El recuperado edificio del centro de la ciudad se llena de vida cada día esperando la visita de vecinos y turistas.
Cada día y en distintos rincones del mundo, los mercados municipales ganan un lugar relevante en las comunidades distinguiéndose como oferentes de productos variados y sitios de esparcimiento. El Mercado Norte de la ciudad da muestras de ello. Con su mezcla comercial y su variado calendario de actividades, parece embelesar a los tres mil visitantes que a diario recibe.
La compra diaria deja de ser tediosa en el adorado “Mercadito”, pues la rutina del lugar es dejarse cautivar por las diversas propuestas que apuestan al disfrute con todos los sentidos.
Quincenalmente, los días miércoles, revista “Toda arte & comunicación”, presenta una nueva muestra, creación de artistas de la región. Los jueves, la música local y la exquisita comida casera son la gran apuesta para reunir a familias y amigos en el patio de comidas.
También los talleres de manualidades tienen un espacio privilegiado en la agenda del lugar. Las propuestas son variadas, pero todas ellas combinan el aprendizaje de diversas técnicas y la calidez del momento compartido.
Cada martes por la tarde, Somno Almacén didáctico enseña una nueva forma de bordar, brindando en su local clases didácticas para grupos reducidos de asistentes, por lo que se requiere inscripción previa. Los viernes cada quince días, la secretaría de Salud de la municipalidad brinda talleres gratuitos de mandalas y atrapasueños tejidos, en el marco de sus actividades para fortalecer la memoria y concentración de los adultos mayores. Para los sábados por la tarde, Papel Sur, ubicado en el local 29, presenta una nueva opción: “Talleres de origami” dirigidos a mayores de 12 años con previa inscripción a la actividad.
Mayor información sobre el cronograma de eventos puede ser obtenida consultando las redes sociales de este espacio comercial.
El Mercado se renueva cada día para convocar a los vecinos de la ciudad y alrededores a disfrutar de la equilibrada fusión de tradición y modernidad que su edificio cobija. ¡Visitarlo es menester para quienes pasan por Santa Fe!