Tailandia soñada


Las playas de Tailandia lo tienen todo: impresionante belleza natural, compleja cultura y exquisita gastronomía. Este país del sudeste asiático es accesible y sus atractivos seducen de inmediato al viajero. Merece la pena, tanto si se viaja con un presupuesto ajustado como si se duerme en hoteles de cinco estrellas.

TEXTOS. REVISTA NOSOTROS.

 

PLAYAS IMPERDIBLES:

Koh Lanta

Ko Lanta Yai tiene nueve atractivas playas de arena blanca, con un esce-nario espléndido el cual consiste en más de 70 islas llenas de vegeta-ción, con arrecifes de coral y con una gran vida marina. La geografía de la isla es típica de manglares, rodeada de arrecifes de coral y acentuadas colinas frondosas. Se trata de un destino turístico popular, ya que es conocido por sus playas y por sus actividades de buceo.La gastronomía típica de Ko Lanta es conocida por su sabor picante. La mayoría de sus platos son de origen malayo, indonesio o indio.

Islas Phi Phi

Las islas Phi Phi situadas en el mar de Adaman, deslumbran con su fabulosas playas, aguas cristalinas y espectaculares paisajes rocosos cayendo dramáticamente al mar. Su vibrante mundo submarino es un paraíso para los amantes del buceo y snorkelling.

La más grande de las dos islas Phi Phi Don, es la única habitada y con servicios. En tanto Phi Phi Leh se encuentra en estado casi natural. Un corto paseo en barco nos llevará desde Phi Phi Don a Phi Phi Leh.

En esta pequeña isla se encuentran hermosas playas y bahías entre ellas la famosa Maya Bay donde se filmo la película The Beach protagonizado por Leonardo Di Caprio. En Phi Phi Leh se encuentra la Cueva Vikinga llamada así por las pinturas interio-res. Una actividad curiosa que tiene lugar en esta cueva, es la recolección de nidos de golondrinas. Estos nidos son muy apreciados en Asia y se comercializan para la elaboración de la famosa “sopa de nidos”. A fin de evitar el comercio ilegal de estos nidos y la depredación, está prohibido pernoctar en la islas.

 

ADEMÁS:

Bangkok

Capital de Tailandia, conocida por los tailandeses como “Krung Thep” (la Ciudad de los Angeles), conserva la esencia del espíritu tailandés y es ciertamente el corazón del país. Esta ciudad con cerca de 10 millones de habitantes tiene sin duda algo para ofrecer a cada visitante: templos magníficos “wats”, palacios, museos, parques, vida nocturna, mercados, comercios y buenos res-taurantes. Otro lugar de fundamen-tal interés es el recinto del Palacio Real con diversos edificios- en el cual se encuentra Wat Phra Keo ó Templo de Buda de Esmeralda. En este templo, que sólo se utiliza para ciertas ceremonias, se encuentra el famoso Buda Esmeralda de 66 cm de altura tallado en realidad en jade y que está considerado como símbolo de la independencia Thai.

Krabi
La ciudad de Krabi localizada a unos 814 km de Bangkok, está en-tre las más hermosas de Tailandia. Esta encantadora ciudad, capital de la provincia homónima, es un destino ideal para aquellos viajeros que buscan la tranquilidad, ya que es una pequeña comunidad de pescadores, con mas de cien islas, playas de arena blanca, aguas de color azul, un paisaje de ensue-ño que son una tentación para descansar.

 

PARA AMBIENTARSE:

Lectura:
La sombra blanca, de Saneh Sangsuk, una demoledora novela que pulveriza los clichés oc-cidentales sobre Bangkok; El halcón de Siam, de Axel Aylwen, biografía novelada de Constantin Phaulkon, primer ministro del rey de Siam durante el S. XVII.

Música:
Made in Thailand de Carabao, una pleng pue cheevit (canción vitalista) clásica.

Cine:
La dulce esencia de la cultura tailandesa de Fan Chan (Mi chica), película infantil que batió récords de taquilla; El puente sobre el río Kwai, de David Lean, que fue ro-dada cerca de Bangkok y que cuenta con una excelente fotografía.

 

GASTRONOMÍA:

En tailandés, la palabra méu (co-mida) es un homónimo cercano a la palabra “mano”, y los tailandeses extienden ésta con mucha frecuen-cia hacia un cuenco de fideos o un aperitivo; cada casa, edificio de oficinas o campo de arroz debe tener una casa para los espíritus, un lugar para los phrá phum (espíritus de la tierra) autóctonos de ese lugar.

La comida se sitúa en un lugar muy cercano al corazón de la khwaam pen thai (la esencia tailandesa)… Para valorar realmente esta cultura, el viajero debe entender y apreciar la comida. El que se sienta cómodo con ambas, tal vez se convierta en kin jai (come corazón)…

Finalmente, uno llega a comprender lo que quieren decir los tailandeses cuando afirman que están en im jai (con el corazón completo), una expresión que fusio-na la satisfacción culinaria con un estado de alegría general.

La cocina tradicional combina el arroz con carnes, verduras y pes-cados. Gran variedad de mariscos. Comida muy sabrosa y princi-palmente, con muchas especias.

Merecen especial atención las frutas tropicales, el Tôm yam kûng (gam-bas con especias y sopa de hierba de limón) o el delicioso mîang kham (un aperitivo de coco, jengibre, lima, manías y gambas). Bebidas: no dejar de probar el jugo de caña de azúcar o whisky de arroz.

El agua está químicamente tratada, no beber agua del grifo.

 

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