Son muchas las firmas alrededor del mundo que se reinventaron tras un objetivo común: hacer un bien a la comunidad sanitaria y a la vez que poder seguir trabajando y produciendo.
Textos. Georgina Lacube.
Vivimos en un momento muy difícil para el mundo, ya sea desde lo sanitario como desde lo económico, y la industria fashion no es la excepción. Muchas de sus firmas alrededor del globo han tenido que reinventarse para aunar criterios: hacerle un bien a la comunidad sanitaria a la vez que poder seguir trabajando y produciendo.
Una de las empresas que pausó su actividad principal para virar su capacidad productiva y ponerla a disposición de la urgencia sanitaria es Sisley, la firma de belleza francesa, la cual ha emprendido tareas como la distribución de 100 mil barbijos para hospitales, así como 500 batas y 1000 productos de higiene en centros médicos y a través de organismos benéficos que también se han unido a esta causa. Además, la compañía comenzó a fabricar loción hidroalcohólica desde su centro de operaciones en la comuna de Blois para repartir a equipos médicos en todas partes de Francia, así como los hospitales cercanos a las fábricas de la firma cosmética: el Centro Hospitalario de Blois, Centro Hospitalario René-Dubos de Pontoise, el Servicio de Atención Médica de Urgencias, casas de retiro parisinas, las cuales también fueron beneficiadas con estas creaciones. A través de un comunicado, Sisley además comentó las medidas que está tomando en relación a sus operaciones. Las mismas van desde implementar el trabajo vía remota hasta garantizar todas las medidas de seguridad y profilaxis para los empleados que todavía trabajan en las plantas. Asimismo, Philippe &Ornano, presidente de la marca, ha instalado su oficina en la fábrica para trabajar en conjunto con su personal.

Por su parte, Natura & Co América Latina –la suma de Avon, Natura, The Body Shop y Aesop- anunció que por ahora se concentrará exclusivamente -de forma gradual en cada operación- en la producción de artículos esenciales de higiene personal, además de alcohol en gel y líquido, que son cruciales para frenar la propagación de Covid-19. Es por eso que dejará de producir hasta nuevo aviso otras líneas como maquillaje y perfumería que vende por catálogo. Además, al aplicar el criterio de esencialidad para limitar las operaciones de producción y logística, la empresa logrará que se mantenga en sus hogares un número aún mayor de colaboradores, reduciendo el riesgo de contagio entre los mismos y la propagación del coronavirus para los equipos que están en las fábricas y centros de distribución concentrados en los artículos de primera necesidad para la población.
«Continuar con la producción de productos esenciales, en este contexto de pandemia, es esencial para que las emprendedoras de la red continúen obteniendo ingresos a partir del ejercicio de su actividad», aclara en un comunicado desde la corporación.
De vuelta a Francia, a través de una iniciativa «de lujo», Louis Vuitton ha comenzado a producir batas en su sede principal en París. Estas prendas serán proporcionadas a los trabajadores de primera línea en seis hospitales parisinos de la «Assistance Publique – Hôpitaux de Paris», también conocido como AP-HP (el hospital regional que opera en la ciudad luz y sus alrededores), que se ocupan de los pacientes que sufren de Covid-19. «Estamos orgullosos de poder ayudar a los profesionales de la salud y poner nuestros conocimientos técnicos a disposición de los hospitales para crear batas para el personal médico. Me gustaría agradecer a los artesanos de nuestro atelier que participan voluntariamente en este proyecto y que se han aplicado valientemente para equipar a los trabajadores de la salud», dijo Michael Burke, CEO de LV. Por si esto fuera poco, la firma ha lanzado la producción de cientos de miles de barbijos, en respuesta al alegato del gobierno francés para el aumento de la producción de alternativas no quirúrgicas para ayudar en la batalla contra el virus.

Otros talleres franceses que se pusieron a disposición para paliar la escasez de tapabocas en ese país son Yves Saint Laurent y Balenciaga, tal como informó Kering, el grupo al que pertenecen ambas marcas. Además de la fabricación propia, destinarán a los servicios de salud franceses tres millones de máscaras quirúrgicas compradas e importadas de China. Kering y sus diferentes empresas ya habían hecho una donación en Italia a cuatro grandes fundaciones hospitalarias en Lombardía, Venecia, Toscana y el Lacio. Y para enfrentar la lucha desde la raíz, ahora también contribuyen financieramente con el Instituto francés de investigación Pasteur, con una cifra sin precisar, en busca de la vacuna salvadora.
Continuando por el continente más afectado, en estos momentos en los que ambas empresas han cerrado la actividad de sus tiendas, Mango e Inditex, dos de los imperios más grandes en el sector textil europeo, se han puesto también al hombro su deber solidario, en vez de quedarse de brazos cruzados. Mango donará dos millones de máscaras a los diferentes hospitales de España para poner su granito de arena ante la escasez de material médico. La empresa catalana, distribuirá este material siguiendo las indicaciones del Ministerio de Sanidad. Por su parte, Inditex donará más de un millón de barbijos. A esta concesión suma 150 mil pantallas protectoras de la cara y cinco mil trajes protectores desechables que llegarán desde China a los almacenes de la firma textil.

EJEMPLOS ARGENTINOS
En nuestro país no nos hemos quedado atrás en la lucha contra el virus. En el marco de su Programa de Solidaridad para apoyar la lucha contra el coronavirus en Latinoamérica, el grupo de belleza L’Oréal anunció que producirá en Argentina gel antibacterial. Esta producción estará destinada a hospitales, organizaciones no gubernamentales, colaboradores y clientes directos. Y esto no es todo. Según el comunicado de la empresa, la misma donará productos de higiene a personal médico y a comunidades vulnerables. Por su parte, la línea La Roche Posay donará productos específicos que ayudan a restablecer y proteger la barrera de la piel a personal y pacientes del Hospital Fernández y Hospital de Clínicas, en la ciudad de Buenos Aires; y al Hospital Posadas, ubicado en la localidad bonaerense de Morón.
Nadie puede negar que en el ADN de los argentinos, la solidaridad pisa fuerte. Un claro ejemplo es la iniciativa Temporada Solidaria, gestada por la agencia creativa Sunshine Lab, que busca unir todo el potencial de nuestra industria textil para fabricar insumos como barbijos, cofias, camisolines y sábanas. En el marco de este trabajo, la empresa Chantilly donó 500 kilos de tela que fueron entregados al Club Solidario All Boys para la confección de insumos y la firma Dress me up trabaja tanto desde la logística como en el cortado y cosido de materiales. El logro no ha sido menor: en este tiempo ya se donaron 12 trajes de protección para el Hospital Argerich, 300 tapabocas para el hospital municipal de Morón y próximamente donarán barbijos para el Hospital San Camilo.

Otra iniciativa es la de Jazmín Chebar. Bajo el lema «Nos cuidamos entre todos», la firma de indumentaria femenina donará nada menos que 20.000 barbijos, producidos por ellos, para colaborar con la comunidad. «Nuestros equipos de RSE y Legales trabajan junto a las autoridades para definir cuáles son los organismos más necesitados para la donación», sumaron en el comunicado, firmado con el hashtag #JazminSeQuedaEnCasa.