxito porque a menudo son los primeros en experimentar expectativas y responsabilidades familiares», explica la autora del estudio, Katherine Ratliffe, profesora de psicología de la Universidad de Florida.
¿Qué lugar ocupa cada tipo de hermano en la familia?
Además de los estudios mencionados anteriormente, muchos otros investigadores han intentado establecer patrones claros entre el orden de nacimiento y la personalidad de un individuo. Aunque estos patrones pueden variar de una familia a otra, algunos rasgos de personalidad han sido comúnmente asociados con cada posición en la familia.
Hermanos mayores:
Los hermanos mayores tienden a ser responsables, ambiciosos y orientados al logro. Esto puede deberse a la mayor presión que a menudo experimentan para actuar como modelos a seguir y establecer expectativas para los hermanos más jóvenes. Los hermanos mayores suelen ser más tradicionales, rígidos y perfeccionistas que sus hermanos menores. También tienden a ser más conservadores en su comportamiento y menos propensos a tomar riesgos.
Hermanos del medio:
Los hermanos del medio a menudo se encuentran en una posición única en la familia. A menudo, no son los primeros ni los últimos en la línea de la sucesión, lo que puede hacer que se sientan menos reconocidos y marginados. Debido a esto, los hermanos del medio suelen ser flexibles, adaptables y diplomáticos. Son expertos en resolver conflictos y tienen habilidades sociales superiores a las de sus hermanos mayores o menores. Los hermanos del medio también tienden a ser más independientes y menos centrados en la familia que sus hermanos mayores.
Hermanos menores:
Los hermanos menores a menudo son los más creativos, innovadores y sociables de la familia. Esto se debe a que a menudo tienen que luchar por atención y recursos dentro de la familia, y se ven obligados a desarrollar habilidades sociales avanzadas para ser notados. Los hermanos menores también son más propensos a tomar riesgos y buscar nuevas experiencias que sus hermanos mayores. Debido a que a menudo tienen menos expectativas y presión de sus padres y hermanos mayores, los hermanos menores pueden ser más libres y aventureros en su enfoque de la vida.
En conclusión, aunque estos patrones pueden variar en cada familia, el orden de nacimiento puede influir en la personalidad de un individuo de varias maneras. Es importante tener en cuenta que estos patrones son solo generalizaciones y que cada persona es única en su personalidad y comportamiento. Sin embargo, comprender los patrones asociados con cada posición en la familia puede ayudarnos a comprender mejor nuestras propias personalidades y relaciones con nuestros hermanos y familiares.