Del blanco total y el amarillo al solerito en todos sus largos y cortes. Los aliados para recibir el 2017 con buenos augurios y a la moda.
Textos. Revista Nosotros
Además de pensar qué vamos a comer, el lugar donde vamos a celebrar y con quién nos vamos a reunir, el festejo de Año Nuevo plantea otro interrogante: ¿qué nos vamos a poner? Para algunas será un enigma fácil de resolver, pero para otras no tanto. A propósito, referentes de la moda y la estética actual nos guían para no fallar esa noche tan especial.
Se sabe, un clásico infalible es vestirse de blanco. “Es una costumbre que se pasa de generación en generación. Creo que más allá de lo pintoresco de esta usanza, el blanco es un color que está asociado a la idea de sanar, al amor puro, a renovarse y al inicio de un ciclo de renacimiento que lleva implícito la idea de iluminarse y de intentar re-conectar con uno y con lo que no salió”, explica Majo Gallera, Directora Creativa de Wanama.
Claudia Lombardi, consultora de comunicación e imagen y autora del libro La profundidad de la superficie, concuerda con esta cuestión mística del citado color. “Al tratarse de un tono que condensa la presencia de todos los colores, la vida y la luz, su empleo es parte de un rito que se repite desde siempre para atraer la buena energía a nuestro nuevo año”.
Entretanto, Herminia Yagmourian, Directora de Yagmour afirma: “para arrancar un nuevo año dispuestas a absorber nuevas energías nada mejor que usar este tono que nos hace sentir preparados para el cambio y la bienvenida del año”.
Más allá de las tradiciones hay quienes optan por sumar color a sus atuendos. En estos casos, “la idea es usar colores fuertes que denoten alegría y diversión para festejar una nueva etapa por comenzar, por eso el amarillo es un favorito para las fiestas”, recomienda Leila Navas, Jefa de Producto en Tierra316.
Entretanto, Daniela Vera, la mentora del sello Ampi Vera, sostiene que es oportuno adoptar gamas cuya sismología sea similar a la del blanco, como el rosa y el rojo.
En ese sentido, “los tonos metálicos son ideales. Dorado, plateado, cobre, champagne nos “hablan” de festejo, de resplandecer e iluminar. Asimismo, el crudo y el nude también son interesantes debido a su cuota luminosa”, agrega Gallera.
En tanto, Lombardi asegura que “los brillos son una buena opción para iluminarnos y recibir el 2017 con felicidad, celebrando que lo mejor que está por venir”.
Si bien cada vez es más importante ser uno mismo, se deben tener en cuenta algunas reglas a la hora de fusionar los colores. “Si combinamos el blanco con un tono más oscuro, tenemos que tener en cuenta que la parte del cuerpo donde esté la prenda clara parecerá más grande en comparación a la que esté cubierta por la prenda más oscura. Si nuestros hombros son más anchos que la cadera, podemos usar la prenda neutra en una falda o en shorts, mientras que para el caso contrario, una blusa o musculosa blanca será la mejor opción”, advierte Laura Malpeli de Jordaan, Asesora de Imagen certificada por CMB y Directora de Styletto.
UN ATUENDO PARA CADA SITUACIÓN
Claro está que el ámbito en el que vamos a festejar incide significativamente en cómo debemos vestirnos. Malpeli de Jordan bien los explica. “Para una reunión familiar o informal es mejor no exagerar con un atuendo recargado en cuanto a las texturas y accesorios, ya que desentonará con lo que los demás usen. También hay que descartar las prendas excesivamente rígidas y los colores muy oscuros ya que generan distancia entre los presentes. A la hora de juntarnos con amigos, propongo sumar algún detalle de tendencia, no sólo para conseguir un look cool, sino también para proyectar una imagen positiva y vigente entre los presentes. La idea es incorporar desde una prenda hasta un accesorio, un peinado o un tono de esmalte. En cambio, si la fiesta es muy concurrida y suntuosa podemos valernos del “más es más” optando por texturas interesantes, con juego de distintos géneros, incorporando algún tono metalizado, accesorios opulentos así como también algún color puro o estridente que nos permita ser el centro de todas las miradas. Finalmente, un año nuevo en la playa amerita comodidad. Un buen equipo incluye un solero (en todos los largos) combinado con un suéter liviano o una campera de denim y el cabello suelto o parcialmente recogido. ¡Nada de tacos!”.
Por su parte, la directora de Yagmour, considera que un agasajo con familiares admite el uso de una blusa o vestido con puntillas o guipiure combinado con pantalón o pollera de gabardina blanco, mientras que para una fiesta con amigos vale la mezcla de texturas para conseguir un look moderno. “En ese caso podemos vestir una mini con brillo en tonos claros más una blusa satinada blanca, o si queremos darle un toque informal, adoptamos una remera blanca con alguna frase inspiradora que acompañamos con un ¡buen par de zapatos! Ahora bien, para un festejo súper glamoroso, un vestido largo en off white es la mejor opción, y para uno en la playa nada mejor que un solerito blanco con kimono o un pantalón ancho de lino con una musculosa clara y un muy buen accesorio metalizado para conseguir un look fresco y cómodo”, aconseja la experta.
Más precisiones aporta Gallera: un vestido blanco es perfecto para festejar con los seres queridos, un jean blanco con top de encaje y puntillas más accesorios metálicos conforman el fit perfecto para estar entre amigos, un mini vestido con lentejuelas y brillo es un aliado de las fiestas lujosas y un vestido lánguido de color blanco, tipo túnica es ideal para un año nuevo frente al mar.
Pese a todo, podemos decir algo con certeza: en pleno siglo XXI el gusto personal y la comodidad importa en estos casos. El primero es vital porque nos identifica y muestra lo que somos. Si lo priorizamos automáticamente logramos bienestar y estamos súper cancheras. Si bien a diario no tenemos tanta libertad para elegir qué ponernos, las fiestas son el momento ideal para dar rienda suelta al estilo propio y elegir un atuendo que realmente nos represente. La condición es considerar que este tipo de celebraciones tiene lugar en un clima cálido y que se extiende por varias horas, por eso es importantísimo no elegir ropa muy ceñida que nos de calor o accesorios que nos provoquen alguna molestia, porque de lo contrario será imposible proyectar una imagen positiva (aunque no lo digamos con palabras, nuestro cuerpo demostrará que no estamos a gusto).
Como las fiestas son un momento de encuentro, también es fundamental estar atento a los detalles, no sólo del look, sino también de la ambientación del lugar porque permite que los invitados se sientan homenajeados. “Por eso, preparar la decoración de la mesa (¡en la que siempre debe haber flores!), sumar color y poner música de fondo, sin duda, hacen a una celebración divertida.