El año que vivimos en Home Office


 El 19 de marzo de 2020 comenzó el ASPO (Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio) con motivo de la llegada de la pandemia, generada por el Covid-19, al país. Esa situación generó que alrededor de 3 millones de trabajadores argentinos abandonaran sus oficinas, sus escritorios y espacios, las reuniones en equipo, el encuentro en la cocina, el after office y comenzaran a trabajar virtualmente desde sus hogares.

Hoy, a casi un año del Home Office masivo (porque la modalidad no es nueva), Adecco Argentina realizó un estudio con más de 3.700 trabajadores para conocer cómo se adaptaron, qué ayuda recibieron por parte de sus empleadores y qué esperan de este nuevo formato laboral que, por lo que parece, llegó para quedarse.

En dicho trabajo sobresale que un 91% de los consultados aseguró no haber recibido ninguna ayuda por parte de su empleador para el pago de Internet, luz o algún otro servicio. Sin embargo, y pese a ello, la mitad estaría muy contenta de poder trabajar bajo el modelo híbrido de algunos días en la oficina y otros en casa.

¿El Home Office dejó de ser un beneficio? ¿Se mantendrá en 2021?

Casi el 57% de los consultados, pese al año que llevan trabajando desde casa, lo continúan considerando como un beneficio, en tanto que un 32% considera que ya dejó de serlo, dado que es su forma de trabajar.

Un 58% de los consultados aseguraron que en las compañías donde trabajan continuará la modalidad del Home Office durante 2021, un 17% remarcó que vuelven a la oficina, en tanto que el 25% explicó que todavía no hay una decisión tomada al respecto.

En los primeros meses de la cuarentena, una de las mayores complicaciones de la nueva modalidad era el trabajo excesivo y la imposibilidad (en muchos casos) de poder cortar con la rutina laboral. El 42% trabajaba más horas que cuando concurría a la oficina. Luego de casi un año, esta tendencia se revirtió ya que en la actualidad un 51% aseguró haberse acostumbrado y acomodó sus tiempos para no trabajar más que cuando estaba en la oficina. Sin embargo, las jornadas laborales más largas que en la “normalidad” se mantienen para casi un 38% de los que participaron en la encuesta.

Con respecto al trabajo en casa con los chicos, un 19% admitió que al principio fue difícil pero que con el paso del tiempo todos se fueron adaptando y terminó funcionando. Un 13% consideró que, más allá de todo, afecta la productividad laboral de las personas; mientras que para otro 10% de los consultados no afecta en absoluto. Frente a esta consulta, el resto de las personas prefirió no contestar.

La situación económica de los trabajadores en pandemia

Un 56% manifestó que su situación económica empeoró desde que llegó la pandemia, mientras que para un 33% de los argentinos se mantiene igual. En tanto que para un 10% es mejor que antes de la llegada del Covid-19 al país.

El hogar se transformó en la oficina, ¿qué pasa con el equipamiento y cómo participaron los empleadores en este reordenamiento casa-oficina?

Muchos argentinos, además de readaptar su vida a la nueva modalidad, también debieron readaptar sus hogares. Un 62% manifestó que pudo hacerlo correctamente, mientras que el 38% no pudo hacerlo por diversos factores: económico, falta de espacio y otras situaciones. En este aspecto también se puede señalar que el 72% no recibió ningún tipo de ayuda de su empleador para equipar su lugar de trabajo. Sólo un 28% tuvo la suerte de recibir sillas, escritorios, computadoras o alguna ayuda económica para adquirir equipos, muebles o suplir alguna otra necesidad.

En una misma línea, un 91% destacó no estar recibiendo ninguna ayuda económica para el pago de los servicios de Internet, luz u algún otro servicio. Solo un 9% cuenta con el respaldo económico para afrontarlos.

Al respecto, el 63% aseguró estar gastando menos dinero que cuando concurría al trabajo diariamente, un 15% indicó que gasta lo mismo, un 10% que tiene más gastos, en tanto que un porcentaje similar admitió no haber realizado ese análisis sobre su economía personal.

¿Qué beneficios esperan los empleados que hacen Home Office?

  • Sillas y escritorios
  • Pago de Internet
  • Pago de servicios
  • Mayor flexibilidad de horarios

¿Qué pasó con aquellos que recibían el almuerzo en el trabajo?

Un 32% señaló que tenía ese beneficio y el empleador ya no se hace cargo del mismo, un 6% lo sigue recibiendo y un 62% no contaba con el mismo antes de la pandemia.

Vacuna

Con relación a la posibilidad de vacunarse, un 40% remarcó que quiere hacerlo, un 36% que tiene algunas dudas y un 24% no quiere hacerlo.

¿Cómo seguirá?

En los primeros meses de la cuarentena una de las mayores complicaciones de la nueva modalidad era el trabajo excesivo y la imposibilidad (en muchos casos) de poder cortar con la rutina laboral. El 42% trabajaba más horas que cuando concurría a la oficina. Luego de casi un año, esta tendencia se revirtió ya que en la actualidad un 51% aseguró ya estar acostumbrado y acomodó sus tiempos para no trabajar más que cuando estaba en la oficina. Sin embargo las jornadas laborales más largas que en la “normalidad” se mantienen para casi un 38% de los que participaron en la encuesta.

Con respecto al trabajo en casa con los chicos, un 19% admitió que al principio fue difícil pero con el paso del tiempo todos se fueron adaptando y terminó funcionando. Un 13% consideró que, más allá de todo, afecta la productividad laboral de las personas; mientras que para otro 10% de los consultados no afecta en absoluto. Frente a esta consulta, el resto de las personas prefirió no contestar.

Al solicitarle a los encuestados que señalen una palabra para definir al Home Office se destacaron estas cuatro con los siguientes porcentajes: encierro (casi 21%), cansancio y felicidad (17% para cada una), alegría (15%). Otras palabras que también surgieron con menores porcentajes son: equilibrio, flexibilidad, comodidad, oportunidad, adaptación y cambio, entre otras.

¿Hay ganas de volver a la oficina?

Cerca de la mitad de los consultados tiene ganas de volver, pero bajo el modelo híbrido de unos días trabajando en casa y otros en la oficina. Casi un 26% asegura que no tiene ninguna intención y que prefiere seguir desarrollando sus tareas desde su casa, un 15% ya se cansó y quiere volver diariamente al modo presencial y un 9% no tuvo opción y ya volvió a la oficina en forma diaria.

Al momento de comentar aquellas cosas que se extrañan del trabajo bajo un mismo techo, un 45% destacó la relación con el equipo de trabajo como lo más importante. Otros temas que aparecen son poder separar el ocio de lo laboral; tener escritorio, silla y computadora; en tanto que un 20% remarcó estar mucho mejor trabajando desde su hogar y que no extraña nada.

¿Y la ropa?

Hasta marzo de 2019, el 46% de los argentinos le dedicaba entre un 5% y un 10% de su salario a la vestimenta laboral. Con la llegada de la cuarentena, el pijama, el jogging, las pantuflas y las ojotas se adueñaron del “dress code” laboral. Un artículo publicado en The New York Times Magazine, durante abril de 2020, sostuvo que, si bien la venta de ropa en Estados Unidos cayó un 79%, la de los joggings había crecido un 80%.

¿Y qué pasó con esa ropa conformada por vestidos, polleras, blusas, zapatos, camisas, jeans, trajes, sacos y zapatillas que hoy llenan placares y roperos, y algunos miran con nostalgia y otros con alegría? Un 78% de los consultados aseguró que no hizo nada con esa ropa y sigue en el mismo lugar, casi un 21% la utiliza para salir, en tanto que solo un 1% le dio un corte definitivo a la situación, se la sacó de encima y la regaló.

¿Y las vacaciones?

Un 40% de los consultados, por diversos motivos, no pudo tomarse vacaciones; un 27% dejó el tema para más adelante; un 17% realizó “Home Vacations” (se quedó en casa); mientras que un 16% tuvo la suerte de viajar y tomarse el ansiado descanso.

¿Desde dónde hacemos Home Office?

El trabajo remoto abre algunas posibilidades en cuanto a la localización del trabajador. Ya no es necesario trabajar desde la misma ciudad, provincia o país si no se volverá a la oficina. Esto trajo algunas nuevas tendencias y sueños, como poder trabajar con vista a las montañas, a una playa, río, campo, viñedo o bien hacerlo desde un pueblo tranquilo o algún otro lugar. En ese sentido, un 8% remarcó que se mudó en los últimos meses, a un 4% le gustaría hacerlo para poder estar más cerca de su familia, un 18% consideró la posibilidad buscando mayor amplitud en su hogar o bien algo más chico, un 20% pensando en ganar espacios verdes. Sin embargo, la mayoría (casi un 50%) no lo ha considerado. 

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