Paleontólogos del Museo de Ciencias Naturales de Mar del Plata reclamaron al gobierno bonaerense que declaren reserva natural a la zona de los barrancos ubicada entre las costas marplatenses y la ciudad de Miramar.
El reclamo fue planteado luego del hallazgo, en los últimos días, de los restos de un ave prehistórica que habitó la región marplatense hace unos cinco millones de año.
El paleontólogo Matías Taglioretti, indicó que 2017 “es un año por demás grato en hallazgos para el área de paleontología, este último hallazgo de un ave, y de los otros dos ejemplares que fueron encontrados, en una distancia que no supera los mil metros, nos permite seguir sumando nuevo material para el conocimiento científico y pedir una vez más a la provincia que se proteja la zona de los Barrancos de Los Lobos cuanto antes”.
“Sería de suma importancia que se proteja toda la área de los barrancos, que va desde Chapadmalal hasta la ciudad de Mar del Plata, porque estamos ante la presencia de algo sumamente valioso para el país, y para el mundo, para conocer la historia de las aves y su evolución”, expresó el paleontólogo.
“Los fósiles hallados provienen de la formación geológica Chapadmalal con una edad entre 5.5 a 3 millones de años. Por aquel entonces el paisaje de Mar del Plata era muy diferente, la fisonomía era similar al del Palmar de Entre Ríos, con suaves lomadas acribilladas por madrigueras de roedores y armadillos, donde las sierras de Tandilla se verían más imponentes que en la actualidad. En este contexto vivió una de las faunas más atrapantes de la prehistoria sudamericana” explicó. “En su tiempo, era capaz de cazar con sus garras un animal que pesara más de una tonelada. Era el rey del cielo y el terror del suelo, por eso su reciente hallazgo adquiere tanto valor”, dijo en relación a los restos del ave prehistórica hallado recientemente.
En esta ocasión, se hallaron restos de una ave denominada “ave del terror”, un cóndor prehistórico de gran porte, que pertenecía a una especie joven de Mesembriornis milneedwardsi, que sería el fororraco -ave del terror- de mayor porte que viviera en la prehistoria de Mar del Plata, alcanzando 1,8 metros de altura, convirtiéndolo en el predador más grande de ese entonces.