Porciones / 4
Dificultad / media
Ingredientes:
- 325 gramos de arroz
- 325 gramos de pollo
- 125 gramos de queso parmesano
- Litro y medio de caldo de pollo
- Un vaso de vino blanco
- Un pimiento verde
- Una cebolla grande
- Dos dientes de ajo
Preparación:
Trocear el pollo en trozos no muy grandes, de un tamaño que después resulte cómodo para cocinar y para comer una vez tengamos lista la receta.
Lava y trocear el pimiento, quitándole previamente las semillas del interior, y pela y pica también la cebolla y los dientes de ajo, de la forma más fina que puedas.
Freír en una sartén con aceite de oliva los ajos picados, la cebolla y el pimiento, salpimentar a gusto. Mantenemos a fuego medio, sin dejar de remover para que se cocinen bien por todos lados.. Agregamos entonces los trozos de pollo, previamente salpimentados, y los doraremos durante unos minutos junto a los ingredientes que teníamos anteriormente en la sartén.
Mientras tanto, ponemos a calentar una olla con el caldo de pollo, que puede ser comprado en el supermercado o bien un caldo casero que hayas preparado antes.
Añadir el vino y dejar que se consuma el alcohol del mismo, para lo que subiremos un poco la intensidad del fuego durante un par de minutos. Remover y añadir el arroz, para dejarlo rehogar dos o tres minutos, hasta que comience a ponerse casi transparente.
Agregar el caldo de pollo poco a poco, no de golpe, y cuando se consuma la cantidad que hayamos agregado, seguiremos vertiendo más cantidad de la misma forma, poco a poco, así hasta consumirlo por completo y que el arroz quede bien tierno. Es importante que esté caliente para que no baje la temperatura de la cocción del arroz.
Retiramos la sartén del fuego y rallamos el queso parmesano por encima, mezclar hasta que adquiera una textura bien cremosa.
Servir y disfrutar bien caliente.