La igualdad de género se afianzó en la moda y se manifiesta con una nueva estética en los guardarropas que, lejos de travestir a los hombres y de masculinizar a las mujeres, redibuja un espacio neutro en el que lo femenino y lo masculino conviven sin necesidad de definirse. Con ustedes, la moda sin género.
Textos. Georgina Lacube.
La variedad y diversidad no escapa de las calles y las pasarelas, donde cada vez más se ven a hombres y mujeres vestidos con prendas pensadas para todos. Rad Hourani, el osado diseñador canadiense que se animó a romper con los códigos indumentarios tradicionales al crear una alta costura unisex, hizo punta en la tendencia.
Ocurrió en el 2013, en la semana de la moda de París, donde presentó diseños de corte simétricos y limpio que, sin importar el género y con tonos neutros, apuntaron a la concepción de una forma de vida más libre. ‘Empecé a diseñar ropa con un sentido de curiosidad e inocencia guiado por mi formación autodidacta, sin escuelas, ni profesores, ni fronteras ni formatos. Me atrae la idea de un mundo en el que se pueda vivir sin prejuicios. Por eso mis prendas son asexuales, no tienen temporadas, no vienen de ningún sitio ni son de ningún tiempo, a la vez que podrían estar en cualquier lugar en cualquier momento. Son chic y monocromáticas, siempre en una paleta de negros, blancos puros e intensos grises. Son aptas para individuos inconformistas”, describía por aquel entonces el artista.
Dos años más tarde, Selfridges, la famosa cadena de tiendas británica fundada en 1909, lanzaba una campaña llamada Agender: moda sin género. De este modo la tienda se apropió del concepto de androginia y lo volvió una declaración de principios. Así, desde su página Web, le dio la bienvenida a los usuarios explicándoles el significado de Agender e invitándolos a celebrar la no definición de género. Para reforzar la campaña convocó a Scott Schuman, creador de The Sartorialist, para retratar gente anónima que adopte este estilo en las calles londinenses. Además subieron un fashion film donde los códigos tradicionales de indumentaria dejaron de ser femeninos o masculinos, y acobijaron el culto a la no forma, a las siluetas sin sexo, a las paletas de colores sin ellos ni ellas.
De la equidad entre géneros también se ocupó Zara, cuando en el 2016 lanzó su primera colección de ropa unisex bajo el nombre Ungendered, conformada por ocho prendas básicas: un par de remeras blancas de algodón, unos jeans, un buzo gris con capucha, dos suéter de manga larga (uno azul marino y otro gris oscuro), unas bermudas y unos joggings aptos para contentar a hombres, mujeres e incluso a aquellas personas que no se identifican con ningún género. Entretanto, firmas como Gucci, Prada y Givenchy dejaban en claro que la moda sin género no tenía que ser necesariamente minimalista. En sus últimas colecciones combinaron ideas contrapuestas, como lo romántico y lo kitsch, con resultados impecables. Además, los modelos masculinos fueron introducidos en los desfiles de ropa femenina, vistiendo prendas de color rosa y verde menta, bordados delicados y telas históricamente femeninas, como el encaje y el satén. Las chicas lucieron, por su parte, cabezas rapadas y los chicos rostros lampiños de pieles impolutas. Incluso fueron un paso más allá al conferirles gran protagonismo en la pasarela a modelos transexuales como Andrej Pejic, Lea T. y Hari Nef.
Más tarde, la indefinición de género junto a la historia británica y una rica variedad de texturas y color fueron los temas de la colección Primavera-Verano 2017 de Burberry. Introduciendo un fuerte toque histórico que se remontaba a la Inglaterra isabelina, la colección de esta casa incluía una saco corto de terciopelo color salmón con un chaleco de satén azul pálido (que llevaba un hombre), una chaqueta de corte pijama con flores con un cuello blanco de volados (también puestas en un hombre) y las mismas gorgueras blancas sobre un vestido verde con motivos de hojas. Entre esta ropa genderless, había gabardinas que parecían batas de seda que lucieron modelos de ambos sexo por igual.
Escenario Local
Hoy, este tipo de moda habla de dos cuestiones: una, de un consumidor que a la hora de vestirse prioriza su gusto personal y sus inquietudes estéticas, y elije diseños que no necesariamente lo definen como una persona de tal o cual sexo. Por otra parte, este fenómeno da cuenta de nuevas formas de diseñar, más vinculadas con proponer simplemente prendas válidas para todos. Y en el tema hay referentes argentinos. “Mis prendas son para todos, sin importar su género o edad. Trabajar de esta manera abre muchas más posibilidades y brinda libertad al usuario, al mismo tiempo que lo incluye”, dice la diseñadora Lucía Chain, directora creativa de Chain. “Todos mis abrigos, camisas, túnicas y pantalones son muy holgados y tienen un sistema de ajustes para adaptarse a cada talle y personalizarse”, describe quien tiene bien en claro que lo “sexy” no se pierde con esta propuesta. “Definir “sexy” es bastante subjetivo. No creo que haya una única definición ni una única aproximación. Me gustan las siluetas amplias porque insinúan y eso para mí ya es sensual”.
Por su parte, Andrea Urquizu entiende que lo sexy no es un requisito para vestirse. “Al menos en mi concepción, pero más allá de eso, las prendas sin género no necesariamente son holgadas. Muchas veces se trabaja un entallado amplio o se pueden achicar con accesorios. Y al toque sexy se lo dará la actitud de quien lo lleve”, aclara quien empezó haciendo prendas sin género de la observación de sus clientes, chicos que querían ver el perchero femenino y mujeres que hurgaban en el masculino. “Creo que todo pertenece a todos, por eso valoro que cada uno tenga libertad para mirar eso que le atrae y compre lo que lo hace feliz, porque: ¿para qué dividir?”, plantea quien resuelve el tema de los talles trabajando con una mezcla de molderías de hombre y mujer, y basándose en la observación y preferencias de los usuarios. “Como la gran mayoría de las creaciones de la marca son piezas únicas se trabaja un solo talle y si no está el que necesita el usuario lo hacemos a medida”, resume esta creativa para quien el blanco y el negro son parte vital de ese universo minimalista en el que sobresalen suéteres, polleras para hombre y mujer, blazers, tapados y pantalones unisex.
Share Beauty: La nueva tendencia de compartir belleza
Sin duda, el público que consume belleza ya no es 100% femenino. Así lo demuestra un estudio realizado durante el primer trimestre de 2018 por Google, que indica que el 36% de las personas que se interesan en belleza, cuidado de la piel y últimas tendencias del cabello, son hombres. A su vez, revela que el 58% usa algún producto específico para el cuidado de la piel del rostro, mientras que el 10% usan cremas o lociones para las ojeras y bolsas. Adaptándose a este contexto, el mercado, ofrece cada vez más productos de cosmética desarrollados especialmente para ellos, y no se trata sólo de desodorantes o espumas de afeitar. Hay cremas para el contorno de ojos, hidratantes faciales y exfoliantes. Minéral 89 es un ejemplo de producto unisex, apto para todo tipo de pieles de cualquier edad. Su fórmula minimalista refuerza la función barrera de la piel. Además, viene sin silicona, sin parabenos, sin alcohol y por sobretodo sin perfume” Aseguró Josefina Catoggio, Jefe de producto de Vichy Argentina.
Entretanto, Natura lanzó Faces, una línea de maquillaje inclusiva en la que se destacan labiales, delineadores y máscaras para pestañas en colores clásicos y también vibrantes. También nueve tonos del lápiz labial cremoso, mini lápices extra negro para ojos, máscara negra 3 en 1 -para dar volumen, estiramiento y curvatura-, dos opciones de sombra trío, base extra liviana, corrector y polvo compacto. “Urbana, transgresora y diversa en su mensaje, esta es una apuesta moderna y descontracturada que conversa con todos los públicos”, resume Juan Salgado, gerente de Natura Argentina.