Trastornos alimenticios: la importancia del apoyo familiar


En Santa Fe, la Fundación Centro trabaja hace más de dos décadas en el tratamiento y prevención de estas patologías. Aseguran que trabajar en conjunto con la familia del paciente es fundamental y advierten sobre algunas señales de alerta.

TEXTOS. Eliana Moratiel.

Entre un 10 y un 15% de la población argentina padece algún trastorno alimentario y es superado solo por Japón en cantidad de casos a nivel mundial, alerta la Asociación de Lucha contra la Bulimia y la Anorexia (ALUBA).

Los llamados TCA (trastornos de conducta alimentaria ) son un desorden en los hábitos alimentarios, y se pueden manifestar como bulimia, anorexia o atracones. Estos pueden tener distintos orígenes pero un rasgo común es la distorsión de la imagen corporal.

En Santa Fe, la Fundación Centro trabaja hace más de 25 años años en el tratamiento y prevención de estas patologías que afectan en su mayoría a mujeres jóvenes, pero que se extiende cada vez más a otros rangos etarios y también a varones.

“No es solamente una patología psicológica de la paciente, sino que también influye la cultura, la sociedad y sobre todo, la escuela”, advierte la Dra Mirta Sosa, de la Fundación y confirma que es una problemática que ya no solo concierne a la adolescencia. “Vemos niños de 7 a 11 años con esta patología así como adultos de 40 a 60 años”.

Para el Psicólogo Alexis Villagra ocurrió un cambio cultural muy fuerte en los últimos años que propició la expansión de desórdenes alimentarios fruto de la disconformidad con el propio cuerpo.

“Con las redes sociales se genera una gran exposición y consumo de imágenes, cuerpos y estereotipos. La autoestima, especialmente de los adolescentes, se rige por los ‘me gusta’ o los comentarios. Por suerte también tenemos movimientos sociales que son críticos de estos ideales estéticos, pero sigue existiendo una jerarquización social que depende del físico”.

Fundacion Centro de Bulimia y Anorexia

Prestar atención a las señales

Aunque es notable el aumento de casos, para Villagra probablemente existan muchos más aún que pasan desapercibidos. “Es una enfermedad que genera mucho miedo y vergüenza. Puede ser muy difícil que el paciente exponga lo que le esta pasando con su entorno familiar”, alertó.

Los signos más obvios de un trastorno alimenticio son la falta de ingesta de alimentos, obsesión con el ejercicio, estar muy pendientes de las medidas y de cómo queda la ropa, purga después de la comidas, excesivo uso de laxantes, etc.

Sin embargo, se debe prestar atención a indicios que quizás son menos obvios. “Tenemos chicos que son excelentes estudiantes, abanderados, hacen actividades extracurriculares, son de 10, pero sin embargo esa autoexigencia también la trasladan al cuerpo. Por eso tenemos que dejar atrás la idea de que si le va genial en lo académico esta todo bien” indicó el psicólogo y agregó: otras señales pueden ser demostrar angustia, volverse mas retraído, alejarse de sus vínculos, impulsividad sexual y consumo de alcohol y drogas.

El tratamiento y el rol de la familia

Fundación Centro se enfoca en un tratamiento interdisciplinario con profesionales provenientes de diversas áreas y la modalidad de hospital de día, medio día y trabajo con grupos externos.

“Se intenta que se haga la mayor cantidad de ingestas en la institución y se brindan talleres piscoeducativos, seguimientos clínicos, psiquiátricos y terapia grupal. Una pata muy importante es el trabajo con la familia del paciente: se les da entrenamiento para que puedan manejar las dificultades fuera de la institución en los momentos de crisis y malestar a la hora de las comidas. Una persona con TCA tiene ideas fijas que son muy difíciles de erradicar”, señaló Villagra.

Con la familia se trabaja especialmente en la comunicación entre sus integrantes y en un tema que no es menor: la puesta de límites. “Para todo desorden se necesitan límites, que no hay que confundir con autoritarismo, los adolescentes necesitan una estructura marcada”.

Por último, la Dra Sosa avisó sobre la importancia de buscar información fiable sobre estas patologías “En internet hay mucha información falsa e incluso foros y páginas web que promueven este tipo de trastornos. Desde la fundación estamos abiertos a brindar siempre información fiable”.

La Ley 26.396 

Esta ley declaró de interés nacional la prevención y control de los trastornos alimentarios, y comprende la investigación de sus agentes causales, el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades vinculadas, asistencia integral y rehabilitación.

Esto quiere decir que en caso de necesitar tratamiento, tanto las obras sociales como las prepagas deben cubrirlo. El paciente tiene la libertad de elegir con qué profesionales y en qué clínica/centro quiere realizar el tratamiento. 

La cobertura incluye tratamiento: Psicológico, Nutricional, Clínico, Quirúrgico, Farmacológico, y todas las prácticas necesarias para ala atención de la enfermedad.

Previo Navidad, una oportunidad para celebrar y compartir
Siguiente El origen del transporte urbano de pasajeros en la ciudad