Se llevó a cabo en la ciudad una noche a pura evocación del glamour de las décadas del 50 y 60, inspiradas por los cócteles clásicos y cristalizada por Campari.
En un espacio que destaca por elegancia, tradición y brillo de esa época, la sastrería New Stile de la peatonal santafesina, Campari desplegó todo su encanto para recrear una noche de cócteles exquisitos, música de jazz en vivo y muchísimos invitados que se dieron cita acatando el divertido dress code: incorporar a los outfits algo rojo.
Este ciclo de eventos se lleva a cabo en varios puntos del país, se realizaron ya en Córdoba, Santa Fe, y hay próximos destinos en Mendoza y Buenos Aires, siempre buscando lugares que mantengan el aura de estas décadas, y rendir homenaje a estos cócteles clásicos, que son la base de la coctelería moderna.
Nosotros conversamos con Pipi Yalour, embajadora de Campari, siendo la primera mujer embajadora, y para destacar, del interior del país -es cordobesa- una de las estrellas de la barra de la noche red.
“Comencé detrás de las barras hace unos 8 años, casi por casualidad, no tenía intención de dedicarme a esto, de ser gastronómica. No imaginé que podía armar mi proyecto de vida en base a esto. Había estudiado Ciencias de la Educación en la universidad, me recibí y necesitaba un trabajo mientras me llegaba el título. Un amigo me propuso ir a trabajar en un bar. Yo le dije que no me llamaba la atención, que no me gustaba la fiesta… en fin, cero interés. Él me dijo que mucho mejor, que era justo lo que buscaban los dueños, y así empecé”, rememora con una sonrisa.
No sólo se dedicó a ser una maga de las barras, sino que escribe un blog sobre coctelería “Chicas Barra”: “Cuando comencé a querer hacer carrera, noté que éramos muy pocas las chicas detrás de las barras. Hoy en día, el ambiente gastronómico en general es mucho más amigable con las mujeres en los equipos de trabajo. Siempre que esté dentro de mis posibilidades, busco trabajar con chicas. Soy bastante nerd, por lo que me gusta mucho el trabajo de investigación, es algo que disfruto mucho hacer, y eso se ve reflejado en el blog. Es la parte ‘en soledad’ del trabajo que me gusta. Y por otra parte, me encanta despachar los tragos a bar lleno. El mes que viene sale mi primer libro. Estoy muy feliz. Es un manual de coctelería simple, con ilustraciones… muy lindo”, explica.

Ante la pregunta sobre qué tipo de tragos puede gustar más a los argentinos, debido a que viaja bastante, dentro del país y fuera de él, en líneas generales define: “hay mucha diversidad, ya que somos 44 millones, pero el argentino, a diferencia del consumidor de otros países de Latinoamérica, tiene mucha inclinación por lo amargo. Lo atribuyo a un sabor adquirido que tiene que ver con la inmigración, los sabores amargos del vermouth, de los amargos italianos, con esa herencia que recibimos y que se inserta en la vida cotidiana, desde ver a tus abuelos o a tus papás tomar un Milano-Torino antes de un asado un domingo. Ya lo incorporamos como parte de la tradición familiar”.
Sobre los gajes del oficio, marca sin dudar el dolor de pies. “No te das una idea. Nosotras un poco más porque a veces usamos tacos. En la película ‘Cocktail’, de Tom Cruise, que es un poco el gran emblema en el mundo del cine para los bartenders. El personaje es un ex soldado que encuentra trabajo en un bar y cuando termina su primer turno, tiene un dolor de pies terrible. Si él siendo ex soldado se va así, ¡imaginate yo que soy civil!”, comenta entre risas.

En la barra se destacaron también Pepe Quinteros, Agustín Zenoni y Juanse Ruiz, que estuvieron deleitando con los clásicos toda la noche.
La lista de la noche:
-Milano Torino (Mi To): dos ciudades le ponen nombre a este cocktail, Milano y Torino ya que sus ingredientes son bebidas elaboradas en las mismas, Campari (Milano) y Cinzano (Torino).
-Americano: Evolución del Milano Torino, al cual se le agrega soda, toma su nombre por la predilección de los turistas por este cocktail.
-Negroni: Toma su nombre del Conde Negroni quien pidió que a su americano se le agregara Gin en lugar de soda.
-Boulevardier: una versión del Negroni donde se sustituye la ginebra por el Bourbon, fue creado por el famoso bartender Harry MacElhone en París para Erskine Gwynne, editor de la revista “Le Boulevardier”.
-Sbagliato: Otro cocktail descendiente del Negroni, esta vez creado por equivocación cuando Mirko Stocchetto en el Bar Basso de Milano añadió espumante en lugar de Gin al Negroni.
-Coloradito: Un clásico de los años 50 que tiene varias versiones, en este caso, Campari, y vermut seco, aunque a pedido pudimos probar la versión que lleva Gin.
-Cardinale: nuevamente con la base del Negroni, y a pedido de un cliente, en los años 50 se crea este cocktail que lleva vermut seco en lugar de rosso.
