El miedo a salir de la cuarentena


Luego de adaptarnos en tiempo récord al teletrabajo, ahora se acerca la posibilidad de volver a las oficinas, lo que puede generar tensión, estrés y angustia. Para esto consultamos con algunos expertos acerca de cómo sobrellevar esa vuelta.

Textos. Revista Nosotros.

La cuarentena trajo como resultado que muchos empleados comenzaran por primera vez a trabajar desde sus hogares. Como el ser humano tiene a adaptarse a todo, esta modalidad que se fue imponiendo consta de detractores y entusiastas, pero sin lugar a dudas fue una de las pocas salidas rápidas para resolver la continuidad de los trabajos.

Muchos añoran el trajín propio de las oficinas y no ven la hora de volver a sus escritorios laborales. Pero también hay mucha gente que descubrió que trabaja más relajada en su propio hogar, sintiéndose más productivo y menos tensionado entre las paredes de su lugar.

Con la amenaza del Covid 19 todavía cerniéndose sobre nuestras ciudades, con miedos justificados sobre el contagio y el cuidado propio y de los afectos, se están detectando emergentes de trastornos particularmente relacionados con el deseo de no abandonar la seguridad del hogar para retornar al lugar de trabajo.

La nueva ley de teletrabajo sancionada en nuestro país contempla la elección por parte del empleado sobre la modalidad en que desea llevar a cabo su trabajo, pero incluso así, la posibilidad de volver a la rutina de trabajo de oficina, causa ansiedad a muchas personas.

Teletrabajo y el impacto en la salud mental

El nuevo escenario mundial desarrollado como respuesta a la pandemia por Covid-19, trajo consigo nuevas propuestas y transformaciones para las pequeñas, medianas y grandes empresas. El debate por la ley de teletrabajo pone en agenda una nueva normalidad que llegó para quedarse en mayor o menor medida: el home office. Sin embargo, poco se ha estudiado sobre las dinámicas que deben ajustarse a esta modalidad para cuidar la salud mental de los colaboradores que hoy, sin ningún tipo de período de adaptación, han llevado su rutina laboral dentro de sus hogares.

«Las empresas suelen buscar soluciones pragmáticas y veloces a los problemas. Sin embargo, el Covid-19 ha generado ataques por tantos flancos simultáneos que las respuestas más habituales no siempre serán las más acertadas; mucho menos en lo que a la salud de la mente se refiere», destaca Alejandro Melamed, Director General de Humanize Consulting. Si bien podemos asegurar que nuestro cerebro tiene la capacidad innata de adaptación a un nuevo contexto, no lo hace sin un costo.

Según afirma un reporte realizado por la consultora McKinsey, aquellas empresas que no esperen un retorno a la situación previa y que puedan imaginar y prepararse para estos diferentes escenarios, van a tener una mayor probabilidad de éxito y fortalecimiento en esta adversidad. Asimismo, afirma Melamed, las organizaciones que tengan en cuenta el aspecto de la contención psicológica y emocional de su personal, propiciando el desarrollo de recursos y capacidades que protejan su bienestar integral, tendrá un impacto positivo no solo a nivel sanitario y humano sino también a nivel familiar, social y económico.

Ahora, ¿cómo proteger la salud mental de nuestro talento si se identifican rasgos de estrés, ansiedad, angustia? La profesional de Fundación Ineco Maria Roca, sostiene que aquello que llamamos estrés, es la respuesta de nuestro organismo para adaptarnos y lidiar con los cambios y es fundamental que los empleadores puedan proveer estrategias sobre cómo atravesar esta situación de manera positiva.

«La mayoría de nosotros estamos desarrollando habilidades nuevas ante la adversidad. Resulta crucial salir del estrés y enfocarnos en la resiliencia para salir fortalecidos de estas situaciones críticas» explica Roca. «Reconocer el miedo, la ansiedad, ira, tristeza, entre otras emociones y no ignorarlas, es el primer paso que nos permitirá convertirlas en la energía necesaria para lidiar con la nueva normalidad».

Según los expertos, la situación que estamos viviendo aumenta y aumentará notablemente la presencia de condiciones relacionadas con la salud mental tales como el burn-out y el estrés postraumático. Es así como, si el trabajo remoto llegó para quedarse y acompañar el futuro cercano que se avecina, priorizar la salud mental para los empleados será primordial; disminuyendo así el impacto negativo en las propias personas y desde ya, en su desempeño laboral.

El regreso a la oficina

¿Qué tips se pueden aplicar para la vuelta al trabajo en espacios compartidos? Considerando el volver adaptarse a una rutina, volver a la tiranía del reloj, a los ruidos propios de la oficina…

«El tiempo de aislamiento físico traerá cambios de hábitos en el regreso a las oficinas y al volver a compartir espacios. Las primeras recomendaciones están ligadas a cuidar la integridad física, por lo que es probable que haya que cambiar la distribución de los escritorios o reorganizar el lugar», explica Teresita de Velazco, de Hire.

La mayoría de las empresas ya están poniendo en práctica este protocolo, donde conviven los dos sistemas: el trabajo remoto y el presencial.

Emocionalmente también implicará una adaptación el regreso, volver a salir del hogar y acostumbrarnos nuevamente a los ruidos, estímulos visuales llevará tiempo y puede costarnos. Y lidiar con el miedo al contagio, un dato no menor en la resistencia a volver a la oficina.

Relacionado con esto, Teresita respondió una serie de preguntas puntuales.

¿De qué manera se puede lidiar con las disputas «de pasillo»?

Es recomendable evitar las charlas de pasillo, concientizando en el cuidado en conjunto. Y establecer canales formales y activos de comunicación certera entre empresa y empleados.

¿Qué hacer frente a la angustia de abandonar la tranquilidad del hogar para volver al ritmo de la oficina?

El ritmo de trabajo puede despertar muchas emociones, no solo angustia, es legítimo que surja miedo, ansiedad, alivio… cada uno de nosotros tiene su propio mundo emocional y la recomendación es primero detenernos a registras que es lo que estamos sintiendo. ¿Qué me genera el regreso? Desde la autoconciencia emocional, poder compartir lo que estoy sintiendo, pedir ayuda, dejarme sostener por mi amigos, familia, etc.

¿Es posible ser más productivo desde el trabajo remoto?

Creo que se puede ser más productivo, y que también habrá días mejores que otros, cuando el trabajo remoto se torna en la nueva realidad y todos las actividades suceden bajo el mismo techo, es probable que aparezcan distracciones y simultaneidad de tareas. Creo que lo mejor es un mix entre la virtualidad y espacios de encuentro con compañeros, concluye Velazco.

Es probable que el modelo que a la larga permanezca sea justamente un híbrido entre trabajo remoto y semi-presencial. De esta manera, se tendría lo mejor de cada modalidad.

Muchas personas tienen miedo de volver a salir a la calle por temor a contagiarse y ese miedo les impide recuperar la normalidad: «Es muy probable, que, en un principio, sintamos miedo. El miedo es una emoción primaria que es necesaria para la supervivencia y es adaptativa», explica Belén Guerrero Cuevas, psicóloga, especialista en trastornos de personalidad.

Cada persona es un mundo y como tal se comporta de diferente manera ante una situación determinada: «En psicología diferenciamos entre miedo adaptativo en la que el individuo es consciente de un miedo al que se enfrenta, en este caso el contagio, y tomará las medidas que crea oportunas para evitarlo. Sin embargo, se sentirá relativamente tranquilo y seguro al tomar dichas medidas. Este es un miedo adecuado y que nos ayudará a afrontar la situación. Por otro lado, está el miedo desadaptativo, este miedo se da en aquellas personas que cada vez que salgan a la calle manifestarán un miedo y ansiedad desproporcionado, se sentirán bloqueados por sus propias emociones. Su forma de pensar y actuar les puede interferir en su vida diaria» apunta la doctora Guerrero.

Cambios en las relaciones

El hecho de recuperar nuestra vida debe ser motivo de alegría. Sin embargo, sabemos que el riesgo de contagio va a seguir existiendo y que por tanto salir a la calle nos hace tener que tomar más precauciones: «Es probable que nos sintamos más vulnerables, pérdida de sensación de seguridad. Hace unos meses salíamos a la calle y nos sentíamos seguros sin tanta sensación de amenaza. Desde un punto de vista psicológico se recomienda observar las emociones, no reprimirlas, aceptarlas y compartirlas con alguien».

El paso del coronavirus, aparte del número de muertos e infectados que ha ido dejando, ha sembrado el miedo entre la población también y propiciado que aumenten los trastornos psicológicos entre la población aumentando una serie de patologías: La ansiedad generalizada, personas que ya de por sí tenían una predisposición a preocuparse por todo de forma desproporcionada, ahora con el coronavirus se acentúa esas preocupaciones y tienden al y si… de forma constante. Y si me contagio, y si me tienen que ingresar, y si yo no tengo un respirador. También el trastorno obsesivo compulsivo se ha acentuado de manera considerable.

Personas que ya de por sí presentaban el ritual de lavarse las manos de forma desadaptativa, por ejemplo 50 veces al día, ahora se ha incrementado de forma significativa agravando la enfermedad. Otra patología que ha aumentado es la hipocondría, pacientes que se miden cada hora la temperatura corporal o que debido a la hipervigilancia llaman continuamente al médico para ver que se sienten bien y no están infectados por el coronavirus. En líneas generales el coronavirus ha afectado mucho a la gente a nivel psicológico, lo bueno es que la psicología tiene muchas herramientas para tratarlas.

Terapia para vencer el miedo

Asumiendo que todos tenemos miedo al contagio, lo primordial es superar nuestros miedos y en caso de que no podamos por nosotros mismos acudir a un profesional que nos ayuda a recuperar la vida que teníamos antes de la irrupción del coronavirus. No se puede generalizar y pensar que va a existir un tratamiento único.

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