Esta gema es considerada la piedra nacional argentina, seduce por su color y es una de las preferidas por los artesanos a lo largo y ancho de todo nuestro país.
Textos: Revista Nosotros.
La rodocrosita es una piedra semipreciosa, compuesta por carbonato de manganeso, es este último el que determina ese fuerte color rosado o púrpura, que se va aclarando a medida que en su composición se ve reemplazado el manganeso (Mn) por otros componentes. Su nombre proviene de dos vocablos griegos, a raíz de su color, rodo: rosa y crosita: color.
La cuna de yacimientos está en la provincia de Catamarca, y uno de los enclaves más ricos en esta gema es la zona de Andalgalá, lugar desde donde se exporta a todo el país y al mundo. Este municipio realizó a principios de 2017 un festival para celebrar a la piedra llamada también “la rosa del inca”: la rodocrosita.
Por su tonalidad rosa de diferentes intensidades, es la elegida para crear joyas muy femeninas. Miles de artesanos utilizan esta piedra por sus propiedades.
Se presenta preferentemente en capas o costras de estructura bandeadas, con superposición de bandas rosadas de distintas tonalidades, de claras a oscuras, de textura fibrosa, y separadas entre sí por un material blanco a blanco grisáceo (mezcla de carbonatos varios de calcio, magnesio, hierro, y con una muy baja concentración de manganeso).
Foto: Gentileza Bellezas del Norte
Por ser de fácil exfoliación y relativamente blanda, se deja pulir con gran brillo, y puede utilizarse para ornamentación, objetos decorativos, joyas, cabochones y esferas.
Por su estructura y hermosa coloración rosada, es una de las más llamativas del mundo y se la denomina piedra nacional argentina, utilizándosela como piedra semi preciosa.
Es de destacar, también, la presentación en forma de estalactitas, en las cuales se observa las diferentes capas en forma fibro-radial y concéntrica. Una estalactita puede estar formada por varios centros de crecimiento, rectilíneos o curvos, de un desarrollo de hasta 30 cm y un diámetro de 2 a 8 cm y más.
Esta piedra se encuentra en filones metalíferos hidrotermales de temperatura media, asociada con sulfuros de cobre, plata y plomo, y también junto a otros minerales de manganeso. Es bastante común como mineral sedimentario.
La mineralización es de origen volcánico, y se localiza en una chimenea volcánica, compuesta de riolita, tobas y brechas y se encuentra en la provincia de Catamarca, a 3.200 metros de altura sobre el nivel del mar.
Mineral precioso para la gemoterapia
En gemotarapia la rodocrosita representa el amor desinteresado y la compasión. Es una piedra que imparte una actitud dinámica y positiva, es excelente para el corazón enseñándole a asimilar los sentimientos dolorosos.
Limpia los chacras del plexo solar y básico y, a nivel psicológico, da vitalidad a la mente fomentando una actitud positiva y potenciando la creatividad.
Se recomienda usarla en la muñeca y, especialmente sobre el plexo solar o sobre el corazón.
La rodocrosita es una variedad de calcita, con lo que comparte las propiedades de ésta: la calcita es un poderoso amplificador y limpiador de las energías. El simple hecho de tener calcita en la habitación, limpia las energías negativas del entorno y potencia las reservas personales, así como retira la energía estancada dentro del cuerpo.
Es una piedra espiritual que facilita la apertura de la conciencia superior y de las capacidades psíquicas.
Leyenda diaguita: “Los pétalos de la rodocrosita”
Tras largos días y noches de andar, el chasqui alcanzó el último tramo del camino que conducía a la morada del rey inca.
Llevaba una singular ofrenda destinada al gobernante: tres gotas de sangre petrificadas, el precioso hallazgo fue recibido con mucha emotividad.
En el lago Titicaca, en tiempos pasados, se había construido el templo de las acllas: las vírgenes sacerdotisas del Inti.
En ese sitio se encontraban anualmente el sol y la luna para fecundar los sembrados y asistir a la sagrada elección de quien heredaría la responsabilidad de perpetuar la sangre inca.
Un día el invencible guerrero Tupac Canquí se atrevió a ingresar al sagrado templo, desafiando la tradición incaica.
Desde el momento en que descubrió a la bella ñusta aclla, nació su amor por ella.
La sacerdotisa le correspondió, consciente de ignorar las restricciones del Tawantinsuyo para las elegidas.
Juntos, escaparon hacia el sur, buscando proteger el vientre de la aclla lleno de vida.
El poder imperial bramó y destinó infortunados grupos armados a castigar a los culpables de la transgresión.
Tupac Canquí y la ñusta aclla se instalaron cerca del salar de Pipando, donde tuvieron muchos hijos descendientes de los aymarás, que fundaron el pueblo diaguita.
Sin embargo, jamás lograron deshacerse del hechizo de los chamanes incas.
Ella falleció y su cuerpo fue sepultado en la alta cumbre de la montaña. Él murió poco tiempo después, ahogado en su triste soledad.
Una tarde, el chasqui andalgalá descubrió la tumba de la ñusta aclla impresionado por ver cómo florecía, en pétalos de sangre, la piedra que la cubría.
Rápidamente salió del estupor y arrancó una de las rosas para ofrendar al rey inca.
El jefe del imperio, aceptando con emoción la flor de la rodocrosita, perdonó a aquellos antiguos amantes furtivos.
En adelante, las princesas de Tiahuanaco lucieron con orgullo trozos de la piedra rosa del inca, símbolo de paz, perdón y amor profundo.