La famosa fashionista cuenta en una charla íntima con Revista Nosotros todo acerca de su trayectoria, los nuevos paradigmas en el mundo de la moda, las diferencias entre modelos e instagramers, y el feedback con la gente.
Textos. Soledad Vittori. Fotos. Gentileza.
Con el furor de las redes sociales, la mayoría de los trabajos fueron mutando y readaptando sus formas de comunicar. En esta nueva era, las influencers pasaron a formar parte esencial de cualquier estrategia de marketing. Las marcas y empresas dejaron de pedir books de modelaje para pasar evaluar la cantidad de seguidores y el feedback que estas nuevas celebridades tienen con la gente.
La moda cambió y las redes, principalmente Instagram como soporte de fotos, se convirtió en el nicho de las firmas para la venta publicitaria. En este juego de roles, las fotos diarias de mujeres comunes posando pasaron a ser las más aclamadas para la venta de indumentaria.

Al respecto, Titina Vázquez, una influencer con más de 10 años de trayectoria en el mundo de las redes sociales que visitó Santa Fe para ofrecer una charla en Ríos de Gula, opina: “La instagramer es una persona real que transmite su rutina de vida por un medio, en el caso de hoy es Instagram. Mientras que la modelo va a una sesión de fotos, posa, y se vuelve a la casa. El trabajo de una influencer es 24/7, de la mañana a la noche. Es una persona que se muestra natural, que transmite un estilo de vida con el que la gente se identifica. La modelo no necesita transmitir esas cosas, la contratan para una gráfica y se acabó el trabajo”.
“Hoy en día la consumidora busca sentirse identificada. La tendencia de ahora es la mujer real, que sabe que prendas le quedan bien y cuáles no, que conoce su cuerpo y disimula lo que no le gusta para resaltar lo que le favorece en las fotos. La idea que se busca es no querer el cuerpo de la otra y que cada una aprenda a destacar y ver lo que le favorece en el suyo. Esto forma parte de una movida de empoderamiento femenino donde se promueven campañas de cuerpos reales. El 90-60-90 quedó atrás, justamente en los 90. Hoy se busca naturalidad”.
Otra diferencia que se destaca entre las influencers y las modelos es la cuestión del ida y vuelta con la gente: “El contacto con las personas para nosotras es esencial. En mi caso, tengo un público femenino y masculino con los que tengo un feedback constante. Me encanta que me escriban y contestar sus preguntas. Te convertís en una amiga virtual de miles de seguidores. Hay chicas que me conocen desde que arranque y saben todo de mi. Me gusta responder todo lo que comentan abajo de una foto aunque a veces tarde un poco por falta de tiempo. Ahora bien, si tengo que elegir me encanta este estilo de encuentros como el que vine a realizar a Santa Fe. Ver a la gente en vivo es mejor que contactarse por redes sociales, la conexión es distinta, es una charla de amigas”.

SU TRAYECTORIA
Desde pequeña Titi era una nena que amaba elegir sus vestidos, sus peinados y hebillas antes de salir a algún lado. De grande, esto no cambió y su hermana supo explotar ese don al proponerle hace casi diez años atrás lanzar un blog con los looks que la joven fashionista utilizaba. “Me pareció divertido, subíamos mis outfits diarios y armaba las notas cuando llegaba a la oficina. Recién después de terminar eso arrancaba mi día laboral”, recuerda.
Fue un proceso de construcción paso a paso, sin apuro. La influencer admite haber sido una privilegiada en ser pionera de esta corriente porque pudo crecer de a poco. A su criterio todo lo que sube rápido, baja de la misma forma.

Ahora bien, esto no significa que una vez que se llega a tener un lugar dentro del mundo del espectáculo, se puede hacer la plancha. Las redes cambian constantemente y es necesario adaptarse. Titina nació con el blog, mutó a Facebook y después arribó a Instagram.
“Cuando arranqué a meterme en este mundo tuve que pagar derecho de piso y concurrir a todos los eventos que me invitaban. Es una vida movida, hay que viajar mucho o siempre hay que estar lista para que surja un evento o una actividad inesperada. Cuando pienso que una semana viene tranqui siempre dudo porque a último momento cae todo. Tengo la bendición de que amo viajar aunque a veces tenga los horarios un poco cambiados. Por ahí surgen contratos que no tenía programados y tengo que armar una valija en el momento, coordinar para ver adónde dejo mi perro e irme. Es una vida bastante acelerada”.
Y agrega: “Ahora esto ya cambió un poco, voy solo a los eventos que tengo comprometidos. Para mi es un laburo grande coordinar todo porque me tengo que producir, mover a mi peinadora, a mi maquilladora y a todo el equipo. No puedo estar en todos lados y tampoco tengo ganas de que mi nombre esté en todos lados para no agotar. Ya con el programa de Lookazo en Telefe y con Instagram me ven suficiente como para sumar mucho más”.

CONSEJOS
Como primera sugerencia para quienes quieren seguir sus pasos Titina Vázquez afirmó que es esencial buscar el propio estilo sin caer en la copia. La célebre morocha declaró que uno se puede inspirar en otro pero que la clave del éxito reside justamente en diferenciarse y no hacer lo mismo. En un mundo donde la competencia es grande tener una importa propia es primordial. Esto es un negocio donde hay oferta y demanda, explica Vázquez, y uno no es original, no resalta.
Además, como segundo consejo la fashionista añadió que es fundamental tener una profesión de respaldo. En pocas palabras explicó que uno nunca tiene garantía de cuánto puede vivir del medio y tener un backup es crucial.
Por último, remató el asesoramiento con un mensaje de aliento: “Si no te gusta lo que hacés, buscá algo que te llene. Es clave hacer algo que te haga feliz. Buscar una actividad que te complete y dedicar todas tus energías a eso que elijas”.
