Por Euge Román
A la hora de pensar una fiesta y diagramar los espacios de un evento -y estoy hablando de reuniones sociales- uno de los ítems que llevan más tiempo y que acumula estrés tanto en las parejas de novios que van a casarse como en las familias que están organizando aniversarios o cumpleaños, es la ubicación de los invitados al momento de sentarse a comer. Es por eso que también, a medida que pasa el tiempo, se fueron adaptando las formas de armar las mesas y rompiendo algunos protocolos en base a la necesidad de simplificar esta tarea que muchas veces resulta difícil y estresante días previos a la fiesta.
Muchas parejas últimamente optan por el sistema de livings cuando eligen un menú finger food creyendo que de esa forma pueden dejar librado al azar la ubicación de sus invitados y que todo fluya de una manera descontracturada. En estos casos les recomiendo que, aunque decidan que la mayoría de sus invitados estén sentados en esta modalidad, les asignen un espacio, sector o lugar de living a cada invitado ahorrándose la necesidad de tener que separarlos en grupos de 8, 10 o 12 personas. El living permite poder armar un gran sector interrelacionado donde se sienten hasta 30 o 40 personas. De todos modos, cuando se opta por esta modalidad también es aconsejable que las personas adultas mayores se pueden sentar en mesas ya sea imperiales o escuela dependiendo la cantidad y la relación, de esta forma, al ser las mesas más altas, dan más comodidad al momento de comer y conversar.

Un tipo de armado que está tomando mucho terreno en los eventos y se adapta a estas necesidades es el llamado “escuela‘, donde se arman largas mesas de grupos de invitados por afinidad y de esa forma los anfitriones del evento se ahorran tener que estar formando grupos de entre 8 y 12 personas que son las cantidades que maneja el sistema de banquete de mesas circulares. A mí particularmente el armado de escuela o «long table» es uno de los que más me gustan ya que creo que es práctico, simétrico y descontracturado a la vez. Además, al tener largas mesas también se puede jugar mucho desde lo estético.
Recuerdo un comentario que una tarde me hizo la mamá de una novia respecto a este tipo de armado de mesas largas, me dijo que lo único que no le convencía era que el invitado de un extremo no podría conversar con otro el extremo opuesto, a lo que yo le respondí que dentro de una mesa cada uno tiene la opción de poder sentarse cerca de quien quiera por afinidad, en forma libre; y que si no pudieran conversar durante el momento de la comida, tienen 7 horas más de fiesta para poder hacerlo.
Claro que muchas veces el armado de mesas depende también de las dimensiones del lugar donde se realiza el evento y de la capacidad técnica del servicio gastronómico de la ambientación para poder montarlos.
El montaje escuela o long table puede hacerse con mesas enmanteladas, espejadas, de madera lustrada o simples tablones desnudos y rústicos. Creo que más allá de la forma, la medida, el tamaño y el tipo de mesa lo más importante, como en toda reunión, es el clima y la calidez que se da alrededor de ella.