Las vacaciones, los viajes, son alegría, felicidad, entusiasmo por llegar volando y urgente a destino y comenzar a disfrutar.
Textos. Nadia Novillo.
Fines de enero, fechas de recambio, muchísimas familias y grupos de amigos finalizando sus vacaciones y otros tantos iniciándolas.
Las vacaciones, los viajes, son alegría, felicidad, entusiasmo por llegar volando y urgente a destino y comenzar a disfrutar. Y luego, finalizada la estadía, hay ansiedad desesperada por volver rápido y estar en casa de regreso.
Y si consideramos que la aventura comienza desde que cerramos la puerta de casa hasta que regresamos y volvemos a abrirla -independientemente del medio de transporte elegido- deseamos que esas horas que nos separan del destino elegido sean parte del paseo y del placer de viajar.
Lo que quiero decir con esto es que hay que cambiar esa mentalidad de largarse a la carrera desenfrenada y alocada donde sólo se quiere llegar, condicionándose y privándose de aprovechar y disfrutar del mientras tanto, del durante, e incluso cometiendo imprudencias que aumentan los riesgos y exponen a sufrir accidentes, principalmente a quienes viajan en auto.
Hay que desterrar esa competencia frívola, absurda y sin sentido, de estar comparando cuántas horas de viaje se pusieron para llegar a destino, contar como una hazaña si sorteaste los radares o controles disminuyendo la marcha, dejar de jugar carreras como si entregaran una medalla por haber excedido todos los límites de velocidad permitidos o por poner un mejor tiempo récord.
Quienes viajan en auto deben ser extremadamente responsables, cumplir las normas y reglas de tránsito al conducir, respetar la velocidad sugerida y todos los que viajan dentro del vehículo deben llevar el cinturón de seguridad puesto.
Bebes y niños siempre deben ir en la parte trasera y dependiendo de sus edades y pesos sentados en la sillita, buster o butaca correspondiente.
Disfrutemos de estar en modo vacaciones desde el momento en que salimos de casa, aprovechemos el trayecto para dar lugar al diálogo, contando anécdotas, recordando y compartiendo experiencias, acompañando y asistiendo al conductor.
Cuando viajamos con niños, ni bien partimos comienzan a escucharse las típicas frases: «¿Cuánto falta para llegar?», «Tengo sed», «Tengo hambre», «Quiero ir al baño», «Estoy aburrido». Son parte también las peleas entre hermanos del tipo «me piso, me pego, no me quiere prestar tal cosa, yo quiero ir sentado del lado de la ventanilla…». Eso es viajar en familia y es parte del disfrute también.
Personalmente aún guardo el recuerdo de las vacaciones de mi infancia. Mamá llevaba el equipo de mate, el jugo en el típico termo gigante color naranja, la conservadora, los sándwiches de miga de jamón y queso cubiertos en un repasador húmedo para que no se secaran y mantenerlos frescos, frutas, su torta marmolada, galletitas dulces y caramelos.
Yo amaba ese picnic arriba del auto, era parte del folclore y tradición del viaje.
Obvio nos peleábamos como todos los hermanos en un viaje que dura 8 horas o más, pero también había diversión, risas y complicidad. Los juegos eran encontrar formas a las nubes, adivinar el color de los autos que íbamos a cruzar, buscar patentes capicúas , adivinar si eran número par o impar, cantar, la guerra de canciones, el veo veo, contar chistes.
Es la importancia y el valor de saber disfrutar de las pequeñas cosas, de los momentos simples. Seguramente todos atesoran algún recuerdo como este y qué lindo es poder contarlo, transmitirlo y repetirlo.
Hoy hay otros recursos para entretenerse, algunos nos aíslan del resto y son más individuales como los teléfonos celulares, tablets , e books. Cada uno viaja con sus auriculares escuchando su propia música y en lugar de hacer picnic arriba del auto tenemos opciones de estaciones de servicio, fast food y snacks bar en el camino. Pero la esencia de la familia viajando junta con destino a las vacaciones sigue siendo la misma.
Por tal motivo seamos prudentes al momento de salir a la ruta, evitemos viajar de noche, evitemos los excesos de velocidad. Si se trata de un destino muy lejano, lo aconsejable es hacerlo en dos tramos y hacer noche en una localidad intermedia.
Así como nos ocupamos de organizar y preparar todo el equipaje debemos controlar que el auto esté en perfecto estado y condiciones, con toda la documentación actualizada y vigente.Cuidemos y procuremos el bienestar, la integridad y seguridad de nuestra amada familia. Muy felices vacaciones para quienes parten y muy feliz regreso para quienes vuelven a su hogar que el viajar siempre sea un placer.