¿Qué resultados ofrece la toxina botulínica para la hiperhidrosis?


La sudoración excesiva o hiperhidrosis es un problema que afecta del 2 al 4% de la población. Este trastorno se inicia habitualmente en la infancia temprana, y suele diagnosticarse en la adolescencia, persistiendo durante toda la vida si no se trata. Se presenta con más frecuencia entre los 25 y los 64 años y, en un 40% de los casos, suele haber algún familiar más que lo padece.


Afecta generalmente a las palmas de las manos, axilas, plantas del piel y región facial, regiones de más densidad de glándulas sudoríparas tiene el cuerpo humano.


La aplicación de toxina botulínica es un tratamiento eficaz para el control de la hiperhidrosis, con el objetivo de reducir el exceso de sudoración en zonas localizadas del cuerpo.


La técnica es sencilla y prácticamente indolora y consiste en la administración subcutánea de toxina botulínica en la zona a tratar, provocando el bloqueo de la conducción nerviosa y reduciendo temporalmente la actividad de músculos y glándulas sudoríparas. Se observa una disminución del sudor en la zona tratada de forma progresiva en 1-2 semanas.


Los efectos duran de seis meses a un año dependiendo de los casos, así pues durante este periodo de tiempo el paciente estará sin sudar la zona tratada con la toxina.


En Michelle Farr, siempre buscamos lo mejor para vos, ambos tratamientos mencionados se realizan con asesoramiento y seguridad médica, brindándole a los pacientes óptimos resultados y sesiones cómodas sin generar dolor.

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