El estrés y las preocupaciones, sumados a los malos hábitos de descanso y alimentación, pueden provocar efectos negativos en tu cuerpo.
Los tiempos son difíciles y es completamente normal que tengamos intranquilidad y ansiedad por el futuro. Pero, siendo realistas, ante esta situación tenemos dos opciones: fluir con la vida y dar lo mejor en lo que tengamos que hacer en el presente o vivir angustiadas por las cosas que lleguen (o no) a pasar. ¿Qué tipo de persona quieres ser?
Para que te convenzas de NO caer en el segundo perfil, el día de hoy te compartimos las consecuencias de la ansiedad en la belleza que seguramente te van a alertar porque nadie quiere experimentarlas, pues van desde problemas notorios en la piel, hasta el aumento de peso. ¿Lista para conocerlas y decirle adiós a los nervios?
Consecuencias de la ansiedad en la belleza
Caída del pelo
Existe un tipo de alopecia que es provocada por la ansiedad y el nerviosismo. A diferencia de las que son hereditarias o localizadas, este tipo de pérdida de pelo surge en lapsos cargados de estrés y preocupación, en los cuales el cuerpo segrega hormonas que debilitan los folículos pilosos. La mejor forma de tratar la caída de cabello por estrés es con un acompañamiento terapéutico para controlar las emociones y la aplicación de productos tópicos.
Además de que el pelo se cae con la ansiedad, también se quiebra, luce sin brillo y con puntas abiertas.
Uñas más débiles
Muchas personas tienen la manía de morderse las uñas cuando están ansiosas y creen que es común o que no tiene importancia. Lo cierto es que este hábito -que es involuntario en varios casos-, se trata de un trastorno llamado onicofagia que busca controlar los impulsos o escapar de la situación. Esto provoca que las uñas se debiliten, dejen de crecer y luzcan mal estéticamente, pero también puede causar afecciones de salud más graves como infecciones y deformación de la dentadura.
Aparición de acné
Someterse a periodos de ansiedad no es nada bueno para la piel comenzando porque, inevitablemente, tocamos la cara más veces como reacción a la angustia y favorecemos la proliferación de bacterias que empeoran el acné. Pero no solo eso, como ya lo mencionamos, la ansiedad hace que el cuerpo libere hormonas, igual que el cortisol, mismas que inflaman las glándulas sebáceas y causan varios tipos de acné.
Por ello es importante relajarse e identificar los momentos de ansiedad para que no tengas contacto con la cara y ser más estricta con tu rutina de limpieza.
Por otro lado, las imperfecciones por ansiedad puedes dejar cicatrices o manchitas irremediables.
Kilos de más
Permitir que la ansiedad controle nuestra vida hace que subamos de peso por diferentes motivos. Uno de ellos es que altera el metabolismo y reduce la percepción de saciedad, lo que aumenta las ganas de comer sin límite. Otra razón es que el estrés genera que acumulemos más grasa por el desequilibrio hormonal -aunque estemos comiendo bien- dando como resultado un proceso más complicado a la hora de perder peso.
El último motivo que vale la pena mencionar, es que la preocupación ocasiona que el cuerpo desee alimentos altos en azúcares para generar una sensación de «placer y bienestar», que solo daña la salud.
Envejecimiento prematuro
El estrés oxidativo no se desencadena nada más por la contaminación, el alcohol o el tabaco, la ansiedad también forma parte de las causas y tiene más consecuencias en la belleza de lo que te puedes imaginar. Entre ellas se encuentra el envejecimiento prematuro en piel y cabello, aparición de manchas, arrugas, flacidez, sequedad, tono opaco y una textura irregular.
Esto se debe a la disminución de colágeno, ácido hialurónico y elastina, originada por los radicales libres del estrés.
Para prevenir todos estos efectos negativos controlá la ansiedad estableciendo horas de sueño y mejorando tu alimentación con comidas ricas en antioxidantes, como jugos cítricos y ensaladas verdes.
Fuente: Glamour.