Pies bellos, las claves para su cuidado


A diferencia del invierno, en épocas de calor nuestros pies se encuentran más expuestos que nunca. Ocurre que el calzado se aligera y pasan a cobrar protagonismo tobillos, talones, empeine y dedos, los cuales, en la mayoría de los casos, se muestran poco atendidos. Resequedad, uñas amarillentas o mal cortadas y hasta zonas agrietadas son apenas una muestra de ello. En adelante, las claves para propiciar su belleza y salud.

TEXTOS. Georgina Lacube.

«Los pies son una parte fundamental de nuestro cuerpo, no solo por lo que representan estéticamente cuando se los muestra, sino también por la función que cumplen, que es la de sostener todo el peso del físico y ser un engranaje fundamental en el eje del mismo. De hecho, un mal apoyo trae aparejados trastornos en las rodillas, caderas y finalmente en la columna. Por eso es fundamental su cuidado integral», advierte la Dra. María Lorena Silvagni, médica dermatóloga miembro de la Sociedad Argentina de Dermatología (SAD).

Pese a esto, la Dra. Johanna Furlan, cirujana estética, señala que «los pies suelen ser una de las zonas del cuerpo que más descuidamos. Uno de los signos negativos que más evidencian es la resequedad, sobre todo en los talones, y esto se debe principalmente al uso de calzado abierto o engomado, que promueve la transpiración. Para evitar problemas, es mejor elegir calzados flojos y que estén fabricados con materiales naturales, esos que permitan que la piel transpire. En este sentido, los de cuero, arpillera o yute son una buena alternativa. Y a la hora de usar medias, se recomienda el uso de diseños en colores claros y sin ajuste, por ejemplo».

En ese línea, la Dra. María Inés Hernández, Médica Especialista en Dermatología del Hospital Gral. de Agudos Dr Cosme Argerich comenta que «la piel de los pies está sometida al traumatismo diario y constante de caminar, y cuando usamos calzado cerrado, se suma la transpiración y retención de humedad. Estos factores favorecen la posibilidad de sufrir pequeños traumatismos y de tener infecciones micóticas, sobre todo en los espacios interdigitales. Para que eso no pase, vale usar sandalias u otro tipo de calzado abierto que permitan la respiración de los mismos y eviten la mala circulación», acota Silvagni.

La dermis de los pies es diferente a la del resto del cuerpo, ya que es mucho más gruesa (puede ser hasta 50 veces más consistente que la de la cara), por lo que tiene un mayor número de células adiposas que le sirven cómo amortiguación para soportar el peso del cuerpo al caminar. Esto hace que pierda agua y se reseque más fácilmente que la piel de otras zonas, por eso la hidratación y la humectación es muy importante para ellos.

«Las cremas humectantes para los pies son tan importantes como las de las manos y la cara, así que es fundamental que sean parte de nuestra rutina. Aquí, optemos por productos que incluyan componentes que ayuden a suavizarla, como la dimeticona, lanolina y vaselina, e ingredientes hidratantes tales como glicerina y lecitina. Pero debemos evitar colocar crema entre los dedos, porque puede provocar la aparición de hongos. Por otra parte, aplicar masajes es muy beneficioso para activar la circulación, relajarlos y mantenerlos sanos. Con solo 5 minutos al día es suficiente. Un ejercicio que podemos hacer es rodar con el pie una pelota de tenis por el suelo para activar la circulación. También, flexionar y estirar suevamente los dedos», explica la doctora Furlan.

Y continúa: «así como exfoliamos la piel del rostro también podemos hacerlo con los pies mediante un suave masaje sobre los talones o las zonas que deseemos afinar. Los exfoliantes proporcionan luminosidad, mejoran la permeabilidad y preparan la dermis para que los productos de belleza que apliquemos actúen correctamente. Con este método ayudamos, además, a eliminar las células muertas debido a la fricción que realiza el producto. Si notamos irregularidades, grietas, heridas que no cicatrizan o señales de infección, hay que consultar al médico».

Por su parte, la Dra. Anabella Lelardi, dermatóloga de DIM Centros de Salud, señala que la exfoliación se debe realizar con alguna esponja vegetal de manera suave ya que otro elemento más abrasivo puede lastimar la piel sana, levantarla y generar escamas y erosiones. Asimismo, indica que se puede realizar un pulido con un scrub de grosor medio, realizando movimientos circulares, o con piedra pómez una o dos veces por semana.

CONSEJOS BÁSICOS

Otros consejos básicos para lucir unos pies espléndidos más allá de la manicura son cortar las uñas frecuentemente en línea recta, no redondeada, para evitar que se encarnen. Nunca retirar la cutícula, si es necesario, se la debe empujarla hacia la base de la uña. Además, es importante usar limas de cartón en vez de las de metal.

«Los baños con bicarbonato son otra opción para que luzcan sanos y los talones estén siempre suaves. Este ritual conviene hacerlo una vez por semana durante 15 o 20 minutos. También vale lavarlos diariamente con agua tibia y jabón neutro. Luego secarlos adecuadamente, verificando que no quede humedad entre los dedos. Se desaconseja la aplicación de alcohol ni otros productos de higiene que puedan originar quemaduras en la piel o reacciones alérgicas. Como parte del autocontrol, sugerimos revisar habitualmente que los pies no presenten heridas, uñas enterradas o cambios de coloración (uñas negras o signos de algún golpe), y ante la duda consultar siempre al podólogo, que es el especialista en el cuidado de esta zona importante del cuerpo», agrega Furlan.

Por otra parte, los especialistas se mantienen firmes con respecto a la fotoprotección de las áreas expuestas al sol. «En general, solemos olvidarnos de aplicar protector solar en los pies cada vez que nos exponemos a los rayos solares, por eso es importante insistir en su utilización», subraya Lelardi.

«Como cualquier otra parte del cuerpo debemos proteger la piel de los pies, sobre todo el empeine, que ante la exposición solar crónica tiende a secarse y afinarse, al tiempo que aparecen manchas e incluso tumores de piel. Por eso es fundamental colocar el mismo protector solar que aplicamos en el resto del cuerpo 20 minutos antes de la exposición, y renovarlo cada 2 horas, si voy a estar expuesto por largos periodos», explica Hernández.

Y ante el interrogante de si hay que usar productos antitranspirantes, Salvagni sostiene: «no se aconsejan de manera rutinaria salvo a aquellos pacientes que presentan sudoración excesiva, o hiperhidrosis. El exceso de sudoración hace que la piel se macere y haya sobrecrecimiento de la flora bacteriana de la piel, lo que da como resultado mal olor. Para tratar esta afección se recomienda extremar la higiene (lavar los pies a diario, usar medias de algodón cambiándolas diariamente, etc.) y el tratamiento tópico con antitranspirantes, desodorantes o adsorbentes. Existen distintos tipos, básicamente tienen en su composición sales de aluminio o de zinc y se los consigue en forma de talcos, spray o aerosol».

Es muy beneficioso también destinar un tiempo de nuestra jornada a caminar descalzos. «Lo adecuado es hacerlo sobre superficies naturales y seguras como el pasto, la arena o en nuestras casas, para evitar contagiarse enfermedades o lastimaduras. Los pies tienen muchas terminaciones nerviosas y cuando andamos descalzos las estimulamos. Algunas ventajas de andar sin calzado son: se estimulan los músculos de los pies, se liberan tensiones, se fortalece el sistema nervioso y mejora la circulación», concluye Silvagni.

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