Música para descubrir


Jazz contemporáneo, composiciones propias y un dream team de músicos. Música popular latinoamericana, sonidos de la tierra, formato de trío e invitados. En esta entrega, Natalia Pérez y Cántaro nos presentan “Si no cantara” un disco de canciones del repertorio popular, y el dúo de los saxofonistas Natalio Sued y Rodrigo Domínguez nos acercan “Desvíos”. Pasen y escuchen, hay mucho para descubrir.
Por Mili López.

SI NO CANTARA – Natalia Pérez y Cántaro (2017, Producción independiente)
Quienes han seguido han seguido el camino recorrido de la cantante Natalia Pérez han identificado su voz a la música del litoral. En este disco “Si no cantara”, junto al grupo Cántaro (Pancho Torres guitarras, bajo y kalimba y Maxi Maglianese, en percusión), se abre el abanico de posibilidades de repertorio, y con ello, de oportunidades interpretativas. Aparecen matices, modos de decir, coloraturas y hasta intensidades y acentos.

“Si no cantara”, de Marta Gómez, que es el tema que le da nombre a este disco, es una especie de manifiesto que incluye palabras recitadas de Mariano Pérez acompañando a la voz. La percusión es protagonista en este tema y en todo el disco, aportando desde la tímbrica, desde la rítmica y con arreglos sutiles que enriquecen a cada canción.

La selección “El Cigarrito”, una canción tan maravillosa de Víctor Jara tiene su recompensa a la hora de escuchar esta cuidada versión. La canción, desde su letra hasta su melodía no es interrumpida ni molestada, la percusión ambienta y da pulso, la guitarra y sus arpegios coloreando introducen a la voz. Natalia interpreta sin elementos superfluos, sin exageraciones ni sobresaltos, desde su letra, simple y directo al alma, y no por eso es sencillo lo que hace: sortea cambios de métricas y divisiones rítmicas y ella lo mantiene firme en el camino de su expresión.

Incluir «Hipocresía» de Rubén Blades ha sido un gran acierto y no de manera inocente está en el medio de la lista. Este tema, con base de chacarera y el toque funk del bajo, da “aire” a la escucha. La voz vuelve a sorprender por el manejo del lenguaje que propone cada canción, ese “cantar diciendo”, la voz en declamación (el timbre es recurso para acentuar el texto) tan característico de Blades, con un buen manejo de las intensidades.

“Luna de cabotaje”, de Mario Corradini, nos traslada al bello paisaje del litoral, con una historia bella donde la poesía se eleva en la melodía junto al acordeón de Daniel Franich, y empasta perfectamente con la voz de Natalia que se mueve como pez en el agua en este género musical.

En este disco, el deleite es escuchar la versatilidad de la voz de Natalia Pérez para abordar el repertorio. Un canto más visceral en la “Vidala del Nombrador” (Falú- Dávalos), una voz brillante y al frente en las canciones de Blades y Jara, que son referentes latinoamericanos de las canciones de denuncia social, un cantar cadencioso y melodioso en las canciones de amor y paisajísticas como “El desconfiado” (I. Parra) y “Luna de cabotaje”.

Cantar también es sentir y poder transmitir esa impresión hacia quienes escuchan. Con cada canción esta cantante nos permite introducirnos en estos mundos posibles. Mención aparte para los arreglos acertados de Pancho Torres y la calidad de la grabación. Las fotos de Marce Pucci y el diseño del Chino Lenarduzzi se acoplan a la propuesta.

Este registro se puede escuchar de manera aleatoria, por gusto hacia cada canción o como un todo integral. Hay un mensaje conceptual a partir de la elección de los temas que nos invita a la audición completa que deja huellas en la razón y en el corazón, porque cada letra tiene una postura frente a la realidad, al amor, a la cultura… es una lectura sobre la vida misma.

Walkman: Escuchar “Hipocresía” mientras comés guiso de lentejas calentito.

 

DESVIOS – Sued/Domínguez (2016, Blue Art)

Natalio Sued y Rodrigo Domínguez son señores saxos tenores del jazz y se unieron para grabar en 2009 trece temas originales, que en 2016 edita el sello discográfico rosarino Blue Art y lleva el nombre de “Desvíos”.

Es un disco de jazz donde se plantea la abstracción musical como vehículo de pura expresión, la instrumentación también lo muestra al no tener instrumento armónico en su grupo, esto ayuda a la música a lograr su objetivo y al mismo tiempo requiere una atención especial del oyente para comprender este lenguaje.

La riqueza de la improvisación, los diálogos y los guiños jazzeros son la carta de presentación de este convite al que se sumaron el contrabajista Hern án Merlo y el baterista Eloy Michelini. Se incluyen seis Dúos, que bien podrían escucharse en sucesivo como un registro aparte.

En el primer tema “Desvíos”, (Sued), comienzan presentándose y de alguna manera dejando en claro su sonido, herencia y estilo que gira alrededor de John Coltrane, en especial de un disco mítico, y es aquí donde la música se une con lo espiritual, me refiero a la suite “A love Supreme”, un bop llevado a lo más extremo y en este caso a lo más profundo.

En “Dúo 1” (Domínguez/Sued), aparecen aires del free jazz con interválicas y sonidos no consonantes nacidos de la digresión de la tonalidad, recursos usados por el pianista Lennie Tristano y más tarde por el saxo de Ornette Coleman. Las melodías chocan, se superponen, hablan al parecer de distintas cosas al mismo tiempo, y tal vez lo sea, pero al final prima la sumatoria y genera un solo sonido que nos muestra una continuidad y al mismo tiempo un mensaje.
“Zamba para Nicanor” (Sued) como su nombre lo anticipa la música de raíz folclórica argentina emerge un poco temerosa pero tiene la posibilidad de mostrar una canción muy dulce donde da lugar al silencio, a la espera, y la posibilidad de que el contrabajo pueda realizar un solo que Merlo lo canta como si su instrumento fuera otro saxo.

En “Motivation” (Sued) los saxos cantando en unísono con eventuales voces al mejor estilo “jazz Messengers”, con una base clarísima, sólida y no mística. No podemos dejar de sentir la influencia Parkeriana fuerte en Sued y notable lenguaje hacia Coltrane en Domínguez. Una delicia.

En “Dúo 4” (Dominguez/Sued) aparece el loop contemporáneo, un comienzo de patrón rítmico que lo van desarrollando, lo apagan y lo encienden, un verdadero minimalismo que se hace a lo contemporáneo de la música académica más que al jazz. No solo hay desvíos también hay cruces.

Este es un disco para ir “masticando” con el tiempo, escucharlo repetidas veces para encontrar los detalles, disfrutar de las improvisaciones, comprender el lenguaje y alegrarse con el talento de cada uno de los músicos que participan de este proyecto.

Walkman: Escuchar “Zamba para Nicanor” una tarde de lluvia lejos de los sonidos urbanos.

 

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