La tendencia indica que hoy los modelos de negocio más exitosos pertenecen a las empresas de triple impacto. En un contexto donde el planeta entró en default ambiental y la sociedad demanda empresas con valores éticos, las marcas tienen la responsabilidad de crear un cambio positivo en el entorno. Las estrategias de las marcas de belleza para desarrollar productos ecológicos, libres de crueldad animal y sin género.
Texto. Georgina Lacube.
El consumo responsable pisa cada vez más fuerte, tanto como la necesidad de forjar una sociedad más inclusiva. El creciente número de personas interesadas en separar y llevar sus envases a los contenedores de reciclaje para que no terminen en basurales, bosques y mares del mundo, el auge de la conciencia sobre las consecuencias dañinas y aberrantes de la experimentación con animales y los reclamos por las cuestiones de género están impulsando cambios radicales en la industria de la belleza. Tanto es así que «inclusión, sostenibilidad y veganismo» ya no son palabras huecas de moda por las que apuestan los departamentos de marketing, sino el estándar que le exige el mercado a todas las marcas.
En esa línea, cada vez son más las firmas que están adaptando todo su proceso productivo a estas nuevas causas. Incluso los grandes nombres de la cosmética de lujo. Por ejemplo, este mes (septiembre) Calvin Klein lanzó CK EVERYONE, su primera eco fragancia libre de género formulada con ingredientes de origen natural, alcohol derivado de forma ecológica, vegana, reciclable y empaquetada en una caja plegable que contiene 30% de materiales reciclados. Desde la marca sostienen que este producto es un homenaje a la individualidad y la libertad de expresión, por eso para su campaña se retrató a un grupo de personas modernas con diversos talentos que incluyen a la actriz y música Eliot Sumner, el patinador y fotógrafo Evan Mock, a la música y maquilladora MLMA, el rapero y cantante Priddy the Opp, y los modelos Cara Taylor y Parker Van Noord. Las imágenes que la componen exploran los múltiples aspectos de cada individuo, abrazando con valentía y mostrando con orgullo al mundo una individualidad colectiva y una ruptura del status quo. Es una celebración poderosa para aquellos que no están restringidos por límites, normas y definiciones de género.
Impulsada por el aburrimiento de las propuestas mainstream, marcada por la idea de que los identificadores tradicionales de sexo se han diluido y han dejado de ser relevantes, y con la conciencia de que faltaba una marca de fragancias de autor súper premium pero al mismo tiempo accesible para el bolsillo, la emprendedora Adriana Lopardo, decidió fundar Blind, una marca argentina de fragancias «de autor» sin género (genderless) que comercializa a través de un e-commerce propio y retails asociados como Paul French Gallery Palermo, Maison de Fleurs en Patio Bullrich, y Paul Beach y Magma en La Barra y José Ignacio, Uruguay. «Soy fan de las fragancias y siempre busco nuevas creaciones, especialmente aquellas que son más raras. ¡Pero nunca imaginé que realmente iba a desarrollar las mías! El emprendimiento es el resultado de una evolución y mezcla de ideas, como ese poder de transportarnos a otros mundos que tienen las fragancias y la curiosidad que me despiertan las nuevas posibilidades de combinaciones de notas y acordes», cuenta esta Comunicadora Social egresada de la UBA que se dedicaba a las Relaciones Públicas hasta que a fines del 2018 decidió montar este negocio. Enfocarse en un producto de lujo sin límites de edad ni sexo no fue casual. «Creo que no hay fragancias de mujer o de hombres, hay fragancias que nos gustan o no nos gustan. Los estereotipos y convenciones de la industria de la perfumería ya no acompañan los cambios en la sociedad. A través de esta propuesta busco co-fundar un nuevo paradigma en el sector. Considero que soy co-fundadora del nicho de las fragancias de autor», explica quién dio su primer paso formal en la perfumería estudiando en la Asociación Argentina de Químicos Cosméticos.

El diferencial de Blind Fragrances es la propuesta de fragancias genderless, creadas con esencias sofisticadísimas. Están pensadas para los amantes de los perfumes, con mucha experiencia en el universo de las esencias, y también para los intrépidos que recién se inician en esta liga. Además, Blind es una marca cruelty free ya que no usa ingredientes de origen animal. «El avance de la tecnología nos permite trabajar con una muy alta calidad de productos sintéticos, para reemplazar aquellos que provienen de animales. En la mayoría de los casos, las esencias son naturales», subraya Lopardo.
A tono con estas nuevas tendencias, Todomoda, la marca de accesorios y complementos de moda para jóvenes, perteneciente a la compañía Blue Star Group, también presentó su nueva línea de cosmética vegana: «Vegan Beauty». La propuesta ofrece un total de 50 productos de maquillaje y cuidado de la piel formulados con ingredientes especialmente seleccionados: desde Vitamina E, Vitamina C, aloe vera, manteca de karité, aceite de almendras hasta rosa mosqueta, aceite de jojoba y extracto de açai.
«La línea de cosmética vegana es un maravilloso proyecto que hemos encarado con muchísima ilusión, ya que refleja nuestro compromiso con las demandas de nuestros clientes y nuestra pasión por la innovación. Llega para complementar la exitosa propuesta de Todomoda Beauty», explicó Sara Valido Ruiz, Brand Director de Todomoda.
Garnier, la segunda marca más grande y con perfil ecológico del Grupo L’Oréal, también busca liderar el cambio. Famosa por sus fórmulas naturales, con ingredientes sostenibles, de comercio justo y por ser de las primeras en proponer productos orgánicos certificados al mercado masivo del cuidado de la piel y del cabello, acaba de lanzar Green Beauty, una iniciativa sustentable que tiene por objetivo erradicar su impacto ambiental en el mundo. Para eso se propone para el 2025 utilizar cero plástico virgen en todos los envases, ahorrando 37.000 toneladas de ese material cada año. Serán también re-usables, reciclables o compostables. Para el 2022, otro de sus retos será emplear ingredientes de origen vegetal, renovables y de fuentes sostenibles para obtener productos con un perfil medioambiental al 100%. En cuanto a sus plantas industriales, planea adoptar energía renovable en pos de reducir las emisiones de CO2 y de que sean de carbono neutro. Esta ambiciosa agenda también contempla empoderar a 800 comunidades del mundo como parte de su programa de abastecimiento solidario y de ayudar a los consumidores a hacer una elección más sostenible en cada compra así como también orientarlos en temas como el reciclaje a través de sus redes.
«Hoy, más que nunca, las preocupaciones ambientales, sanitarias y sociales son de suma importancia. Los acontecimientos de los últimos meses no han tenido precedentes y han puesto de relieve el papel de las marcas en la sociedad actual. Las expectativas de los consumidores han cambiado. Por encima de todo, la gente quiere marcas en las que pueda confiar, que sean transparentes y que estén realmente comprometidas a ser mejores, especialmente en lo que se refiere al impacto que tienen en el planeta», explica Adrien Koskas, Presidente a nivel mundial de la marca.
Por último, Sally Hansen, otro gigante del sector cosmética, proyecta para el mes de octubre el lanzamiento de su nueva línea veggie «Pure», formulada a base de plantas con ingredientes 100% veganos. Cada esmalte tendrá un nuevo pincel hecho con productos naturales y abarcará una paleta de 16 tonos inspirados en la naturaleza. La línea también incluirá dos productos para el cuidado de las uñas.