Ian Astbury: “Creo que el futuro está llegando desde culturas que están en crecimiento”.
Ian Astbury, líder y cantante de la banda británica The Cult, que el próximo 3 de octubre volverá a la Argentina y se presentará en el Luna Park, com parte de la gira mundial presentación de su nuevo disco “Hidden City”, consideró que “el futuro está llegando desde culturas que están en crecimiento”, al aludir a su interés por nuestro país.
“Honestamente, creo que el futuro está llegando desde culturas que están en crecimiento. Con respecto a las ideas y las tecnologías, estoy muy interesado en Argentina”, expresó Astbury, al manifestar “la relación especial” que siente con el público local.
Precisamente, desde su primera visita con un multitudinario show en el Estadio de River Plate, en 1991, The Cult estableció un particular ida y vuelta con sus fans argentinos, que en el caso del vocalista se extendió a la presentación ofrecida junto a los históricos Ray Manzarek y Roby Krieger, en 2004, en una reencarnación de The Doors.
Pero más importante aún resulta que “Hidden City”, el título del nuevo disco de la banda que rescató al hard rock en medio de la oleada postpunk de los ’80, alude a “Ciudad Oculta”, luego de que Astbury vio por televisión esta inscripción en la camiseta de Carlos Tevez, al festejar un gol en su paso por la Juventus.
“Me resultó fascinante que no le estuviera diciendo al mundo que había hecho un gol, ni que era el mejor, el número uno, ni tampoco incluyera un sponsor ahí. No. Dice el nombre de su barrio ahí. ¿Quién hace eso?”, destacó el cantante.
Además, el último registro discográfico de The Cult cuenta con el argentino Juan Azulay como responsable de las gráficas, a quien Astbury le atribuye un rol central en el concepto del álbum.
“Él estuvo trabajando con su esposa, investigando sobre las culturas alrededor del mundo. Es hermoso porque son como nómadas, como gitanos. Y entienden la perspectiva global y el lugar que Argentina ocupa en ese mundo”, remarcó.
Respecto a “Hidden City”, décimo trabajo de estudio de los creadores de éxitos como “She sells sanctuary”, “Love removal machine”, “Revolution” y “Eddie”, entre otros, se trata de un registro en donde se respeta el tono rockero del grupo, aunque desde una óptima más madura, tanto en lo sonoro como en el plano lírico.
Ian Astbury habló sobre su nuevo trabajo, reflexionó sobre el negocio musical y explicó las relaciones que este disco tiene con nuestro país, más allá de la obvia conexión lógica que se puede establecer a partir de su título.
En este disco se lo nota preocupado por la forma en que vivimos los seres humanos.
“No estoy preocupado. Estoy simplemente observando y expresando mis observaciones, no sólo de lo que está pasando a nivel social y político, sino también lo que me está pasando a mí personalmente en esta etapa de mi vida. ‘Hidden City’ es un álbum para explorar, para ir desmenuzando por capas. Muchos hablan de lo superficial del disco y no le han dado mucha importancia a lo que el álbum y las canciones hacen referencia”.
Más allá de lo anecdótico de haber visto la leyenda en la remera de Tevez, ¿qué buscó referenciar con el título del disco? “Él le estaba mostrando a la gente quién es, de dónde vino y qué es lo más importante para él. Eso lo alimenta emocionalmente. Por otro lado, tenés la historia de Carlos Tevez, que no era feliz en Inglaterra, no era feliz viviendo en otro país, quería volver a su hogar, quería estar con su familia, sus amigos, su gente. Todo eso me conmovió mucho. Pensé en la relación de él con Ciudad Oculta y pude entender la conexión emocional que siente. Sentí la idea de la Ciudad Oculta siendo el corazón de todo”.
Con la imagen del auto de alta gama en llamas que hay en el sobre interno del disco buscaba un símbolo: “Estaba pensando en la idea de que ahora en el mundo existe todo este caos. Y cuando el caos pare, cuando se tranquilice, quizás un día un arqueólogo este investigando y se encuentre con esta ciudad. Mi idea es que, en el futuro, este auto representa una reliquia, como un símbolo. Tenemos arquitectos, diseñadores, doctores, maestros, atletas increíbles pero seguimos matándonos entre nosotros, seguimos destruyendo el medio ambiente. Para mucha gente, la ciudad es el lugar a donde ir para volverse rico y poderoso y pasan toda su vida buscando llegar a la cima y, al final, mueren de viejos, pero no aprendieron nada de la vida y sus misterios. Dedican su vida entera a trabajar”.
También se lo ha escuchado mucho últimamente criticar al negocio de la música. “Es un negocio y no está mal hacer dinero. Está bien ser exitoso y no tengo problema con eso. Mi reflexión es sobre el hecho de que cuando un álbum es exitoso se repite, y se repite, y se repite, hasta que parece un cajero automático y el público no es un cajero automático, merece algo mejor. Ellos merecen la mejor versión que uno pueda ofrecer porque hay una especie de acuerdo, una relación de confianza. Al igual que un jugador de fútbol, si la gente paga para verte, hay que dar lo mejor. La gente no paga sólo para verme tocar las canciones viejas. Me refiero a estar presente, ser respetuoso. Es como cualquier otra relación. Si tenés una novia, ¿la tratarías como a un cajero automático?”.
¿Qué le diría a los fans argentinos que van a sus conciertos desde el año 1991? “Somos los mismos, pero somos distintos. Crecimos, evolucionamos. Muchas de las ideas y la pasión de la banda siguen ahí. Es la misma, pero aún con más inspiración y nuevas experiencias. Todavía siento pasión por actuar, sobre todo para una audiencia con la que siento una relación tan especial. Estoy emocionado por tocar para ustedes porque mucho de este álbum empezó con una idea de un argentino, que es mi amigo cercano, Juan Azulay, que trabajó en las gráficas, algunos videoclips y al arte del disco conmigo”.