La crisis del sector textil


La falta de visibilidad de las firmas de moda con las tiendas cerradas y los consumidores en casa puso al rubro textil de cara a una situación crítica sin precedentes a nivel mundial.

Textos. Georgina Lacube.

La expansión del virus COVID-19 está afectando al mundo entero en una crisis sin precedentes donde todos los sectores se ven afectados. Según los analistas que vienen estudiando su impacto en varias áreas económicas -entre ellas las aerolíneas, los hoteles y los restaurantes-, el sector textil es uno de los más afectados a nivel mundial y podría enfrentar una pérdida potencial del 20% en el valor de la marca como resultado de la pandemia.

En este sentido, uno de los primeros retos a los que se enfrenta el sector es la falta de visibilidad de las firmas con las tiendas cerradas y los consumidores en casa. Y si bien la compra online ha ayudado a paliar los daños económicos que está causando el coronavirus a nivel global con envíos gratis y plazos de devolución ampliados, el rubro se encuentra con enormes dificultades para producir, pedidos cancelados y los desfiles de las semanas de la moda suspendidos. Ya a principios de marzo, la ONU realizó un primer cálculo del costo de la pandemia en la industria de la moda en todo el mundo. El organismo internacional confirmó que se perderán unos US$ 1.500 millones, tanto por el cierre de los locales como por la escasez de materias primas. Señalaba, además, que el mercado más afectado sería el europeo, seguido por Estados Unidos, Vietnam, Turquía, Hong Kong, Taiwán y muchos otros.

En tanto, un panorama similar es el que viene experimentando el sector de la indumentaria argentina. Así lo confirma un comunicado difundido en abril por la Cámara Argentina de la Moda (CAM), donde se detalla su golpe en todos los niveles. Tal el caso de la alta costura. «Este sector hoy se ve totalmente afectado, no solamente por la cuarentena –que anuló totalmente la comercialización–, sino también por la falta de insumos, los altos costos, los impuestos, los alquileres y los sueldos y gastos en general. Hoy es imposible enfrentar estas obligaciones, lo que se suma al deterioro de la actividad en los últimos años», declaró Francisco Ayala, presidente de esa institución.

Otro rubro golpeado por la crisis es el prêt à porter, que se encuentra en emergencia total por no poder comercializar la colección otoño-invierno 2020. Además corren con los altos costos de alquileres, tanto de espacio para realizar las colecciones como del mantenimiento de locales de venta. La mayoría vendió a las franquicias su colección con cheques adelantados y hoy está cortada la cadena de pagos, ya que no se realizan ventas. Mientras tanto, sus referentes deben afrontar pagos de sueldos, jornales, talleres, materia prima e impuestos. Dicha situación, según el informe, derivará en la quiebra de muchos diseñadores o marcas.

Asimismo, Laura Barabas, gerente de la Cámara de la Industria del Calzado (CIC), informó que hoy en día existen 1300 fábricas (lo que equivale a 60000 puestos de trabajo) urgidas por la crisis económica. «El 80 % de lo que se vende es calzado de dama, un producto absolutamente estacional. Lo que ocurrirá seguramente en el futuro es que toda esa mercadería terminará integrando el stock de las liquidaciones del invierno 2021», explicó Barabas. Si bien hay acciones a través de los sitios de las marcas, la disminución del poder adquisitivo y el aislamiento obligatorio hacen que se dificulten más las ventas.

Sólo por dar cuenta de lo grave de la situación, el comunicado también habla de otros rubros como el del maquillaje, peluquería, accesorios de moda, la industria del cuero y la industria del tejido. Todos en un escenario crítico.

Por otra parte, una encuesta realizada por la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria a más de 160 empresas argentinas de fabricación y comercialización de ropa, revela que en marzo se derrumbaron las ventas del sector y que prácticamente la totalidad de los participantes afirmaron que la situación de sus empresas resulta crítica: la caída inédita de los ingresos imposibilita continuar con el normal cumplimiento de los costos, en un contexto de quiebre de la cadena de pagos.

Una de cal y otra de arena

Pero en el medio del caos, algunas marcas se reconvierten para transitar este dramático periodo y asegurar la continuidad laboral. «Esta crisis representa una oportunidad para muchos. Estamos frente a un cambio estructural en la industria de la moda mundial, desde un presente que nos invita a reinventar nuestra cultura de consumo y expresar nuestras demandas. No creo que desaparezcan muchas cosas, sino que la transformación será tan grande que nada será como antes. La cooperación, la solidaridad y las nuevas reglas darán lugar a nuevas experiencias con menos barreras y más comunión entre el arte, el ocio y el comercio, donde el diferencial estará en una propuesta de valor con compromiso hacia un mundo mejor para la humanidad», sostiene la arquitecta Andrea Zinik, perteneciente a la Federación de Comercio e Industria de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Y agrega: «ya teníamos conocimiento que este modelo de consumo compulsivo de moda no da para más y que debemos orientarnos hacia modelos industriales más limpios, más justos y seguros. Esta situación acelera los cambios, tendrán protagonismo aquellas marcas que sean veloces, innovadoras y puedan transformar sus ideas en acciones concretas. Es posible que, luego de un freno total venga una demanda importante, sobre todo en el e-commerce».

«Moda Desde Casa», es una iniciativa que da cuenta de ese cambio. La misma surgió para apoyar a los trabajadores que forman parte de la industria indumentaria que, durante este período de aislamiento, ven comprometidas sus ventas. «Hoy más que nunca la gente está viviendo una transformación en sus experiencias de compra. La cuarentena nos obliga a comprar online, ya no solo por comodidad o conveniencia sino ahora también por necesidad. Desde Glamit (creadores del sitio Moda Desde Casa), creemos que, en este contexto tan desafiante, es vital que las marcas estén más unidas que nunca», asegura Alan Idesis, CEO de empresa. El foco de esta propuesta radica en un servicio que optimiza tiempo y motiva a una planificación de compra. Además, cuenta con una gran variedad de beneficios vigentes hasta el levantamiento del aislamiento social, con el objetivo de incentivar el cuidado y seguridad de los consumidores para que se queden en sus casas. Entre las marcas participantes se pueden encontrar: Admit One, Ayres, Bensimon, Blaquè, Broer, Clara Ibarguren, Fila, Furzai, Grisino, Herencia Custom Garage, John L. Cook, Kosiuko, Levis, Mimo, Sweet, Tucci, Uma, Umbro, Wanama, entre otras.

Otro ejemplo es Issue, la marca líder de coloración en el mercado argentino de la empresa Godrej, quien entiende que como tal debe cumplir un rol social que colabore y sume valor, a través de lo que cada integrante de la compañía sabe hacer. «Son muchas personas las que trabajan con nosotros: hombres y mujeres que día a día cumplen un rol fundamental para desarrollar soluciones y ofrecer lo mejor, que a diario son los que escuchan las necesidades de los consumidores para crear nuevos productos y brindar la mejor calidad. Pero también a estas mismas personas, al igual que todos, les toca quedarse en su casa y desde ese lugar, puertas adentro, es que como equipo acompañan al consumidor en este momento, mostrando y compartiendo consejos sobre el cuidado del cabello. De esta manera, integrantes de diferentes áreas de la compañía, muestran a través de videos realizados por ellos mismos, cómo se usan los productos y dan consejos y tips para teñir y cuidar el cabello, generando contenido útil para los que están también en aislamiento», comenta Carolina Rey Blanco, directora de Marketing de Godrej. «A partir de este contexto seguimos mostrando cómo «todo eso que nos pasa», lo podemos transformar en nuevos looks y aprovechar este tiempo en casa para probar algo diferente en nuestro pelo», finaliza la ejecutiva.

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