En una charla íntima con Sofía Aguiló, Health Coach en Nutrición Holística certificada, hablamos sobre la importancia de cambiar la forma en la que nos alimentamos y de crear hábitos saludables de la mano de un especialista que sepa guiar tu proceso.
Textos. Soledad Vittori. Fotos. Sofia Rodriguez Scaglione.
Para arrancar se preguntarán de dónde nace el Health Coaching. Las redes sociales ayudaron a tomar conciencia de la variedad enorme de opciones saludables que existen a la hora de elegir cómo alimentarse. A nivel social se empezó a entender el porqué y la importancia de la alimentación saludable. Y teniendo en cuenta esto, es que nace el Health Coaching. El cual, consiste en tener durante todo este proceso de cambio de hábitos un mentor o guía que te motive a elegir y crear hábitos saludables. Un coach es una persona que te aporta herramientas para alcanzar los objetivos que te propongas, para superar obstáculos, desarrollar habilidades y concretar finalmente el proyecto que hayas elegido.
Ahora bien, lo primero a tener en cuenta es que el Health Coaching va de la mano con un nutricionista. Ellos elaboran los planes de alimentación y el Health Coach ayuda a generar esos hábitos. Al respecto Sofi Aguiló, especialista en el área, afirmó: «Como Health Coaching mi trabajo es observar todo: cómo son tus relaciones personales, tu trabajo, tu carrera, si haces algún tipo de meditación o yoga, ir un poco más dentro. La realidad es que todo nos afecta. No es lo mismo comer en familia con gritos de por medio que en un ambiente donde reina la armonía. Esto afecta directamente el proceso de digestión y genera mala digestión. El cuerpo habla. Muchas veces una persona se brota o siente hinchazón abdominal y la respuesta es tomar alguna pastilla, sin tratar el problema de raíz. Como mentores de la alimentación saludable evaluamos el porqué de todo esto para poder generar un cambio.

«Lo mismo pasa cuando un nutricionista te da una dieta y no la podés cumplir. Bueno nosotros además de preguntar qué te lleva a no poder cumplirla, cuáles son tus excusas, vamos a la parte de organización. Vemos todo integrado no sólo el plato. Desde nuestro lugar buscamos romper esa barrera que impide llevar a cabo el plan de alimentación para tomar este proceso como un hábito que es necesario adquirir de la forma más natural posible y sin la connotación negativa de la dieta. También le damos la vuelta a una dieta para que no sea un plato aburrido.
«Está comprobado que los hábitos se generan en 21 días. Ahora bien, en el coaching damos cursos de 6 meses porque es importante aprender a sobrellevar todas las situaciones por las que una persona atraviesa en ese tiempo. Toda persona pasa por reuniones, eventos, peleas y diferentes estados de ánimo que tienen una connotación importante con la comida. Entonces, desde nuestro lugar, les enseñamos a saber sobrellevar un hábito cuando te toca vivir alguna de estas circunstancias.
«Y es que, desde que somos chicos nos programaron para eso: si estás mal te compran ¼ de helado mientras que si te portaste bien de recompensa te regalan un chocolate. Jamás te van a regalar una manzana si te portás bien. Entonces cuando estás mal necesitás eso, pedir un kilo de helado para el bajón. Emoción que se busca tapar y que empeora porque no se trata. En el Health Coaching buscamos que pienses qué te está pasando y cómo podés resolverlo. Es nutrición integral. De ahí la importancia del Health Coach, ya que ayudamos a desprogramar a la persona de conceptos no saludables para volver a programarla.
«Las sesiones son individuales ya que cada persona tiene gustos o necesidades completamente diferentes. Si a vos te gusta lo dulce o lo salado encaramos por ahí, buscamos de manera saludable cómo poder sacarte ese antojo, dándote herramientas para que comas dulce o salado y lo disfrutes. Si sos intolerante a algo, vamos por ese lugar. Es importante la bio individualidad, es decir, entender que lo que te sirve a vos para poder cambiar tu forma de alimentarte al otro no le sirve.
«Por eso sugerimos amigarse con la cocina y conectarte con la comida. Elaborar tus propios productos es mucho más sano. Por ejemplo, los dulceros pueden hacer un budín de avena y banana para desayunar mientras que aquellos que prefieren lo salado pueden comer una tostada de pan integral con palta. La clave es ir incorporando de a poco nutrientes sanos y poder decir ‘qué rico lo que preparé’ y que no sea un cambio rotundo de golpe», aclaró Aguiló.

Innovar con las recetas
Sofi es vegetariana desde los 13 años pero admitió a Revista Nosotros que en sus comienzos comía mal. Las latas de jardineras y las milanesas de soja eran su «pan de cada día» hasta que una amiga vegana le empezó a sugerir otras opciones. Ahora bien, el gran cambio se dio con la llegada de Instagram y sus millones de recetas al alcance de la mano.
«Cocinar e innovar con las recetas surgió por una necesidad propia. Me encantaba ver las fotos en Instagram de las cuentas que yo seguía pero llegaba un punto en el que era siempre lo mismo. Y veía que a pesar de ser todo saludable era todo con productos industriales. Ahí empecé a investigar, a buscar en internet y a producir mis propios productos de manera totalmente casera en mi casa. Como todo, arranqué de a poco y fui profundizando mis conocimientos. Un día dije ‘quiero dejar de usar queso crema’, entonces investigué y descubrí que podía crear una crema con castañas. Fue un proceso de probar y probar. Nadie aprende sin fallas. Muchas cosas me salieron feas o se me quemaron hasta que saqué bien la receta.
«De esta forma, de tanto incursionar en el tema es que me propuse estudiar algo relacionado a esto que tanto me gustaba. Y finalmente, cuando estaba por terminar la carrera de traductora, arranqué el coaching de manera online en un instituto de Nueva York donde me mandaban los módulos por semana y me tomaban los exámenes a distancia», explicó Aguiló.
A raíz de esto, Sofi contó sobre una de las principales consultas que recibe en su página web: la tan aclamada «hinchazón» o inflamación intestinal. Vale hacer un paréntesis y destacar que además de Health Coaching, Aguiló tiene una especialización en problemas digestivos. Y volviendo, destacó que la frase más común que escuchó fue «como sano pero sigo hinchada». A lo que la santafesina explicó: «Comer un queso untable del súper no es comer sano, el queso untable light no es saludable. Uno recarga el sistema con toxinas que el cuerpo no puede liberar. Lo importante es incorporar comida real, que provenga de la naturaleza. Un alimento real es un alimento que te va a nutrir y que tu cuerpo necesita. Se puede cocinar todo aquello que se te antoje sin recurrir a los elementos industriales. Por ejemplo, vas al súper y compras una leche vegetal que tiene más de cinco ingredientes y elementos que no podés ni pronunciar, mientras que una leche vegetal hecha en casa sólo requiere de almendras. Los productos de supermercado tienen conservantes, aditivos, azúcar, fructosa, saborizantes, aromatizantes y cosas tóxicas que tu cuerpo no necesita. Por este motivo resulta difícil desinflamar.
«Cuando a tu cuerpo le das comida real deja de pedir más comida. Te sentís más liviano, tenés más energías, estás más lúcido porque tu sistema procesa algo que le hace bien. Y por ende, deja de estar hinchado y congestionado. Y lográs, de esta forma, la tan anhelada desintoxicación, además de otros beneficios como mejorar la piel y pensar con más claridad ya que no estás digiriendo algo que a tu cuerpo le cuesta.
«En mi caso particular compro todo en dietéticas y verdulerías. No obstante, me parece importante aclarar que no todo lo que se encuentra en la dietética es saludable. Muchas veces venden cereales como los froot loops de colores que están llenos de conservantes, colorantes y azúcar. Por este motivo, siempre es importante mirar los ingredientes. Un pan de harina integral desde que salió de una fábrica hasta que llegó a una dietética, se pone duro. Por eso le ponen conservantes. Es importante tratar de buscar, sobre todo en Santa Fe, que hay muchos microemprendimientos de personas que vendan pan integral, pan de masa madre o pan casero que uno pueda saber de dónde viene y qué contiene.

«Si querés cambiar tus hábitos lo importante a la hora de entrar a una dietética es empezar por lo que conocés. Si sabés qué es la avena entonces arrancá por la avena o por el arroz integral para hacer el hábito más fácil. Es un proceso donde vas cambiando de a una cosa por día. Si el cambio es brusco no generás la costumbre o el hábito».
Y este es el segundo motivo de consulta cotidiana en su web: cómo organizar la alacena. «Si fuiste un día a la dietética y compraste todo sin saber para qué es, después no vas a saber para qué usarlo. Lo ideal y soy insistente con esto es ir de a poco, comprar e ir probando.
«Y en cuanto a la organización propiamente dicha de las comidas yo propongo disponer uno o dos días a la semana para dedicar una hora y media a cocinar para el resto de los días. Entonces no perdés la cabeza en el día a día sin saber qué comer. La clave está en comprar un bolsón de verduras y cortar todo. Meter algunas cosas en el freezer, rallar zanahoria en un tupper, lavar la lechuga, preparar las milanesas o hamburguesas y ya tener todo frizado. Entonces cuando te sentás a comer solo tenés que ensamblar un plato. Es una forma fácil para arrancar con el cambio de hábitos de a poco», finalizó Sofi Aguiló.