Series para maratonear sin culpa


Estas son nuestras sugerencias para que te tires en un lugar cómodo, con pochoclos y algo fresco a mano, y disfrutes de no hacer más nada que ¡mirar series! A activar el modo vacaciones.

A menudo durante el año dejamos cosas pendientes para realizarlas en el período de vacaciones. Si sos de los que no se quedan hasta la madrugada para ponerse al día con la serie del momento, en esta nota te contamos cuáles son las series que no pudimos soltar.

Bridgerton, de Netflix

Shonda Rhimes es, desde hace años, una de las guionistas más poderosas de Hollywood. De su puño y letra han salido títulos como «Grey’s Anatomy», «Scandal» y un montón de series adictivas. Rhimes ha fundado una productora llamada Shondaland y «Bridgerton» es su primer proyecto.

La serie de época con la que Rhimes desembarcó en Netflix se está transformado en una incubadora de tendencias.

Mezcla de Downton Abbey con Mujercitas y Gossip Girl, la serie no sólo está produciendo cambios en la moda y en los looks de belleza sino que también está impactando en la música.

Según acaba de informar Spotify, su plataforma registro un notable, desde el estreno de la serie, un aumento de playlists relacionadas a ella y un gran índice de reproducciones de reversiones instrumentales y clásicas de muchos himnos pop.

Los cambios incluyen:

– Más de 5.800 playlists con «Bridgerton» en el título fueron creadas por usuarios en todo el mundo en Spotify desde el 25 de diciembre (día de estreno de la serie).

– Las versiones clásicas de Vitamin String Quartet de canciones modernas como «Thank u, next» de Ariana Grande y «Girls Like You» de Maroon 5, registraron un aumento significativo en las reproducciones en Spotify desde que el programa llegó a Netflix el pasado 25 de diciembre.

– Otros de los covers más escuchados son «In My Blood» de Shawn Mendes, «Bad Guy» de Billie Eilish, y Blinding Lights, de The Weeknd.

– El propio proyecto Vitamin String Quartet (un cuarteto de cuerdas que reversiona artistas de todo el mundo desde hace más de 20 años) ha registrado un aumento de más del 170% en los streams a nivel mundial.

El guión viene más o menos así: Daphne está a punto de entrar en el «mercado matrimonial» de Londres, pero ella quiere seguir los pasos de sus padres y casarse por amor. Sin embargo, en cuanto su hermano mayor se empieza a ocupar de sus pretendientes, una revista de sociedad que escribe la misteriosa lady Whistledown comienza a chismorrear contra la reputación de Daphne.

En ese momento hará su aparición el rebelde duque de Hastings (Regé-Jean Page), el soltero de oro y el gran partido de la temporada, al que todas las madres de las debutantes quieran para sus hijas. Daphne y él se resisten a reconocer que entre ellos hay algo más que una buena amistad, aunque su química es innegable y les encanta conversar con ingenio, mientras toda la alta sociedad especula con ellos.

No solo las chicas de Bridgerton se van a enamorar del duque, habrá muchos suspiros de este lado de la pantalla. Y se confirmó su segunda temporada.

También se puede maratonear en un finde, dato importante. A preparar los pochoclos y darle play.

The Mandalorian, de Disney +

Creada por el polifacético Jon Favreau, el encargado de arrancar el universo cinematográfico de Marvel con «Iron Man», esta serie es la primera de acción real de Star Wars.

Huele a clásico, pero innova. Para ubicarnos, la serie nos sitúa cinco años después de los acontecimientos narrados en «El retorno del Jedi», el capítulo estrenado en 1983 con el que concluyó la trilogía original. El Imperio fue destruido gracias a Luke Skywalker y los suyos, pero aún quedan vestigios y en la galaxia parecen reinar el caos y la decadencia.

Los efectos visuales, las transiciones entre escenas y la estética en general de «The Mandalorian» nos evocan a las películas clásicas de Star Wars, sin abusar en exceso de los efectos especiales. Los espectadores reconocerán rápidamente la galaxia que tanto añoran, pero esta vez a través de una historia que tiene más elementos de «spaguetti western» que de ciencia ficción.

La serie nos presenta a un implacable cazarrecompensas de la misma raza que Boba Fett, interpretado por Pedro Pascal. A pesar de que no llegamos a ver su rostro en ningún momento, ya que los mandalorianos nunca se dejan ver sin el casco, el personaje logra captar la atención gracias a su característica voz y a una presencia que impone respeto y autoridad.

El personaje de Baby Yoda se merece un apartado propio, ya que se ha convertido en la estrella de la serie y en el personaje favorito de los fans. Sabemos muy poco sobre esta adorable criaturita de la misma raza que el maestro Yoda, solo que no es el personaje que ya conocemos, pero lo cierto es que todo internet se ha enamorado.

El único personaje sensible a la Fuerza es un robaescenas de manual y se ha convertido en una obsesión global. Sus gestos, su miradita inocente y sus intentos por llamar la atención son un regalo que no esperábamos y que no estamos seguros de merecer.

Como en todos los productos de «Star Wars», la música juega un papel fundamental. En esta ocasión, la BSO no corre a cargo de John Williams, sino de Ludwig Göransson, ganador de un Oscar por la composición de la banda sonora de «Black Panther». La música es igual de magnética que la de las películas y ya está arrasando en Spotify.

Es una de las series más pirateadas de la temporada 20-21, en sus dos temporadas. Casi llega a alcanzar las descargas que en su momento tuvieron los capítulos finales de «Game of Thrones».

Alice in borderland, de Netflix

El hikikomori (prototipo de joven masculino que desarrolla fobia social y a menudo solo mantiene contacto con el mundo exterior a través del ordenador, la televisión o los videojuegos en línea) es una figura muy recurrente en la cultura japonesa actual. Con más o menos relevancia, penetra a menudo en muchas obras de ficción salidas del archipiélago del sudeste asiático y ocurre así en Alice in Borderland, serie de supervivencia adolescente que Netflix estrenó hace unos días.

El estreno de Netflix, desde su misma premisa, es puro anime: tres jóvenes parias –uno por violento y zoquete, otro por hijo de una fanática religiosa y otro por cercano al mencionado molde del hikikomori– ven desaparecer a casi toda la población de Tokio de un plumazo. Los pocos habitantes de la urbe que quedan, ellos incluidos, deben apostarse el pescuezo en juegos de fuerza o ingenio que casi siempre se resuelven a vida o muerte.

Aunque lo que presenta la ficción no es apocalipsis y la hecatombe tradicional, su trama obedece al mismo terror colectivo y no se libra de atender aquello a lo que todas las ficciones de supervivencia atienden: el hombre como lobo del hombre. Los oscuros bordes de la civilidad humana, la respuesta a las preguntas de qué está uno dispuesto a hacer para sobrevivir.

Todo esto al mejor estilo de «pulentería chinoka», al decir de Alfredo Casero.

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