Por Marcelo Barrios.
Es la fecha acordada y la agenda marca tu nombre a esta hora. Esterilizo las tijeras, limpio las máquinas, cuchilla nueva en la navaja, alisto el antiguo sillón. Voy pensando en tu corte.
Te recibo como a un amigo, pero con el compromiso gratificante de estar a la altura de tu confianza: no es solo un corte de cabello, ponés en mis manos tu imagen.

Se entremezclan en la música los aromas amaderados y herbales de productos específicos para el cuidado masculino, mientras acondiciono tu pelo para empezar a trabajar.
Tu cabello y tu barba hablan de vos y sabés que no querés encasillarte en las modas estandarizadas. Cada corte es un diseño específico. Mi objetivo es aprovechar y potenciar las particularidades que te hacen único y definen, para que te sientas cómodo e identificado con tu imagen.
Quiero que este momento sea para vos una pausa en tu rutina, que sea un espacio de distensión y relax, donde disfrutes de buen café, un trago, una charla amena y tengas esa agradable sensación de que tu estilo personal está en las mejores manos.
Hasta el próximo turno.
