Se acerca el verano y llega la hora de agudizar el ingenio y poner en práctica unos cuantos secretos para tener mejor el cabello hasta la próxima cita en la peluquería.
El sol, el cloro y el salitre pasan factura, sobre todo a la hora de borrar de un plumazo el brillo del pelo. Por eso, existe un truco casero que ayuda a sobrevivir en esos días de crisis: usar vinagre en el cabello después de lavarlo.
Christelle, estilista del spa de René Furterer en París, afirmó que tras lavar el pelo con shampoo y acondicionador es conveniente aplicar vinagre de sidra en toda la melena y aclarar con agua fría, ya que eso aporta una dosis extra de brillo.
Las europeas llevan muchos años poniendo en práctica este truco y califican el vinagre como un elixir de belleza para el pelo porque es antiséptico, purificante, suavizante, protector y tonificante. Por su parte, Inès de la Fressange, en su libro La parisina, explicó que la clave de este truco implica colocar tres cucharadas soperas de vinagre diluidas en un cuenco de agua y distribuirlo por el pelo mojado después del lavado para lograr el brillo perfecto.
Ahora bien, en este peregrinaje de recomendaciones es importante aclarar el paso más obvio pero el más olvidado al mismo tiempo; y en el que insisten con más fervor los peluqueros: lavar bien el cabello antes de aplicar el vinagre. Principalmente, resaltan los especialistas, aplicar el shampoo en dos de las zonas más olvidadas: la nuca y detrás de las orejas. Puesto que, muchas veces se pone el foco en las raíces y en la parte superior de la cabeza (creyendo que la espuma que cae por el resto de la melena es suficiente), pero no. Esto no alcanza. Se debe enjuagar toda la melena por igual.
Y si a esto, se le suma el hecho de acompañar el lavado con un masaje de cuero cabelludo durante el proceso, se conseguirá tener el pelo más limpio, sano y bonito que nunca. ¿El motivo? El simple hecho de masajear ya activa la circulación y favorece el correcto crecimiento del mismo.