Rubén Blades, un cronista que canta


A lo largo de sus 72 años el panameño Rubén Blades fue cantautor, abogado, actor, y político. En esta nota, el autor repasa la prolífica vida del artista tras el hilo conductor de su música.

Textos. Enrique Madeo.

«William Faulkner, escritor norteamericano, creó el condado de Yoknapatawpha. García Márquez creó Macondo. Yo, Hispania». 

RUBÉN BLADES

Mencionar que en su trayectoria ha sido cantautor, abogado, actor y político no resulta un dato anecdótico, ya que a lo largo de sus jóvenes setenta y dos años, Rubén Blades se ha destacado por su protagonismo en cualquiera de esas facetas.

Ha incursionado en el cine participando como actor en diversas producciones, tanto de Hollywood como del cine independiente. En 1994 participó en las elecciones presidenciales de su país, Panamá, en las que quedó en tercer lugar, con el 20 por ciento de los votos, entre 7 candidatos. En 2004, habiendo ganado Martín Torrijos las elecciones, Blades aceptó el puesto de Ministro de Turismo, ejerciendo dicho cargo hasta 2009.

En su vinculación con la música, Blades llegó a su adolescencia con fuertes tendencias rockeras. Sin embargo, al conocer algunos referentes de la salsa, se fue interesando en ese mundo. Uno de los más importantes fue Ismael Rivera, por su energía, inventiva y su sentido rítmico. Pero una influencia decisiva resultó ser la del boricua José Cheo Feliciano, encontró en él un modelo a seguir. Cada vez que lo ha referenciado, no ha escatimado calificativos para demostrar su admiración: «Tenía clase, mucha calidad y su dicción era buenísima; sus fraseos, excelentes; y su sentido melódico y rítmico; exquisitos».

Como autor, la fantasía de la república de Hispania le ha permitido a Blades describir los temas de la ciudad, contar la riqueza que hay en la vida de la gente común, desarrollar personajes, historias y eventos sin tener que estar ubicándolos en países o fechas específicas.

A una gran mayoría de los personajes que ha creado les ha dado asiento en ese territorio. Laburantes, desocupados, prostitutas, sacerdotes, sicarios, Manuela, Ligia Elena, Juana Mayo, Pablo Pueblo, Adán García, el Padre Antonio… todos ellos son de Hispania, y dentro de Hispania sus historias se han desarrollado en distintas circunstancias y lugares.

CANTANTE Y COMPOSITOR

La década del 70′ resultó clave en el desarrollo de su trayectoria. Si bien es cierto en 1969 había participado en un disco con el grupo panameño Los Salvajes del Ritmo, en 1970 produce su debut como cantante y compositor cuando publica De Panamá a New York/From Panama to New York, con Pete Rodríguez.

En 1975 Ray Barreto lo contrató como vocalista participando de esta forma en los discos Barreto 1975 y Tomorrow Barreto Live 1976.

Paralelamente en la historia de la salsa, la separación de Willie Colón de Héctor Lavoe y la decisión de éste de emprender su carrera en solitario, generó una serie de entredichos nunca aclarados. Lo cierto es que desde dicha ruptura el talentoso trombonista trabajó en la búsqueda de una nueva voz para su orquesta siendo Rubén Blades el elegido.

Así es que entre 1977 y 1982 Colón y Blades grabaron 5 discos. Colón logró mezclar el sonido callejero de los coros con arreglos musicales de alta factura. En tanto que Blades aportó una voz fresca a la salsa utilizándola como medio para introducir contenidos con narrativa social -con temas como Tiburón o Plástico- y con otros, dándoles vida a sus más variados personajes como Pablo pueblo, Ligia Elena o el anónimo jugador de Te están buscando.

Dos grandes éxitos resultaron ser la grabación de los discos Siembra y Maestra vida.

El primero fue publicado en 1978 y considerado una obra maestra en su composición musical y contenido lírico. El álbum estableció nuevos paradigmas en el campo artístico y comercial; y poéticamente dirigió un mensaje de orgullo cultural, justicia social y liberación política a los latinos que vivían en el continente americano en una época de discriminación y opresión política. De comienzo a final el disco sostiene un alto nivel, tanto desde lo instrumental como desde lo compositivo.

Uno de los grandes aciertos resultó ser Pedro Navaja, un tema de más de 7 minutos de duración. Es una narración llena de misterio y suspenso entre personajes de la noche que va in crescendo, a la par del aumento de la cadencia y la intensidad de la interpretación, todo lo cual se aleja de los paradigmas de la salsa, realizados para bailar sobre la base de letras fáciles y repetitivas.

La capacidad narrativa de Blades hace visible la historia, a punto tal que cuesta separar al intérprete del personaje. Situación ésta, que hoy, a más de cuarenta años de su grabación, aún se sostiene. Plástico critica muchos de los valores del materialismo, la frivolidad y la pobreza espiritual de quienes detentan la riqueza en los países más desarrollados. Y Siembra es el epílogo resonante del álbum en lo musical, poético y filosófico. El mensaje es claro: cosecharás de acuerdo a la semilla que sembraste.

Para el arreglo de lo que se convertiría el tema título del LP, Colón contactó a nuestro Carlos Franzetti, quien preparó los arreglos del tema para cuatro trombones y una sección rítmica, al que luego agregaría una sección de cuerdas.

Maestra vida fue grabado en 1980. Un proyecto tan innovador como arriesgado. Un álbum doble, a través del cual Blades retrató las vivencias de una familia latinoamericana, una especie de «radio novela» cantada con arreglos orquestales. César Miguel Rondón, locutor y escritor venezolano, participó como el narrador en off de la historia del sastre Carmelo, su amor por Manuela, su noviazgo, matrimonio, el nacimiento de su hijo Ramiro y los malos tiempos. La vejez, el velorio, el entierro y en definitiva, la muerte.

DOS FRENTES

Entrada la década de los ochenta, Blades estaba decidido a continuar su carrera con banda propia y en otro sello, aunque  quedaban pendientes cuatro álbumes para «Fania», por lo que desde 1983 a 1987 continuó su carrera en dos frentes.

Para su carrera como solista apostó a un sexteto denominado Los Seis del Solar, conformado por: piano y sintetizador, bajo, sección rítmica y vibráfono, decidiendo eliminar los trombones para apartarse del sonido de Willie Colón y, de alguna manera, del estilo típico de la salsa.

El disco inaugural, Buscando América, alcanzó puntos altos con la versión de «Desapariciones», con la conmovedora historia en «El Padre Antonio y su monaguillo Andrés» o en la intimista narración de otro anónimo de Blades en GDBD.

En 1987 con Los seis del solar, publicó «Agua de luna», uno de sus discos más interesantes y menos conocidos, donde varias canciones fueron inspiradas en textos de Gabriel García Márquez, una de ellas, «Ojos de perro azul»; y con Willie Colón, Doble filo. Aquí se destaca la versión de El cantante, aquel tema que en 1978 Blades había cedido a Lavoe para que lo grabara.

NUEVAS INCURSIONES

Inquieto y talentoso, incursionó en los más variados géneros y en cada uno de ellos investigó hasta lo más profundo de sus raíces.

En 1988, adentrándose en el pop rock y producido por Tomy Lipuma, grabó «Nothing but the truth» con la participación de Lou Reed, Elvis Costello y Sting.

Por esos años estrena la banda denominada «Son del solar», incorporando una sección de vientos retornando a las raíces de la salsa latina, recordando su exitosa asociación con Willie Colón. Con esta conformación edita una trilogía de discos: Antecedente, Caminando, y Amor y control; donde su labor como compositor queda nuevamente plasmada en canciones con temas vitales que oscilan entre la crónica urbana, el retrato social y la reminiscencia hacia sus orígenes panameños. Se destacan «Juana Mayo», «Tas caliente», «Prohibido olvidar» y «Camaleón».

«Amor y control», publicado en 1992, es un álbum ambicioso que ofrece una diversidad estilística que muchos de sus seguidores parecieron no entender y que resultó un anuncio de sus futuras fusiones.

Después del esperado reencuentro con Colón en «Tras la tormenta», en 1996 Blades graba «La rosa de los vientos», disco que abre una trilogía de álbumes caracterizados por una apertura a distintas formas rítmicas y paisajes sonoros que muchos de sus seguidores, puristas de la salsa, criticaron con cierta dureza. Blades se apoya en un grupo de músicos panameños quienes aportan su talento y la autoría de una buena parte de los temas del álbum, conceptualmente ecléctico por la variedad de ritmos: cumbias, rumba, algo de funk y baladas, destacándose «La rosa de los vientos», «Vino añejo», «Amor mudo» y «Eres mi canción».

En 1999 publicó el álbum «Tiempos» con un sonido completamente experimental y grabado por músicos jóvenes costarricenses, pertenecientes a Editus Ensamble, los cuales eran ajenos al mundo de la salsa. Se destacan «Vida», «Puente del mundo» y «Sicarios». En 2002 se completa su trilogía experimental con el álbum «Mundo», con la producción del ensamble costarricense Editus, donde fusionan ritmos e instrumentos de Europa, África y América, tratando de demostrar que el origen del hombre es uno solo y que todos estamos interrelacionados. Se destacan «Primigenio», «Estampa» y «Parao».

En 2009 publicó el álbum: «Cantares del Subdesarrollo». Con esta producción Blades se lanzó como músico independiente, vendiendo el disco directamente desde su página web. «Este trabajo lo hice en el garaje de mi casa y toqué casi todos los instrumentos, donde traduzco la simpleza y el poder de nuestra música popular. Esta producción es tan básica como lo es la vida en nuestros barrios populares: honestidad, valor y esperanza, aún frente a la dificultad o a la mayor decepción».

En 2011 publicó el disco «Todos vuelven», un doble álbum en vivo. El concierto fue grabado en el coliseo de Puerto Rico junto con los músicos de los seis del solar y una sección de trombones; además, cuenta con la participación especial de Cheo Feliciano en el tema «Juan Pachanga».

En 2012 Rubén Blades publicó a dúo con Cheo Feliciano el álbum «Eba Say Ajá», tras siete años de trabajo en diferentes estudios de grabación. Blades interpreta un tema inédito de Feliciano: «De aquí pa’ lla». Por su parte, Cheo interpretó el tema inédito de Rubén titulado «Inodoro Pérez», mientras que ambos unieron sus voces en «Si te dicen» y «Lo bueno ya viene».

TRAS EL ALMA DEL TANGO

A finales de 2014 publicó Tangos. Hay en su intento una clara pretensión de atrapar el alma del tango y sumergirse en ella para darle, sobre todo, una mayor profundidad de sentido a sus letras, esas que tanto han definido su estilo decidor, su vocación de retratar hombres, mujeres y asuntos humanos.

Se trató de poner su poesía bajo la emoción del tango, de su existencialismo urbano. Y para ello puso en juego casi una docena de sus canciones confirmadas por la popularidad en su salsa original. Es decir, Blades no se puso a escribir a la manera tanguera, y a la hora de cantar modificó su fraseo y hasta su modo de subrayar palabras.

Para emprender el desafío convocó a Carlos Franzetti, el gran músico argentino, el mismo que unos treinta años atrás participara en los arreglos del tema Siembra. Franzetti asumió los arreglos y la dirección musical, y a su vez se tomó de la mano del inmenso Leopoldo Federico y su orquesta para la primera mitad del disco, que incluye Pedro Navaja en formato de milonga.

Para la otra mitad, reunió en un estudio de Nueva York a un grupo de músicos encabezados por otro argentino, el bandoneonista Daniel Binelli, y a las cuerdas las sumó luego en Praga, con la orquesta sinfónica de la capital checa.

Sin embargo, Tangos no pasó de ser un intento que no terminó de encontrar el idioma que había salido a buscar.

En tanto, algunas de las versiones, quizás por cierta pretensión universal en los arreglos, suenan más a canciones con soporte sinfónico que a tango.

«Siempre consideré que la atmósfera que plantea el tango, la manera en la que hay que frasear las canciones y su instrumentación, iban a dar a las letras de mis canciones una dimensión mucho más completa de la que obtenía presentándolas en el formato de música afrocubana».

En 2018, a cuarenta años del lanzamiento de «Siembra» publicó «Medoro Madera» en el cual imposta la voz recordando a aquellos cantantes cubanos de antaño, interpretando canciones del repertorio clásico de la música afrocubana.

Hijo de padre colombiano y madre cubana, Rubén Blades Bellido de Luna nació el 16 de julio de 1948 en Panamá y nos sigue sorprendiendo, como cantautor, como abogado, como actor, como político, como una persona comprometida con el mundo en que vive.

Previo ¿Qué madera elegir para mis proyectos?
Siguiente EDICIÓN IMPRESA 23-01-2021