Sequedad, arrugas de expresión, tirantez, rojeces, picor, descamación y falta de luminosidad son algunos de los síntomas indicadores de una piel seca que reclama hidratación.
La reserva de agua de la piel se pierde fácilmente con las agresiones externas y la edad, dando como resultado una piel seca, tirante, agrietada, frágil y propensa a las arrugas prematuras.
Sequedad, arrugas de expresión, tirantez, rojeces, picor, descamación y falta de luminosidad son algunos de los síntomas indicadores de una piel seca que reclama hidratación a gritos.
Pese a que es un problema muy común y que afecta a muchas mujeres, en ocasiones, pasa desapercibido, ya que no se le da la importancia que se merece.
Para poder identificar un cutis seco, debemos saber cuáles son los síntomas de la sequedad: en primer lugar, la piel se muestra seca y áspera, con tendencia a la descamación. Suelen aparecen fisuras, que no debemos confundir con las odiadas arrugas, y produce una sensación de picor y tirantez muy molesta. Es importante fijarse si la piel se vuelve más sensible con los cambios de temperaturas.
Las principales causas por las que se sufre de sequedad son la evaporación del agua de nuestro cuerpo y la pérdida de grasa. Por ello, cuando llega el frío el cutis pierde con suma facilidad sus reservas de agua debido a la calefacción, la baja temperatura ambiental exterior o el viento, que producen que la piel se reseque notablemente. A su vez, una abusiva exposición al sol o la utilización de jabones y productos cosméticos que contengan alcohol, pueden favorecer, y mucho, la deshidratación de la piel. ¿Cómo hacer frente a estos factores externos y recuperar la salud y belleza de tu piel?
CUIDADOS INTERNOS Y EXTERNOS
Somos lo que comemos y también lo que bebemos. Es importante asegurarse de beber abundante agua a lo largo del día (entre 1,5 y 2 litros). También se puede apostar por los jugos, llenos de vitaminas y un sinfín de beneficios que protegen por dentro e iluminan la piel por fuera. Sin embargo, es bueno evitar el café y las bebidas alcohólicas ya que resecan la piel.
Una piel seca y envejecida no es causa única de los agentes externos, también es fruto del proceso interno de oxidación que se produce en nuestro organismo, por esto resulta indispensable seguir una dieta sana y equilibrada que incluya alimentos ricos en vitaminas, minerales y ácidos grasos esenciales que ayudarán a mantener jóvenes las células.
LA HIGIENE ADECUADA
El cutis, ya sea graso, normal o seco, requiere de una óptima higiene para que se mantenga sano y joven. En el caso de las pieles secas, utilizar agua tibia (nunca caliente) y evitar los jabones y productos agresivos. Además, una vez a la semana (cada 15 días en caso de pieles muy secas y sensibles), exfoliar la piel para que «respire», eliminando impurezas y células muertas.
HIDRATAR Y NUTRIR
Abordados los cuidados internos y las claves de la limpieza facial de las pieles secas, es absolutamente necesario hidratar y nutrir el cutis con cosmética específica. Además:
– Utilizar protector solar durante todo el año y no olvidar jamás aplicar un contorno de ojos, indispensable para evitar las «patas de gallo» que, en este tipo de piel, aparecen incluso en edades tempranas.
– No utilizar cosméticos que tengan alcohol, porque resecan aún más la piel.
– Una vez a la semana o cada 15 días aplicar una mascarilla para piel seca que actúe de refuerzo, aportando a la dermis una dosis de hidratación y nutrición extra.
MÁS TIPS
– Aplicar una crema hidratante cada mañana con un suave masaje hasta su completa absorción. La cantidad del producto debe de ser abundante.
– No usar jabón ni mascarillas que contengan alcohol.
– Utilizar cosméticos ricos en vaselina.
– Limpiar el rostro dos veces al día, mañana y noche, no importa si se uso maquillaje o no. Utilizar una crema limpiadora y un tónico que no contenga alcohol.
– Proteger la piel ante los rayos del sol.
Fuente: MUJER DE ELITE.