Se acercan los días para disfrutar de un merecido descanso, elegimos el destino, armamos las valijas y tenemos que resolver qué hacemos con nuestras mascotas.
Textos: Veterinario Juan Manuel Arata.
En los tiempos más lindos del año que es el momento de empezar a planear las esperadas vacaciones hay que tomar muchos recaudos para viajar, como documentación, papeles del auto, del seguro, obra social etc., pero sucede que muchas veces nos olvidamos de nuestros compañeros, nuestras queridas mascotas.
En el caso de elegir viajar con nuestros pequeños amigos hay una serie de pautas a tener en cuenta para asegurarnos un viaje placentero y sin ningún problema. Si, por el contrario, dejamos a nuestra mascota en casa, al cuidado de un familiar o un amigo, también hay detalles a tener en cuenta, por ejemplo el alimento apropiado, el contacto de su veterinario, y en caso de que estuviere medicado, los remedios a mano.
Si el medio de transporte a utilizar será el auto habría que tener en cuenta que las mascotas, en los viajes, pueden ser una importante fuente de distracción que ocasione un accidente (al enredarse entre las piernas del conductor, ladrar, saltar, etc.) o, si viaja suelto, agravar sus consecuencias al golpearlo a usted o a los otros pasajeros. El gato que se enreda entre las piernas del conductor, el perro que ladra nervioso o juega con los niños constituyen una imagen relativamente frecuente en el interior de los vehículos y que puede llegar a ser causa de un gran accidente.
El conductor está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción, añadiendo que deberá cuidar especialmente de mantener la adecuada colocación de los objetos o animales transportados. La mejor forma de transportarlo es en una jaula o caniles de transporte que se consiguen en cualquier veterinaria.
También existen cinturones especiales de seguridad para las mascotas, que se acoplan al pretal de paseo y se ajustan al cierre del cinturón de seguridad del auto. Se consiguen en cualquier veterinaria y rondan los $ 40 o $ 50.
Alimentación de las mascotas
Cuando estamos de vacaciones cambiamos nuestros hábitos. Los horarios de dormir y de comer, nuestra rutina, y también lo que comemos se altera. Es lógico, estamos de vacaciones, descansando. Pero eso no significa que nuestras mascotas también se vean obligadas a cambiar su rutina. Lo ideal es que respetemos sus horarios de comida y su alimentación. Lo recomendable es que llevemos el mismo alimento que le dimos durante todo el año, y continuar con él durante el período de vacaciones.
Cambio de territorio
Otro aspecto que no se suele tener en cuenta al llevar a nuestras mascotas de vacaciones, es que le estamos cambiando su territorio. Lo llevamos a un nuevo lugar, totalmente desconocido para ellos. Dependiendo de su personalidad esto puede ocasionar distintas situaciones.
Es muy común que el gato se estrese ante un cambio de territorio, y comience con un marcado urinario del lugar. Lo mismo puede suceder con el perro, aunque es más común que comience a investigarlo, recorriéndolo, olfateándolo. Debemos tener en cuenta que se puede perder o bien lo pueden robar, por lo que no conviene dejarlo solo. El primer día es importante que lo llevemos a recorrer y conocer el nuevo territorio en el que estará. Siempre ayuda en el tiempo de vacaciones por lo menos poner como adicional al collar que siempre deberían llevar nuestras mascotas una placa con el nombre del perro y un teléfono o dirección de contacto en caso de un extravío.
Además tengamos presente que en ese nuevo territorio ya hay otros perros, que son los “dueños” de ese lugar. Y esto puede generar peleas.
Cuidados a tener con el mar, río y piletas
Nadar les hace muy bien a los perros, como toda actividad física. Y es algo natural para ellos. Pero hay que tener especial atención con los perros obesos, con los perros que han tenido problemas cardíacos y con los perros con excesivo pelaje, ya que pueden tener problema al nadar y llegar a ahogarse. Si no tenemos conocimiento de que nuestro perro pueda desenvolverse solo en el agua (ya sea río o mar), primero hay que acompañarlo en la orilla.
Pero el peligro del agua no sólo ocurre en la playa, ya que es muy común que accidentalmente perros o gatos caigan en piscinas profundas o medianamente hondas, pero que no cuentan con rampas de salidas. El animal comenzará a nadar, pero por muy buen nadador que sea, si no logra salir rápido (lo que puede resultarle muy difícil) se terminará cansando y puede ahogarse. Por eso especial atención y cuidado, si estamos en un lugar con piscina y nuestro perro está suelto.
Además del nadar, es muy común que perros que acompañan a sus dueños a pescar, jugando se traguen un anzuelo y terminen lastimados. Cuando esto sucede, no debemos tirar del hilo para querer sacar nosotros solos el anzuelo, hay que recurrir al veterinario.
Peligros y precauciones ante el golpe de calor
Hay algunos dueños que llevan a su perro con ellos en el auto y cuando bajan los dejan adentro con las ventanillas cerradas. Nunca hay que dejarlos así, y mucho menos en días de verano. Si tenemos que bajar del auto y nuestro perro no puede ir con nosotros, por lo menos dejemos las ventanillas un poco abiertas para que circule aire, y estacionemos el auto en la sombra.
Las recomendaciones básicas nunca está de más reiterarlas: mantener a las mascotas en lugares con sombra, frescos y ventilados (donde se renueve el aire). Que siempre tengan disponible, a su alcance, agua para tomar, limpia y fresca. Y como ya dijimos, no exigirlos a esfuerzos físicos o condiciones que lo acalorarán.
Viajes al exterior
En lo que hace al traslado de perros y gatos al exterior, las personas interesadas deberán presentar un certificado veterinario internacional al llegar al país de destino, donde constará la certificación por parte del Senasa.
Para la obtención del certificado hay que concurrir personalmente a las oficinas del Senasa habilitadas, distribuidas a lo largo de todo el territorio nacional. Allí, se deberá presentar la documentación referida a vacunas y/o tratamientos requeridos por el país de destino para la obtención del certificado.
Ciertos destinos requieren pruebas diagnósticas o tratamientos que deben ser cumplimentados con cierto período de antelación, por eso se recomienda consultar con tiempo los requisitos específicos de cada país de destino. Todo esto se puede consultar en la página de Senasa:www.senasa.gov.ar.
Si la elección es que se quede
En el caso de elegir que nuestra mascota se quede en nuestra ciudad lo mejor sería que algún amigo de la casa se quedara para alimentarlo, cambiarle el agua y sacarlo a pasear, él estará lo más cómodo posible ya que está en su ambiente, lo conoce y le gusta más.
De no ser posible esto deberemos recurrir a una guardería canina o felina para que ellos los cuiden mientras no estamos. Lo mejor es concurrir a estos lugares siempre por alguna recomendación, previa visita al establecimiento para constatar el estado en el que los animales son alojados, nunca falta el inescrupuloso, por lo que esta práctica nunca está de más.
Hay que ver que la guardería esté limpia, sea fresca y que el lugar donde será alojado sea adecuado al tamaño del perro. Siempre conviene dejarle o asegurarse que se le dará el mismo alimento que consume habitualmente para evitar problemas digestivos que lo podrían aquejar.
“En el caso de las hembras, deben estar castradas o no estén en período de celo al momento de dejarlas en una guardería”, recomienda Antonella Cétola de Pulguitas, peluquería canina. “Es muy importante que los animales tengan una chapita de identificación con un teléfono de contacto. O una cinta en el collar. Algo que indique cómo ubicar a sus dueños. Si la mascota se pierde, éste puede ser el único medio para recuperarlo”, indica Antonella.
También es recomendable dejar en la guardería la cucha o almohadón donde duerma siempre nuestra mascota para que no se sienta tan lejos de la casa y hacerle más llevadera la estadía a nuestro peludito durante las vacaciones.